30 mayo 2014

Los adictos al trabajo rinden menos y suelen ser negativos

Un estudio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad Erasmus de Rotterdam (Países Bajos) ha demostrado que aquellos trabajadores adictos al trabajo que le dedican muchas horas no consiguen mejores rendimientos. Y al contrario, los que son apasionados con su empleo, pero no llegan a obsesionarse, obtienen resultados más positivos.

En el estudio participaron 180 empresarios españoles, que muestra que la adicción al trabajo no solo no repercute positivamente en los resultados de la empresa, sino que los empeora. "Puede producir conflicto en la relación familia-trabajo, problemas en las relaciones de pareja, empeorar la salud y el bienestar e incrementar los errores laborales", ha reconocido Juan Antonio Moriano, investigador del Departamento de Psicología Social y de las Organizaciones de la UNED.

De este modo, vieron que la adicción al trabajo, a diferencia del compromiso laboral produce emociones negativas. "Estas emociones, a su vez, afectan negativamente al crecimiento del negocio y al éxito del mismo", ha destacado Moriano. En este sentido, sacrificar aspectos de la vida por la empresa produce sentimientos de culpa, ansiedad y malestar en el empresario, lo que repercute negativamente en el rendimiento del negocio.

En el caso de la implicación con el trabajo ocurre justo lo contrario, puesto que se producen emociones positivas, lo que conduce a resultados favorables para la empresa.

En su opinión, la dependencia obsesiva con el trabajo es tan negativa para el individuo y su entorno como la adicción al juego, a las drogas o a internet. Conseguir que esta adicción se transforme en una pasión positiva se puede lograr con un clima laboral agradable, donde directivos y empleados puedan poner en práctica sus competencias y ser creativos sin miedo a ser sancionados por los errores

EXISTEN DOS PERFILES DE TRABAJADORES

Los investigadores diferenciaron entre dos tipos de perfiles: los adictos al trabajo y los involucrados. La principal diferencia entre ambos es que los que se involucran son aquellos que trabajan con pasión, pero no se obsesionan, y consiguen desconectarse y extraer emociones positivas de su empleo.

Los adictos, al contrario, nunca están satisfechos con ningún resultado, no pueden dejar de pensar en el entorno laboral (incluso en su tiempo libre), dedican más horas de las debidas a su negocio y no sienten emociones positivas con el trabajo hecho.

Según la investigación, la dependencia obsesiva con el trabajo es tan negativa para el individuo y su entorno como la adicción al juego, a las drogas o a internet. Toda una lección para evitar caer en esta adicción.

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