30 octubre 2010

Nueva ley laboral pone fin a la terciarización en el trabajo

La nueva Ley General del Trabajo pondrá fin a la terciarización o subcontratación laboral porque quedó demostrado que algunas empresas y entidades gubernamentales subcontratan mano de obra con el objetivo de eludir sus responsabilidades sociales como la indemnización.

El viceministro de Trabajo, Félix Rojas, afirmó que el Estado defenderá los derechos de los trabajadores en el ámbito social, por lo que los contratos de enganche no formarán parte de la nueva normativa.

La norma define al contrato de enganche como aquel por el cual se contrata a trabajadores por una persona distinta al patrono, para actividades que generalmente deben cumplirse lejos de su residencia habitual.

El Estado será el único encargado de mediar entre patrones y trabajadores para evitar, entre algunos abusos que se cometen, la trata de personas, pues cada día varias personas son engañadas por los contratos de enganche que se firman.

“Existe mucha gente inescrupulosa que engaña a los padres y madres de familia, hasta los propios adolescentes, y los llevan con mentiras fuera de las fronteras con otro tipo de trabajos que no fueron ofrecidos, en otros casos los esclavizan. Nosotros vamos a poner a la práctica todas las disposiciones que están contenidas en esta ley para la protección de los trabajadores”, manifestó.

La terciarización consiste esencialmente en pasar a terceros, empresas o microempresas, e incluso individuos, funciones que son propias de la empresa, pero que no necesariamente están ligadas a su actividad central, como los servicios de limpieza, comedores, vigilancia, transporte, prestación médica y jurídica, procesamiento de datos, distribución de productos, mantenimiento, y comunicaciones, entre otros.

En este contexto, los dueños de la empresa tienen un mayor control sobre el trabajo, porque es más fácil negociar con trabajadores de muchas empresas fragmentadas.

En cada centro de trabajo existen dos tipos de obreros vinculados a una sola empresa: un núcleo estable de trabajadores que reciben una remuneración mensual y otro núcleo de eventuales y no estables con menores ingresos y en peores condiciones de trabajo. Las organizaciones sindicales tienen más dificultades en la negociación obrero-patronal e incluso en la propia sustentación financiera de los sindicatos.

La Ley General del Trabajo prohíbe de manera explícita la existencia de la modalidad de subcontrato. El artículo 31 de la norma establece que sólo el Estado podrá actuar como intermediario entre patrones y trabajadores en la contratación.

El Viceministro informó que hay avances en la nueva Ley del Trabajo en base al diálogo con los trabajadores que forman parte de las comisiones, que participan de las reuniones con autoridades del Gobierno. Por ahora se avanzó en 51 artículos de los 122 que contiene la ley.

“Faltan más de 71 artículos que los iremos consensuando paulatinamente para que en el menor tiempo podamos enviar un proyecto de Ley elaborado por los trabajadores a la Asamblea Legislativa Plurinacional, producto del consenso. Existe un compromiso para apresurar el trabajo de todos los sectores”, afirmó la autoridad gubernamental.


El tráfico de personas mueve millones

La trata de personas es una de las actividades ilegales más lucrativas, después del tráfico de drogas y de armas. De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, más de 2,4 millones de personas son explotadas actualmente como víctimas de la trata de personas o explotación sexual.

Las formas de trata y tráfico de personas incluyen la servidumbre, el comercio de órganos y la explotación de niños para la mendicidad.

29 octubre 2010

Ministerio de Trabajo ratifica feriado nacional para el martes 2 de noviembre

El Ministerio de Trabajo ratificó el viernes el feriado nacional previsto para el martes próximo por la celebración de Todos Santos con suspensión de actividades en entidades públicas y privadas.

"En el marco de la normativa legal vigente, el Ministerio de Trabajo ratifica el feriado nacional previsto para el 2 de noviembre, por la fiesta de Todos Santos, con suspensión de actividades en instituciones públicas y privadas", señaló el viernes la directora General de Trabajo, Jhenny Oblitas.

Asimismo, Oblitas indicó que se instruye para el lunes próximo horario continuo en las instituciones públicas, que debe cumplirse entre las 08.00 y las 16.00 horas.

"En el sector privado esa disposición deberá ser coordinada entre los empleadores y los trabajadores", sostuvo.

La Directora de Trabajo advirtió a los empleadores que deben pagar horas extras a sus trabajadores en caso de que dispongan que cumplan con actividades laborales el día de feriado.

