09 abril 2018

Salario mínimo no cubre gastos de quien busca independizarse



Una persona que busca independizarse de sus padres necesita 20.650 bolivianos para equipar su cuarto y Bs 2.260 para pagar la alimentación, alquiler, servicios básicos, transporte, celular, artículos de limpieza, aseo personal y ocio. Es decir que el actual salario mínimo del país (Bs 2.000) no le alcanza para cubrir sus gastos mensuales.

El independizarse es uno de los mayores deseos de los jóvenes, pero representa un gran desafío, sobre todo en lo económico, ya que tiene un costo alto. Por ende, la mayoría tarda cada vez más en alzar vuelo y dejar el nido familiar.

CAPITALES, en el afán de averiguar cuánto le cuesta a una persona, hombre o mujer, emanciparse de sus padres buscó a las reparticiones estatales de la Gobernación de Chuquisaca y la Alcaldía de Sucre que trabajan con la temática de la juventud para ver si tenían una investigación al respecto, constatando que no.

También acudió al Instituto Nacional de Estadística (INE), donde tampoco cuentan con esa información precisa. Esa institución tiene a disposición del público el Índice de Precios al Consumidor y los precios promedio según productos hasta diciembre de 2017.

En ese marco, este suplemento realizó una cotización de precios del mobiliario y los enseres básicos que una persona necesita para poder arrancar con su nueva vida independiente, agregando algunos artículos que hoy en día forman parte de la vida diaria de muchos hogares del país: lavadora de ropa, microondas y computadora personal.

Las cotizaciones

Las compras de los hipotéticos muebles y enseres para el nuevo hogar independiente dieron un total de 20.650 bolivianos.

A eso le sumamos un monto de 1.450 bolivianos por concepto de alquiler de un cuarto con baño privado (Bs 400), almuerzo (400), desayuno (200), té (150) y cena (300). En otro recuadro, tomamos el caso de alguien que decide vivir en un pequeño departamento.

En artículos de aseo personal (champú, acondicionador, crema dental, jaboncillo, crema de cara, antitranspirante, etc.), el gasto representa unos Bs 100 y en enseres de limpieza para el hogar, otros Bs 30.

Y 80 bolivianos más por un pago referencial de servicios básicos: luz, agua y gas; Bs 150 por el consumo de teléfono celular; 150 por transporte y 300 por gastos en ocio (cine, discoteca, etc.). En total, para alquiler, alimentación y aseo personal, la suma asciende a los 2.260 bolivianos.

Es importante aclarar que no están incluidos los gastos variables para salud, vestimenta, estudios (mensualidad, libros ni fotocopias) y cuidado personal (peluquería, gimnasio, etc.).

De acuerdo con el sondeo de precios realizado para esta investigación, los mayores gastos que encara un joven a la hora de independizarse de su familia son los relacionados con la alimentación y los alquileres. Y otra conclusión es que el actual salario mínimo nacional, de Bs 2.000, no le alcanza para cubrir todos sus gastos.

Entre necesidad y disponibilidad

Dependiendo de la industria, marca y material hay una diferencia flexible en los valores de los muebles y artículos para el hogar que el comprador toma en cuenta y acomoda a sus necesidades y disponibilidad económica.

También se debe considerar que mucha gente compra insumos de segunda mano, logrando ahorrar hasta un 50% o más respecto de los productos nuevos.

Dada la variedad de artículos, en calidad y para todo bolsillo, para el presente estudio se tomaron en cuenta precios accesibles, sin descuidar la garantía de durabilidad.

Además, es menester señalar que el precio de los alquileres oscila de acuerdo a la ubicación de la vivienda: cuanto más alejada está, la mensualidad es más baja.

Edad de emancipación

Según el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), una de las principales entidades financieras con base en España y presencia en México, América del Sur, Estados Unidos y Turquía, la media de edad de emancipación de los jóvenes en Europa es de 26 años, mientras que Latinoamérica es de 28 años.

