Si te preguntaste alguna vez por qué algunos colegas alcanzan fama y prestigio, mientras que otros muy bien calificados permanecen en el anonimato, ahora encontrarás algunas respuestas.
La fama, para que sea duradera, deberá sustentarse en algunos atributos que sirvan de base sólida, de lo contrario se evaporará tan rápido como vino. Los puntos a considerar son:
1- Especialízate. Descubre cuál tema o área de trabajo te interesa más; investiga y aprende todo lo posible sobre ese aspecto, no te limites a la información del medio (libros, revistas, tesis), establece correspondencia con especialistas de otros países (vía Internet y/o correo regular) y continúa investigando con entusiasmo, dedicación y constancia. Si lo haces, dentro de algunos años serás, indudablemente, uno de los profesionales que más sabe sobre el tema.
2- Aprende de los especialistas de prestigio; estudia su perfil y desarrollo profesional; sigue sus aciertos y deja atrás tus errores; de ser posible participa en sus talleres, grupos de trabajo o seminarios en los que puedas tratarlos y aprender directamente de ellos.
3-Organiza y guarda adecuadamente toda la información que consigas sobre tu área de especialización; prepara un libro. Desarrolla tu propia investigación y publica tus avances en revistas científicas y otros medios de difusión.
4- Participa en congresos, conferencias y eventos científicos presentando tus avances, reformulaciones y conclusiones de los temas que dominas. Prepara cuidadosamente tu ponencia cuidando que tenga claridad, sencillez, precisión y la mejor presentación a tu alcance.
5- Colabora con los medios (diarios, radio, televisión) en los que puedas exponer adecuadamente tus conceptos sin aceptar condicionamientos o limitaciones que afecten la veracidad o correcto uso de la información.
6- No descuides tus asuntos personales y relaciones sociales, éstos son una parte muy importante de la base de todo éxito profesional. Trabaja activamente en mejorarlos.
7- Cultiva la gentileza, la cortesía y las buenas maneras, de forma que tu trato sea amable y tu compañía resulte agradable. Estos forman una parte muy importante de la verdadera educación.
Tan importante como seguir pausas de un saludable crecimiento profesional es evitar ciertas malas costumbres que son frecuentes en quienes han alcanzado un escaso desarrollo personal y profesional, en cualquier área de trabajo.
1- Nunca pienses que ya aprendiste bastante, menos aún si no tienes el más alto grado académico de tu disciplina y estudios de postgrado actualizados; aún si los tuvieras continúa actualizándote, no olvides que siempre hay nuevos profesionales sumamente competentes y competitivos que podrían desplazarte.
2- No vivas pendiente de los errores o limitaciones de los demás; ocúpate de superar los tuyos. El estar “comentando” frecuentemente los desaciertos de los demás es para algunos una “técnica” para sentirse mejor ante las propias deficiencias y “avanzar” en su carrera “profesional”, pero esta actitud termina por caracterizarlo a uno, como alguien cuyo principal atributo es ocuparse de las equivocaciones de los demás.
3- Conoce tus limitaciones; no pretendas conocer todas las especialidades o dominar todos los temas.
4- No asumas más responsabilidades de las que puedes cumplir satisfactoriamente. Cumple tus horarios, prepara tus clases, estudia a profundidad tus casos y llévalos bajo supervisión si es conveniente. Sé responsable.
5- No seas desagradecido con quienes te ayudaron, apoyaron, colaboraron o tuvieron frases de aliento para ti. El reconocimiento para quienes nos dedicaron atención, tiempo, esfuerzo es una de las bases para lograr relaciones profesionales y sociales saludables.
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