Recordó que el artículo 41 de la Ley General del Trabajo establece que "son días hábiles para el trabajo los del año, con excepción de los feriados, considerándose tales todos los domingos, los feriados civiles y los que así fueren declarados ocasionalmente, por leyes y decretos especiales".

La norma instruye que durante los días feriados no podrán efectuarse trabajos de ninguna clase, aunque éstos sean de enseñanza profesional o beneficencia, caso contrario se debe remunerar al empleado por horas extras trabajadas.

"Tratándose de centros alejados de las capitales, los feriados ocasionales podrán ser compensados con otro día de descanso", señala el artículo 42 de esa Ley.

25 octubre 2010

Empleo industrial es frágil y deja sin defensa a obreros

Dependencia externa: La crisis internacional y la suspensión de convenios de exportación al mercado estadounidense golpearon a las principales industrias y empujaron a disminuir las condiciones laborales de su personal.

La industria manufacturera de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz sigue una “tendencia a la precarización de las condiciones de trabajo, que se resumen en la inestabilidad laboral, los bajos salarios, variables y pagados con retraso y la extensión de la jornada laboral más allá de las ocho horas”, expresa un estudio publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Con el título de “Industria y manufactura. Los sindicatos frente a la precariedad laboral”, y con la firma de la investigadora Silvia Escóbar, el CEDLA visitó centros industriales en las tres ciudades principales, habló con obreros y dirigentes, entre los años 2007 y 2009.

El trabajo tiene el respaldo de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia (CGTFB) y el Fondo de Cooperación al Desarrollo Solidaridad Socialista (FOS).

Entre las conclusiones, Escóbar destaca que las prestaciones sociales a los dependientes de las industrias bajan, mientras que la desigualdad de género en el trato se hace evidente.

La situación laboral en el sector industrial es atribuida por los dirigentes al “debilitamiento cualitativo de la organización sindical para la representación de los intereses de los afiliados y sus luchas por la transformación social”.

El análisis observa las “formas atípicas de contratación” que tienden a “fragmentar a los obreros, disminuyen las posibilidades de representación, se quiebra la solidaridad y merma la participación sindical, afectando la capacidad de negociación colectiva y de presión”. El estudio identifica entre las causas a la “débil capacidad competitiva de la industria manufacturera y la aplicación generalizada de mecanismos de explotación de la fuerza de trabajo como medio para mantener o elevar las tasas de ganancia empresarial a costa de la extensión de la jornada laboral”. La industria manufacturera, en 2007, consiguió una participación en el Producto Interno Bruto (PIB) del 17 por ciento, con una fuerte presencia de los alimentos, textiles y la manufactura de prendas de vestir, que en su conjunto ocuparon un 45,6 por ciento.

Para el año en que comenzó la investigación (2007), el sector industrial generaba el 15,7 por ciento del empleo urbano, mientras que en las ciudades del eje alcanzó a 17,7 por ciento. Unas 281.000 personas eran ocupadas en las principales capitales, con un incremento del 25 por ciento en comparación con el año 2000.

El examen a la industria señala dos fases: la primera comprende el ciclo de estancamiento y retroceso, desde fines de 1999, como efecto de la crisis asiática y de la devaluación de la moneda brasileña, que se prolonga hasta el año 2002.

En ese periodo se encuentran los textiles y prendas de vestir, las bebidas, el tabaco, la madera, los muebles, productos refinados de petróleo y minerales no metálicos (cemento).

“En este periodo se asiste a un proceso intenso de expulsión de la fuerza laboral a la vez que se reducen los salarios reales y aumenta la explotación de los trabajadores que permanecen ocupados”, señala el informe.

En el mercado interno, observa una caída del consumo en los hogares por efecto del aumento en la desocupación y el deterioro real de los salarios que es señalado como causa de una contracción general de la producción con destino al consumo interno.

Para el segundo ciclo, de recuperación, comprendido entre 2003 y 2008 inclusive, identifica a los alimentos, como los aceites comestibles, el azúcar o derivados de soya; bebidas; tabaco; refinados de petróleo y el cemento como los motores del crecimiento productivo.

Con una recuperación notable, los textiles y prendas de vestir son favorecidos por Estados Unidos a través de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas y de Erradicación de la Droga (ATPDEA).

