08 diciembre 2013

El doble aguinaldo y sus motivaciones



La palabra aguinaldo significa también regalo, dádiva, obsequio, propina recompensa, sobresueldo.
Todos son significados muy precisos para describir lo que es el segundo aguinaldo generosamente otorgado este fin de año por el Gobierno del MAS. Lo que no queda claro es el porqué de tal obsequio.

Se puede pensar que los gobernantes, al observar el sufrimiento de su pueblo, decidieron otorgarle un presente para que sigan haciendo crecer la producción tal y como la han hecho crecer en los pasados años, solo que este año es algo excepcional. Se ha superado la barrera del 4 y algo por ciento y, posiblemente, se superará una tasa de crecimiento del 6,5% del PIB. “Esto merece un premio”, dijeron los gobernantes y otorgaron el doble aguinaldo.

Si bien el crecimiento del PIB boliviano superará el de muchos de los países vecinos; sin embargo, se logra más gracias a los precios de las materias primas que a un efectivo y deliberado esfuerzo de las acciones productivas emprendidas por el Gobierno. La exportación de gas y minerales (y sus precios, obviamente) tienen directa relación con el mercado internacional, contribuyen a un 85% de las exportaciones y no hay nada que Bolivia pueda hacer para modificar ese gigantesco mecanismo.

Si algo, más bien, se dejó de hacer fue exploración de nuevos campos gasíferos, poniendo en riesgo la duración del futuro abastecimiento.
No es más de un par de años en que este esfuerzo se realiza. La potencialidad de exportación para responder a los compromisos con Brasil, por tanto, no está, todavía, del todo garantizada y, esto, debió hacerse prioritariamente.

¿Sube la productividad?
Dicen, los que tomaron la trascendental decisión de regalar a los empleados públicos y hacer regalar a los del sector privado un decimocuarto sueldo, que es un proceder destinado a estimular la productividad, esto es una mayor cantidad producida por cada trabajador.

En general, la productividad en Bolivia es muy baja. Los dos sectores, gas y minerales, que son la causa principal del crecimiento del PIB están en manos de grandes empresas transnacionales (Total, Petrobras, San Cristóbal y otras) que sí tienen una elevada productividad, a la vez que emplean una fuerza de trabajo muy reducida, o sea que la masa que destinarán al doble aguinaldo es poco significativa.

Una efectiva política para motivar el crecimiento de la productividad no ha sido aún establecida en Bolivia.
Por el contrario, la actual estructura tributaria y la correspondiente al tipo de cambio impulsan a la informalidad y a la pérdida de competitividad no solo en la reducida industria que existe, sino, incluso, en la producción agrícola que ha hecho que papas y tomates importados sean más baratos que los producidos en el país.

También se ha señalado que el regalo del sueldo 14 posee un carácter redistributivo. No cabe la menor duda que genera efectos en la percepción de ingresos; sin embargo, se dirige a un minoritario sector de la población ocupada; los formales, que son 800.000 trabajadores y los informales urbanos asalariados, que pueden llegar a un 1,2 millones.

Los que quedan fuera
De una población económicamente activa de 5 millones, el beneficio del segundo aguinaldo deja de lado a unos 3 millones de trabajadores que contribuyen al PIB y que, además, son los más pobres de esta sociedad (Ej.: trabajadores agrícolas con pequeñas propiedades).
La gran pregunta es ¿quién en última instancia se beneficiará del segundo aguinaldo? Por supuesto que los que lo perciban se darán el gusto de gastarlo en bienes de primera necesidad, viajes cortos y largos, productos de línea negra y blanca, vehículos, etc. etc.

Algunos puede que lo ahorren en la banca comercial o comprando los bonos del Banco Central, pero, con seguridad, serán los menos que tomen esta vía. Así, este gasto expandirá las ventas de productores internos e importadores, quienes se regocijarán por la ocasional expansión del mercado. La redistribución del ingreso finalmente se canaliza en los que siempre se llevan la tajada del león. Si de redistribución y equidad se quiere hablar, hasta hoy no existe una efectiva política, sólidamente estructurada ni sostenible.

Regalar el segundo aguinaldo es más bien una medida improvisada, desde el punto de vista económico

PERFIL

Experto
Alberto Bonadona es economista de profesión y un referente en materia de pensiones en Bolivia. Fue interventor del Servicio Nacional de Reparto (Senasir), donde hizo reformas de fondo y destapó irregularidades. Su objetivo fue agilizar el proceso de jubilación para unos 21.000 extrabajadores y resolver el tema de la denominada ‘generación sándwich’. Es autor de varias publicaciones y docente en universidades.

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