05 enero 2015

Mi Primer Empleo Digno llegará a 15.000 jóvenes más hasta el año 2020

El programa estatal Mi Primer Empleo Digno estará respaldado por una ley, con la que se prevé beneficiar a más de 15.000 jóvenes de escasos recursos del país, en el quinquenio 2015-2020, gracias a una inversión de 20 millones de dólares que realiza el Banco Mundial (BM).
Durante su interinato como presidente del Estado, el presidente del Senado, Eugenio Rojas, promulgó la Ley de Mejoramiento de la Empleabilidad y Calidad de Trabajo para complementar y continuar con los buenos resultados obtenidos con el programa, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social.
“En estos pocos años de apoyo a la inserción laboral de los jóvenes, hemos adquirido experiencia, pero sobre todo se despertó una gran expectativa entre los jóvenes. Ahora este proyecto contará con el apoyo de 20 millones de dólares provenientes del Banco Mundial y una contraparte gubernamental de 1,5 millones de dólares”, manifestó el ministro de Trabajo, Daniel Santalla.

Logros
Con el programa se capacitará a los postulantes y se crearán las condiciones para que accedan a un trabajo digno. La fase de expansión duró hasta el año 2014 en las ciudades de La Paz, El Alto, Santa Cruz, Cochabamba, Potosí y Tarija, y hay la posibilidad de ampliar el área de cobertura a otras urbes o poblaciones previa evaluación.
Sólo en está gestión se benefició a más de 3.000 jóvenes. “El año 2014, el programa Mi Primer Empleo Digno benefició a 3.377 jóvenes”, destacó Roberto Ballestero, director de Empleo del Ministerio de Trabajo.
Fases del proyecto
La iniciativa tiene tres fases: la primera, de Desarrollo de Competencias Laborales, que consiste en realizar una capacitación intensiva en un instituto por un período aproximado de 3 meses con una carga horaria de 10 horas académicas por día y de lunes a sábado. En este período, la persona recibe la dotación de los materiales necesarios y un estipendio económico diario.
La segunda fase, de Consolidación de Competencias Laborales, permite al beneficiario practicar en empresas y en ambientes reales de trabajo por un período de tres meses en los que el o la joven recibe un apoyo económico equivalente a un salario mínimo nacional y con una carga horaria diaria de 10 horas académicas.
Finalmente, en el tercer período, de Validación de Competencias Laborales, el beneficiario es insertado laboralmente en la empresa, que asume el 100 por ciento de salario.
“Alrededor del 60 por ciento de los jóvenes que realizan las prácticas en las empresas o centros laborales es contratado por éstas. No obstante, del restante 40 por ciento de jóvenes, la mayoría genera sus propios emprendimientos”, agregó Ballesteros.
Con el propósito de compartir con la población los alcances de este exitoso programa, el Ministerio de Trabajo promovió el desarrollo de una feria, donde los beneficiarios de distintas áreas técnicas demostraron sus capacidades y ofertaron sus servicios. En la actividad se evidenció el verdadero éxito y apoyo que significó este proyecto para el beneficio de estos jóvenes.

Beniana formada en instalación de gas agradece al programa
Iblin Rocío Mocho Chao es una joven como muchas otras en el país que apenas salió del colegio se convirtió en mamá. Bendecida con una hermosa niña, encontró en ella una motivación para continuar creciendo. Sin embargo, las oportunidades se le acababan a medida que la menor crecía y los trabajos temporales que ella encontraba no resultaban como ella esperaba.
Iblin nació, vivió y creció en la ciudad de San Borja, en el departamento de Beni, un paraíso tropical que le costó dejar junto a su familia para buscar suerte en la ciudad de La Paz.
De esa manera llegó a la urbe con el apoyo de sus tíos, pero nuevamente tropezó con empleos momentáneos que no eran aptos ni para ella, ni para su hija, pues no le brindaban el tiempo necesario para estar con ella.
Una mañana, como varias, salió a recorrer las calles en busca de un empleo apto para ambas, llegó a sus manos la alternativa que le resolvería gran parte de sus problemas.
“Me dieron un volante donde se explicaban las características básicas del programa. Sin pensarlo dos veces y con el temor de que por tener a mi niña me quedaría afuera, fui a preguntar si yo podía acceder, pero grata fue mi sorpresa cuando supe que el beneficio llegaría hasta ella”, narró Iblin.
De manera valiente, desafió los esquemas laborales y decidió inscribirse en el área de instalaciones de gas. Durante tres intensos meses se capacitó en Infocal, de 07.00 a 16.00, y adquirió los conocimientos teóricos que se requiere en esta área.
Apoyo a la madre y a la hija
“Realmente este programa está pensado para personas como yo porque aparte de darme el estipendio, que de por sí es una gran ayuda, me permitieron pagar la mitad de la guardería, estudiar con tranquilidad y estar con mi hija”, contó la beneficiada.
En caso de tener más hijos, el programa brinda el apoyo por niño, hecho que garantiza la conclusión de la formación.

resultados
Actualmente, Iblin fue contratada por la empresa donde realizó sus prácticas, forma parte del personal y le brinda a su hija una educación adecuada. “Tengo la proyección de conformar mi propia empresa de instalación de gas o postular a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB y devolver el beneficio que significó este programa, ya que si no fuera por este proyecto no lograría esto”, añadió la joven.

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