“Esta dinámica estuvo acompañada por el aumento en la demanda de trabajo con predominio de las formas de contratación eventual, a través de las subcontratación en planta y de terceros, mientras persistían los bajos salarios y la extensión de las jornadas de trabajo”, anota.

Ese diagnóstico coincide con “el nuevo ciclo de crecimiento favorecido por los equilibrios macroeconómicos en áreas fiscal y externa, y beneficiado por un incremento en los ingresos del sector hidrocarburos y los precios internacionales de las materias primas”.

Las exportaciones de manufacturas recibieron beneficio directo del incremento de precios de materias primas y los acuerdos regionales de comercio, aunque se concentraron en pocas empresas. La gran industria manufacturera y moderna, con una producción dirigida a Estados Unidos y a mercados regionales, cobra vigor. Las exportaciones de alimentos generaron en 2007 un total de 145 millones de dólares, más del doble que las prendas de vestir y textiles en general.

Los textiles, según el estudio, consiguieron exportaciones por 69 millones de dólares, pero se advierte la debilidad de una “volatilidad en su inserción externa” por su fuerte dependencia del mercado norteamericano. Finalmente, las amenazas del cierre del acuerdo ATPDEA y el final del ciclo comercial al amparo de este acuerdo acabaron el trayecto exportador.

Muchos productos dirigieron sus bienes al mercado extranjero para obtener mejores precios, pero en el momento en que se cierran las vías protegidas con acuerdos comerciales, no tienen la opción de obtener compensación porque el mercado interno carece de capacidad de compra y de ofrecer precios competitivos.

El inicio de la caída de las exportaciones y el aumento de las importaciones “parece inaugurar un déficit crónico en el saldo comercial manufacturero y principalmente en los rubros de textiles y prendas de vestir”, explica el estudio.

La investigadora Escóbar, en el diagnóstico de la forma en que operó la industria, señala los momentos cumbre y los que indican síntomas de debilidad, con la finalidad de llevar a una mejor comprensión de la situación del empleo y las condiciones laborales de los obreros.

Afirma que la mayor presión a las industrias manufactureras se generó en la crisis internacional que motivó ajustes en el mercado laboral.

“Una de las lecciones aprendidas de la crisis del pasado es que sus consecuencias recaen con más fuerza sobre los trabajadores y se expresan en deterioros en sus condiciones de trabajo difíciles de revertir”, afirma.

Los nuevos empleos no van a ritmo

En los años 2000, la generación de empleo en la manufactura ha estado por detrás de la expansión del producto, tanto en el ciclo de recesión como de recuperación económica, en particular en este último, afirma la investigadora del CEDLA Silvia Escóbar.

Entre 2004 y 2007, cuando el producto manufacturero creció a una tasa promedio del 5,6 por ciento, el empleo sectorial apenas aumentó a un ritmo de 2,6 por ciento anual, afirma, y atribuye esta tendencia a varios factores, entre ellos la existencia de pocas industrias de gran capacidad que comparten el mercado con pequeñas unidades de producción, basadas en modelos de cooperación simple y productores mercantiles simples.

El mayor peso se halla localizado en las industrias grandes abocadas a la producción de textiles y alimentos, que incluye a la industria moderna, localizadas en los departamentos de Santa Cruz y La Paz.

En el año 1992, el 50 por ciento del empleo y el 80 por ciento del valor de la producción se concentraban en el grupo de empresas grandes y medianas. Esta estructura prevalece sin cambios en el crecimiento del capital fijo y en la productividad de la mayor parte de las unidades económicas, “lo que les resta competitividad y capacidad de generar nuevos empleos”. La inversión de mayor capital en las grandes industrias también incide en el aumento del volumen de producto físico.

Competitividad a costa del empleo

La producción de prendas de vestir se adapta a las condiciones de competencia del mercado, haciendo frente incluso a las importaciones, “a expensas de las condiciones de trabajo de sus ocupados”, señala el diagnóstico del CEDLA.

Ese sector se caracteriza por ser intensivo en el uso de fuerza de trabajo a bajos costos salariales, con un gran flexibilidad en la contratación y gestión de la fuerza de trabajo. En este rubro pervive la producción mercantil basada generalmente en la cooperación familiar, asentada en el manejo de técnicas artesanales y cuasi domésticas.

