12 mayo 2013

La protección social puede ayudar a menores a salir de la actividad laboral

Unos 215 millones de niños y niñas en el mundo forman parte de la fuerza de trabajo, y más de la mitad de ellos están en trabajos peligrosos, pero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que los programas de protección social pueden mantener lejos de la actividad laboral a los menores aunque ni siquiera las transferencias de dinero en efectivo a las familias pobres logra combatir con éxito este hecho.

El Informe Mundial sobre el Trabajo Infantil: Vulnerabilidad económica, protección social y lucha contra el trabajo infantil, al que tuvo acceso el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia, explica que esta situación obedece a la vulnerabilidad de los hogares asociada a la pobreza y los riesgos y los choques económicos (sequías, malas cosechas, quiebras) que afrontan las familias, aunque la seguridad social juega un papel importante en la mitigación de esas condiciones.

Un estudio en Brasil, citado por el informe, reveló que cuando los adultos pierden el empleo sube la probabilidad de que los niños abandonen la escuela, para comenzar a trabajar. En Venezuela, entre 2002-2003, se vio que la proporción de niños involucrados en el trabajo comercial se duplicaba mientras caía el Producto Interno Bruto.

Los programas de protección social como transferencias en efectivo o en especie, programas públicos de empleo, protección social de la salud, protección social para personas con discapacidades, seguridad de ingreso en la vejez y protección por desempleo.

“En ninguna parte, sin embargo, las TEC (transferencias en efectivo condicionadas) logran la eliminación del trabajo infantil por completo, lo cual subraya que las transferencias en efectivo por sí mismas no constituyen una respuesta política adecuada al trabajo infantil” afirma el informe, que ha indagado las diferentes respuestas a una misma medida, según países y regiones internas.

Aunque la creación de empleo para los adultos debería ser el modo más eficaz de sacar a los niños de la actividad laboral, “muy pocos programas públicos de empleo han sido objeto de una evaluación desde la perspectiva del trabajo infantil, pese a su creciente popularidad entre los gobiernos y los donantes”.

Las familias pobres también enfrentan problemas de salud enviando a los niños del hogar a trabajar, por eso los planificadores consideran que una protección social universal de salud podría eliminar una de las causas importantes del trabajo infantil.

El informe identifica sobre bases teóricas y empíricas el potencial de la protección social como instrumento para luchar contra el trabajo infantil, y para ello proponer crear una base de datos empíricos adecuada para orientar y sustentar las políticas, adoptar un enfoque integrado para abordar las vulnerabilidades de los hogares y del trabajo infantil, establecer pisos de protección social, garantizar que los sistemas de seguridad social sean adaptados a los niños, integrar elementos adaptados a los niños en los sistemas de seguridad social, llegar a los grupos de niños especialmente vulnerables, fortalecer los marcos jurídicos y capacidades institucionales a nivel nacional.

DATOS

- Hay 115 millones de niños que desempeñan trabajos peligrosos.

- Se ha registrado un descenso significativo de niñas en actividad laboral.

- Entre los varones, en el grupo de edad de 15 a 17 años, se registra un ligero incremento de trabajadores.

- El sector agrícola sigue concentrando el grueso de los niños trabajadores. Sólo uno de cada cinco menores ocupados desempeña trabajo remunerado, la mayoría son trabajadores familiares no remunerados.

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