26 junio 2012

Alemania busca poner límites entre lo laboral y lo privado

Los teléfonos celulares son un recurso para las empresas, pero también un riesgo para la salud de los empleados, obligados a estar siempre conectados por el móvil o el e-mail para responder cuestiones de trabajo.

Muchos empleadores ignoran el tiempo libre de los trabajadores, y a veces los propios empleados se someten a la presión laboral por el supuesto bien de sus carreras. Decidida a sortear este problema, la ministra de Trabajo alemana, Ursula von der Leyen, tiene la intención de fijar por ley límites claros entre la vida laboral y la privada.

“El flujo de los medios de comunicación hipermodernos -dijo Von der Leyen en Berlín- vuelve a la gente ciertamente más flexible, pero también representa un peso cuando las personas no pueden encontrar un equilibrio entre la vida laboral y el tiempo libre”.

Por eso, agregó, “es preciso tener reglas muy claras para las empresas sobre el uso de celulares y el e-mail”: los empleadores deben asegurar la “tutela de la salud psíquica en el trabajo”, pero también los empleados deben hacer su parte.

La reacción de la asociación de empleadores BDA fue fría: para ellos ningún empleado está obligado a hacer más de lo que dice su contrato, y por otra parte no se puede tampoco limitar su accesibilidad por ley.

Antecedentes

Desde 1994, en Alemania las ausencias al trabajo por enfermedad vinculadas a problemas psíquicos aumentaron un 80%, convirtiéndose en la primera causa de discapacidad permanente en el trabajo, recordó en cambio la líder sindicalista Annelie Buntenbach.

En algunas grandes empresas alemanas, como BMW y Telekom, este problema ya es conocido y se llegó a acuerdos con los empleados, a quienes no se les requiere disponibilidad constante para el trabajo o el procesamiento de e-mails en su tiempo libre. Sin embargo, casi un tercio de los empleados sigue disponible fuera de su horario de trabajo.

Por eso, según advierten los expertos, es preciso lograr autocontrol y, si existe un deseo constante de mirar el teléfono, hay una situación de dependencia que requiere tratamiento.

Según la asociación de psicólogos, el aumento del estrés profesional es altísimo, con un incremento superior al 1.400% desde 2004 y un mayor índice de afectados por depresión, lo que causa pérdidas de más de 31 millones de dólares anuales a las empresas.

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