Luego se incluye a empresas capitalistas organizadas bajo las formas de cooperación simple y manufactura que ocupan mano de obra en diferentes escalas y en condiciones laborales diversas. Tienen, igual que las anteriores, un aporte reducido en la conformación del producto en el rubro. A partir de un proceso de concentración y centralización de capitales, está un reducido número de empresas cuyos procesos de trabajo han avanzado hasta la forma de manufactura moderna. Lideran el crecimiento subsectorial con empleo masivo de mano de obra.

La manufactura reúne más capitales

El proceso de concentración y centralización de capitales destaca en el grupo de la gran industria y manufactura de textiles.

Este factor ha llevado a ciertas empresas especializadas a producir insumos industriales que requieren tecnologías desarrolladas. Este grupo lidera la dinámica subsectorial y se diferencia en términos de su aporte en la conformación del producto. Con el tiempo, en la actividad textil han quedado atrás otras dos formas productivas: por un lado, la manufactura que subordina a una parte de la producción domiciliaria y, por otro lado, el trabajo artesanal, ambas concentradas en la producción de tejidos de punto. En este rubro también una parte de los trabajadores que formalmente aparecen como independientes combinan el trabajo por su cuenta con el trabajo para una sola empresa o capital manufacturero. No obstante los cambios que ha experimentado en su segmento industrial, la actividad textil pierde importancia en el país debido a los cambios en la demanda originados en el uso de materiales sintéticos para la producción de prendas de vestir, los que son importados de China.

Alimentos de soya están a la cabeza

La gran industria y la manufactura moderna de alimentos que procesa los productos derivados de la soya, el girasol, la caña de azúcar, además de los lácteos y cereales (molineras), impulsan la dinámica del rubro, concentrando gran parte del valor agregado, no sólo de la rama alimentaria, sino del conjunto de la actividad manufacturera. En los demás grupos de productos alimenticios, la producción se realiza bajo las formas de cooperación simple y manufactura. Solamente en el componente de productos alimenticios de consumo inmediato, la organización está basada casi exclusivamente en la forma artesanal o cooperación familiar. Se trata de un segmento que aporta de manera reducida al valor agregado del rubro pero, en cambio, contribuye de manera importante y creciente a la ocupación total. Dado el peso de los alimentos en el consumo de los hogares, éste es un ramo con uno de los crecimientos más dinámicos. Fuertemente orientado al mercado interno en sus inicios, gradualmente fue conquistando nichos en el mercado externo con una inserción relativamente estable apoyada en las ventajas arancelarias de los acuerdos comerciales andinos y del Mercosur.

El empleo en datos

Urbano. La industria manufacturera moderna del año 2007 incidía en el empleo urbano nacional con 15,7 por ciento.

Empleo. Las ciudades del eje son las que concentran a casi dos tercios de los trabajadores de la industria manufacturera.

Género. En todos los ámbitos geográficos los hombres tienen más empleos en las industrias que las mujeres.

Estadística. La industria manufacturera ocupaba en 2007 a unas 281.000 personas en las ciudades del eje del país.

18 octubre 2010

Empresarios no participan en el consenso de nueva Ley del Trabajo

El proceso de difusión y consenso de la nueva Ley General del Trabajo se lleva a cabo sin la participación de los empresarios, que serán convocados de último, afirmó ayer el viceministro de Trabajo, Félix Rojas.
El funcionario dijo que de acuerdo con la doctrina social laboral vigente, no sólo en el país sino en todo el mundo, el empleado tiene que ser el más protegido, ya que frente al patrón resulta ser el más vulnerable, por eso mismo se está consensuando primero con las organizaciones sindicales y luego se tomará en cuenta a los empresarios. “Tenemos que defender al elemento más débil dentro de estas relaciones de carácter social y laboral, que son los trabajadores y trabajadoras”. /Erbol

17 octubre 2010

Instituto informa del aumento de migración por bajos salarios

El Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (ISCOT) aseguró que la excesiva migración de bolivianos a varios países del mundo se debe a las mejores ofertas económicas que reciben y la inseguridad laboral que es frecuente en los trabajos del país.

Iver Lara, técnico en migración del ISCOT, señaló que el motivo principal para que los bolivianos salgan del país es el económico y en muchos casos estas personas no retornan por la inseguridad laboral que se vive en la coyuntura actual.

“Todavía el Estado boliviano no ofrece a los ciudadanos unas condiciones adecuadas que les permitan vivir dignamente, además que hay una enorme falta de trabajo, y sobre todo, inseguridad de retener un cargo conseguido”, precisó.

