16 junio 2013

El 27% de los juicios laborales terminó a favor del trabajador

“Trabajé por diez años en una empresa y me retiraron porque estaba embarazada. Como la ley me protege, vine a presentar mi denuncia al Ministerio de Trabajo, que luego de dos años derivó mi caso ante un juez”, recuerda Mariana H., en la puerta de ingreso de esa entidad estatal, donde luego de larga espera le informaron que ganó el proceso instaurado.

Como ese caso, otras 3.807 denuncias que llegaron a esa cartera de Estado en La Paz, desde 2009 hasta 2012, fueron derivadas al juez, según informó el responsable de la Unidad de Seguridad Industrial e Higiene Ocupacional, Antonio Quisberth.

El funcionario remarcó que de ese total, 1.063 procesos fueron exitosos y a favor de los trabajadores, ya que el juez sancionó con multas. La cifra corresponde al 27%. El resto, los otros 2.744 casos (73%), no tuvo sanción.

“A veces los trabajadores demandan a las empresas o a sus empleadores, para que las empresas les paguen y sean multadas, pero muchas veces sólo obtienen lo que les corresponde”, explicó el funcionario.

Hubo más de 71.000 demandas

De acuerdo con Quisberth, en ese mismo periodo se registraron 71.378 denuncias laborales ante esa institución. El 5,3% del total terminó en procesos judiciales, “de ellos el 1% finalizó con multa y el 1,5% sin multa”.

Precisó que el 50% de las quejas presentadas (37.035) encontró una solución vía conciliaciones, es decir que el funcionario ministerial intervino para que se puedan arreglar las demandas en buenos términos.

Asimismo, explicó que otras 10.691 personas presentaron sus demandas pero jamás retornaron, mientras 19.096 continúan con el proceso de demanda.

Explicó que a veces los trámites son morosos, porque los empleadores no quieren cumplir con sus obligaciones y por eso retrasan los procesos.

“Trabajé como empleada doméstica durante siete años, pero el año pasado tuve un accidente en la cocina. Me caí con la olla de sopa y me quemé el cuerpo. Mis jefes me llevaron al hospital, pero después se olvidaron de mí y ahora no me quieren pagar ni cancelar mis curaciones”, recuerda Soledad.

Ella se presentó el miércoles en el Ministerio de Trabajo, donde buscó al inspector a cargo de su caso. Su visita fue para ver si sus empleadores depositaron sus beneficios sociales, y es que a pesar de que hay plazos para hacerlo, muchos los pasan por alto.

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