09 octubre 2016

En La Paz hay 15.500 jóvenes que no estudian ni trabajan

Los denominados “ninis”, que son los jóvenes que ni estudian ni trabajan, representan el 10,4% de la población joven en la ciudad de La Paz, según el estudio, “Jóvenes y Trabajo en el municipio de La Paz, Brechas y Desafíos”, publicado por Silvia Escóbar de Pabón, Bruno Rojas y Giovanna Hurtado, especialistas del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). El estudio contó con el auspicio del municipio de La Paz y Solidar, esta última, una organización de la Ayuda Obrera de Suiza (AOS).

HOGARES POBRES

Según el estudio reproducido por el Inesad, la mayoría son jóvenes de 20 a 24 años, con secundaria completa y casi todos pertenecen a hogares pobres. “Claramente, habiendo concluido el segundo ciclo educativo, la discriminación que sufren por su posición desventajosa en la estructura de clases tiende a excluirlos del mercado laboral. Por esta razón, las políticas dirigidas a los jóvenes no pueden dejar de considerar su heterogeneidad social para incorporar principios orientados a la equidad en su diseño y aplicación”, señala el documento.

DESEMPLEO

En cualquier escenario macroeconómico, los jóvenes son los más afectados por el desempleo, con una tasa que triplica la de los adultos. El desempleo, por lo general, es mayor entre las mujeres, (28 frente a 14 % de los varones), lo que muestra la persistencia de un patrón de segregación en su acceso a empleos asalariados, así como la mayor presencia de las mujeres en empleos temporales donde la rotación laboral es elevada, explica el estudio.

INESAD

Según el Inesad, en Bolivia, las personas calificadas han registrado desde 1999, mayores niveles de desempleo frente a los trabajadores sin calificación. ”Entre 2006-2007, el desempleo para los calificados llega a un poco más del 9%, mientras que para aquellos no calificados se reduce a cerca del 3%. En el año 2014 estas tasas se encuentran entre 3,7% para los primeros y 1,5% para los segundos”, de acuerdo con la información estadística publicada por la entidad privada.

HIJOS DE FAMILIA

En relación con su juventud (de la ciudad), la mayoría de los desocupados son miembros secundarios de los hogares (no jefes de hogar); las tasas de desempleo más altas se registran entre los jóvenes con escolaridad media y superior, indicando la pérdida de importancia de la educación como vehículo de movilidad social. “Esto deriva de la naturaleza de la demanda de trabajo, cada vez más concentrada en unidades económicas tecnológicamente más atrasadas que requieren fuerza de trabajo temporal con calificaciones medias o bajas”, señala.

CESANTES

El estudio incide que la mayoría de los jóvenes desempleados son cesantes o personas que buscan un trabajo para reemplazar el que perdieron. Así, a diferencia de otros países, las dificultades que enfrentan los jóvenes en el mercado laboral no provienen de la búsqueda de un primer empleo, sino de la precariedad de sus inserciones laborales, lo que los lleva a rotar continuamente entre la ocupación, el desempleo y la inactividad. Por eso mismo –agrega– los episodios de desempleo aparecen como de corta duración, porque estas transiciones tienden a ocultar el tiempo real de búsqueda de empleo.

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