De esta forma, detalló que hoy en día la gran cantidad de la población boliviana tiene su trabajo bajo un contrato, que parte de un año a más, por lo que corre un gran riesgo de ser despedido, a diferencia de unos pocos que tienen sus fuentes laborales como trabajadores de planta.

‘Contribuimos en la generación de empleo en las comunidades’

El Día Mundial de la Alimentación permite que la gente conozca que hay más de mil millones de personas en el mundo que sufren de hambre crónica, miles de niños mueren. En el caso de Bolivia, la lucha contra el hambre implica eliminar la desnutrición infantil y reducir la pobreza. La Representante del Programa Mundial de Alimentos en Bolivia destaca que hay 52 municipios rurales con altos niveles de inseguridad alimentaria; explica la fórmula productiva que utilizan para enfrentarlos

Svetlana Salvatierra
— ¿Cómo evalúa el trabajo del PMA en estos seis años?
— El PMA siempre tuvo las puertas abiertas por parte del gobierno. Creo que las características de ser una institución humanitaria hacen que tengamos la facilidad de trabajar con los niveles comunitarios, municipios y autoridades del nivel central. Si bien hubo coordinación, el gran desafío fue enfrentar la gran rotación de personal en el sector público, que en algún momento creó una preocupación porque las respuestas tienen que ser inmediatas y no siempre hubo la posibilidad de andar al mismo ritmo.
— ¿Cuál es el reto con la actual administración gubernamental?
— Mayor involucramiento en temas nutricionales. Cuando hablamos de seguridad alimentaria no sólo hablamos de acceso a los alimentos sino de la forma en que se los utiliza. Hemos entrado a su programa de Desnutrición Cero. Felizmente estamos coordinando una iniciativa con recursos del gobierno español para el Programa de Fortalecimiento de las Capacidades Locales para la Reducción de la Desnutrición en Bolivia.
— ¿Cuáles son los principales resultados del PMA y cómo se reflejan en las estadísticas bolivianas?
— Creo que la mayor contribución es crear la sostenibilidad en los programas de alimentación escolar. Paralelamente, al brindar asistencia alimentaria en los municipios de mayor pobreza, introducimos actividades productivas en las escuelas. Hacemos un trabajo a nivel municipal que estimula el desarrollo económico local con la producción de alimentos y su transformación para responder a las necesidades alimenticias de la población escolar de ese municipio. Tenemos 700 módulos escolares, huertos e invernaderos. Las iniciativas productivas son 49 (asociaciones de productores y pequeñas empresas creadas para producir, industrializar y vender al municipio para la alimentación escolar). El aporte del PMA tiene la condición de que haya un desarrollo económico local, un compromiso fuerte de las autoridades municipales para comprar parte de esta producción y destinarla a sus programas de alimentación escolar. Así estamos contribuyendo en la generación de fuentes de empleo en las propias comunidades y municipios. Estamos contribuyendo al desarrollo del conocimiento de los niños. Éste es uno de los principales logros en temas de seguridad alimentaria, pero no cubre las necesidades.
Estamos conscientes que aún tenemos grandes retos. Nuestra prioridad va a los municipios más pobres y con elevados índices de inseguridad alimentaria. Debemos destacar la colaboración de la Unión Europea que proporciona recursos financieros para trabajar hasta el 2011 con este tipo de acciones. Mi sueño como representante del PMA, y de toda la oficina, es ampliar este aporte porque creemos que por esta vía estamos contribuyendo a la soberanía y seguridad alimentaria a partir de la producción local.
— El PMA se conocía antes por la donación de alimentos y hoy por promover las iniciativas productivas locales, ¿en cuántos municipios están?
— Prácticamente estamos en todos los departamentos. Tenemos 52 municipios priorizados, según el Programa de Desnutrición Cero. El PMA se conocía por la donación de alimentos pero estas otras acciones de aporte al desarrollo local ayudan a disminuir la desnutrición infantil.
— ¿Ésta es una iniciativa sólo de Bolivia o se puede replicar en otros países, como una experiencia que aporta a la seguridad alimentaria mundial?
— Es una experiencia boliviana y hay otros países interesados. En la Sede están promoviendo una iniciativa que la llamamos “Compras para el progreso”. El proyecto piloto empezó en el 2008 con el objetivo esencial de apoyar a los pequeños productores dándoles la oportunidad de acceder a los mercados de una forma competitiva en el mundo agrícola. En esta iniciativa piloto el PM ha comprado cerca de 90.000 toneladas a nivel mundial. Trabajamos con cerca de 700 organizaciones de pequeños productores.
— ¿El sector privado está interesado en participar?
— Debo señalar que otro logro es el acercamiento con el sector privado para que se interesen en el Programa de Desnutrición Cero y así coseguimos una alianza muy fuerte con Fridosa y creamos un alimento para niños menores de seis años de edad. Hay otras empresas que se están sumando a esta iniciativa.
— ¿Hay otras iniciativas?
— En el municipio de Caripuyo, en el norte de Potosí tienen elevados niveles de pobreza y de inseguridad alimentaria pero están comprometidos en reducir la desnutrición infantil. Este fin de semana presentan Kallpawawa, un producto para bebés hasta los dos años, elaborado con trigo, arveja, maíz y un poco de charque de llama. Todos los productos son de producción local. En este caso, tuvieron la colaboración del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile, para encontrar una fórmula que les aporte la mayor cantidad de macro y micronutrientes. Estas son iniciativas que hay que apoyar, colaborar y hay que incentivar. El PMA aporta con asistencia técnica, las autoridades municipales tienen el interés de construir una planta de producción manifestamos el interés de colaborarlos.
— El PMA logró reunir a productores, empresarios, gobiernos y cooperación en un programa que ayuda a eliminar la desnutrición y la pobreza...
— Añadir que también es importante el sector académico y de investigación. El PMA impulsa este tipo de colaboración porque pueden hacer una evaluación con una mirada externa y brindar aportes técnicos. Estamos trabajando con universidades para ampliar las capacitaciones en cómo hacer huertos escolares.
— ¿Cuáles son los desafíos del PMA para los próximos cinco años?
— El reto que tiene el PMA es lograr conjuntamente con otros socios que se reduzcan los niveles de desnutrición infantil, que se consiga la soberanía y seguridad alimentaria. Ese es nuestro gran sueño. Otro desafío es el acceso a recursos financieros; somos una agencia que depende de donaciones y hay que continuar haciendo todos los esfuerzos para tener socios y trabajar de forma mancomunada. El gran reto es que Bolivia pueda sola realizar todos sus programas de asistencia alimentaria, con las capacidades que se han creado estos años. Y el PMA poder salir orgulloso de Bolivia.

