03 diciembre 2014

Presentan modelo de trabajo sostenible para adolescentes

La Fundación Desarrollo y Autogestión Bolivia (DYA) presentará hoy ante el Ministerio de Trabajo y a autoridades municipales el modelo del Programa de Empleo Adolescente, que ha beneficiado ya a más de 500 jóvenes. Su objetivo es lograr que muchachos de entre 14 y 17 años dejen las peores formas de trabajo infantil.



"El Programa busca que los adolescentes que viven de alguna de las 21 peores formas de trabajo infantil, dejen esas actividades por otras que sean sustentables”, afirmó el coordinador para La Paz de la Fundación DYA, Rubén Chambi.
Explicó que el modelo ya fue aplicado en tres departamentos –La Paz, Santa Cruz y Chuquisaca– donde identificaron a más de 1.500 niños, quienes trabajan durante el día en carpintería, construcción, labores domésticas y zafra de castaña de caña de azúcar, y en la noche estudian en establecimientos nocturnos.
"Como identificamos que los adolescentes no quieren depender de instituciones y quieren un autoempleo, trabajamos en el modelo durante tres años y ya está concluido”, afirmó.
El proyecto capacita por ocho meses a los jóvenes en tres áreas: gestión de negocios, habilidades sociales y capacitación técnica. "Los adolescentes terminan con plan de negocios y con la financiación del proyecto”, destacó.
Chambi comentó que los adolescentes que se capacitaron los sábados ingresaron a las áreas de arreglo de celulares, estampado, diseño gráfico y comida rápida.
Este modelo será presentado hoy ante el Ministerio de Trabajo, en el cierre del programa que está desde hace cuatro años en el país.
El plan fue diseñado en base a la Ley del Código del Niño, Niña, Adolescente, promulgado en febrero pasado. Esta norma plantea que el Gobierno implemente políticas para erradicar el trabajo infantil. Las defensorías de la niñez y adolescencia deben presentar un plan para dar permiso a los niños para que trabajen y monitorearlos.
En la memoria del Programa varios niños trabajadores cuentan sus experiencias. Una niña de 12 años, que trabaja como ayudante de albañil, dice que tanto pasar ladrillos le duele su espalda. "Me agacho y me duele. Paso valdes. Es cansador”, relató la pequeña tras asegurar que lo que gana le da a su familia.
Según Chambi, la Fundación trabaja también en el área educativa, donde ayudó a niños o adolescentes que están en rezago escolar a concluir sus estudios en primaria.
"Les damos cursos como en los Centros de Educación Alternativa con los maestros de los colegios para que en un año concluyan dos cursos”, dijo.
Hay 4.233 niños beneficiados.

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