Según las proyecciones de población a 2016 del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Bolivia la población entre 16 y 28 años alcanza a 2,61 millones de personas.

De ese número, el 50.8% son hombres y el 49.2% mujeres, siendo Santa Cruz el departamento que concentra la mayor cantidad de jóvenes con 771 mil personas, seguido de La Paz con 646 mil y Cochabamba con 463 mil.

La psicóloga chuquisaqueña Gianina Irusta, por su parte, indica a CAPITALES que entre los 25 y los 29 años de edad aumenta la intención de emanciparse de los padres entre los jóvenes bolivianos.

Además, hay que dejar en claro que una cosa es que los hijos salgan de casa para ir a estudiar fuera de su ciudad y otra que se independicen de sus padres sin salir de la ciudad.

En el primer caso los hijos, pese a estar lejos, muchas veces siguen dependiendo económicamente de sus familias. En el segundo, dejan el hogar para asumir sus responsabilidades económicas solos.

Tres casos concretos

CAPITALES presenta en estas páginas tres casos diferentes en los que, en al menos dos, resulta determinante la situación económica de los padres de los jóvenes en busca de independizarse.

En última instancia, no hay distinciones para aquellos varones y mujeres que toman la decisión de llevar las riendas de su vida con su propio esfuerzo, si se consideran las actuales dificultades que se les presentan especialmente en relación con la falta de empleo, la precariedad laboral y, en general, la insuficiencia económica de los trabajadores.

Caso 1: Alberto

Para que Alberto pueda independizarse, sus padres corrieron con todos los gastos de la compra del mobiliario y enseres que necesitaba.

Compraron una cama con Bs 800; sábanas, cobertores y otros, 500; ropero, 600; cocina, 300, garrafa, 250; televisor, 1.500; mesa, 100, computadora, 2.000; licuadora, 180; utensilios de cocina, 150, sumando un total de Bs 6.380.

Asimismo, le apoyaron con los gastos de su primer mes fuera de casa. Alquiler de una habitación con baño privado, Bs 350; alimentación, 500; enseres de limpieza, 40; artículos de higiene personal, 100; telefonía celular, 150; servicios básicos, 60; transporte, 150, además de 1.000 para que pueda comprarse ropa para todo el año. Total: Bs 2.350.

Caso 2: Sandra

La familia de Sandra, para ahorrar dinero, compró la mayoría de las cosas de segunda mano. Cama y colchón en Bs 180; un ropero desarmable nuevo, 150; cocineta, 250; garrafa, 200; dos mesas, 180. Total: Bs 960.

Los demás objetos que llevó a su nuevo cuarto son los mismos que tenía en la casa de sus padres.

Por inmediaciones de la Facultad de Enfermería alquilaron un cuarto con baño compartido en Bs 350 (incluye los servicios de agua, luz y televisión por cable). Además, los padres de Sandra decidieron que durante seis meses (hasta que su hija esté bien establecida) le colaborarían mandándole alimentos cada mes.

Caso 3: Mario

La situación de Mario es diferente. Él trabaja desde hace cinco años en una consultora que abrió junto a tres compañeros con los que se tituló. Confía a CAPITALES que desde que ingresó a la Universidad tuvo la intención de independizarse de sus padres, pero recién pudo hacerlo en diciembre pasado. Para el efecto, tenía un dinero ahorrado.

Compró un juego de dormitorio de cinco piezas: una cama, dos mesas de noche, una cómoda y un ropero en Bs 12.900. Un juego de comedor, 11.000; living, 8.000, colchón, Bs 1.800, escritorio, Bs 1.200, entre otros muebles y enseres. Solo en lo mencionado gastó Bs 34.900.

Además, tomó en anticrético un pequeño departamento en 20.000 dólares.

Paga Bs 80 por electricidad, 25 por agua, 26 por teléfono fijo, 16 por el gas, 190 por prepago de teléfono móvil, 150 en internet, alrededor de 300 en gasolina para su vehículo y Bs 1.500 en alimentación. En total, por todo esto necesita Bs 2.287.


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