Irregularidades y desánimo afectan a los empleados

El hospital Obrero 3 es el corazón de la Caja Nacional de Salud en Santa Cruz. Sus 250 camas permanecen ocupadas todo el año y el enorme edificio luce más como una fábrica abandonada que como un centro de atención a la salud. En los rincones se apilan camas en desuso, como esqueletos metálicos que amenazan con oxidarse.
En medio de ese ambiente vienen y van médicos, enfermeros, administrativos y ‘manuales’ que están tan acostumbrados a vivir junto a la muerte que se han olvidado cómo tratar a los vivos.
“Y es que no puede haber calidez si vivimos discriminados”, justifica Johnny Cuéllar. El médico internista lleva ocho años trabajando en la Caja Nacional de Salud (CNS), pero gana menos de la quinta parte de lo que reciben sus colegas. Él es la cabeza visible del movimiento de los eventuales de la Caja, un ‘ejército’ de 700 trabajadores que reciben entre un tercio y un quinto del sueldo y beneficios de los otros 1.100 contratados con ítem.
Después de 10 años de estudio sólo gana Bs 2.000, pero Líder Ramírez, ayudante de quirófano, lleva siete años ganando Bs 700, por 12 horas de trabajo, el doble de las que Cuéllar permanece en la institución. Para Cuéllar, la Caja está en contrarruta del proceso de cambio impulsado por el Gobierno y se considera un discriminado, ya que ni siquiera es elegible a recibir los aumentos anuales que decreta el Presidente, y el sueldo de los 700 eventuales se mantiene inmóvil desde hace 13 años.
A esto se suma que, según Cuéllar, existen 200 ítems sin uso en la Caja, que pertenecieron a gente que se retiró de la institución o que se jubiló. “Esos ítems están en el Presupuesto, ¿dónde va la plata? A nosotros nos dicen que debemos esperar el Programa Operativo Anual de 2011, pero cómo le digo a mi hija que su estómago debe esperar un año más”, se pregunta el galeno.
El que no se quedará hasta 2011 es Roberto Gutiérrez. El director del hospital Obrero se retirará de la institución a fin de año. “La Caja ya no tiene nada para darme. Yo tengo mucho para darle a la Caja, pero en esta situación es imposible”, dice el especialista.
Para él, el problema no es de recursos, ya que la seccional Santa Cruz maneja alrededor de $us 40 millones al año. Considera que ninguna institución tan grande como la Caja puede andar sin una administración adecuada, con profesionales formados y capacitados para llevarla adelante. Cuestiona que la Caja no tiene objetivos medibles ni pasos en falso tan grandes como aceptar nuevos servicios sin aumentar su infraestructura ni su personal. Recuerda que la CNS nació para atender a los obreros afiliados, pero a ellos se le ha sumado el Seguro de Vejez, el Materno Infantil, de riesgos extremos y para los niños en situación de calle.
A ello se suman las denuncias de corrupción. La Caja es una ‘olla de grillos’ que gritan que corre mucho dinero por la compra de servicios y medicamentos y el problema llegó en septiembre hasta la Asamblea Legislativa Plurinacional. Hasta allí tuvo que ir la ministra de Salud, Nila Heredia, para denunciar, el 23 de septiembre, que hay grupos de poder y mafias dentro de la Caja que impiden prestar servicios de calidad y calidez a la población. Para Gutiérrez, lo que necesita la CNS es una revolución de verdad, dirigida por gente que sepa y que quiera sacar a la institución de su maraña administrativa.
Y, además de los pacientes, los que pagan el pato de esta desorganización son los médicos y enfermeras. Contra ellos se estrella la población que no recibe atención a tiempo. Gutiérrez les da la razón, porque se pone en el lugar de una persona que debe esperar dos años para ser operada de un mal cardiaco del que se puede morir en un día.

Cifras

$us 40
Millones
Es lo que maneja de presupuesto Santa Cruz. En el país, el presupuesto 2010 es de Bs 2.000 millones.

700.000
Afiliados
Es lo que calcula Gutiérrez que hay. La CNS sólo tiene 300 camas para atenderlos.

Más detalle

- En promedio, un paciente en la Caja debería estar sólo seis días internado. Eso permitiría atender mejor a la población. Sin embargo, por problemas de hacinamiento y falta de recursos, hay casos de pacientes que se han quedado 18 meses hospitalizados.

- Un médico considerado eventual, con 10 años de estudio, gana Bs 2.040, mientras que uno con ítem, entre bonos, sueldos y beneficios, puede llegar a ganar más de Bs 11.000.

- Cuando la empresa o el empleado se atrasa en sus aportes, la CNS establece multas por los atrasos. El director del hospital Obrero 3, Vicente Gutiérrez, es partidario de que se multe a la Caja por los retrasos en atención a pacientes que tiene.

- La institución tiene a los mismos cirujanos que las mejores clínicas de la ciudad. Sin embargo, mientras que en los centros privados pueden operar cuando sea necesario, en la CNS lo hacen sólo cuando hay los insumos que se requieren para la intervención.

15 octubre 2010

Empleomin generará trabajo de calidad en las minas del país

La Comunidad de la Unión Europea y el Gobierno Nacional ayer procedieron a inaugurar el programa “Empleomin”, que tendrá como objetivo principal “generar trabajo de calidad” en las minas de 14 municipios productores del occidente del país.

El programa fue presentado en acto especial en el salón de conferencias del Hotel Terminal, con la participación de los representantes de los 14 municipios de Oruro, La Paz y Potosí, beneficiarios del programa,(por 5 años) en la mayoría cooperativistas mineros.

Al acto asistieron el Ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel Castillo, el representante de la Comunidad de la Unión Europea, César Moreno; el viceministro de cooperativas mineras, Isaac Meneses; el director del Empleomin, Marco Peñaranda; el ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb), Guido Mitma y el representante de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), José Luis Chorolque.

Durante la presentación se destacó principalmente, que los proyectos del Empleomin serán integrales en 3 ejes de trabajo, medio ambiente, fortalecimiento institucional y la escuela minera.

CARACTERÍSTICAS

La característica del Empleomin, consistirá en la dignificación del trabajo del minero en el occidente del país, focalizando también su atención en los trabajadores del campo, que en muchos casos migran a las minas en la época de bonanza de los minerales, “abarcar lo que no logró el Apemin” y “generar empleo de calidad”, dijo Moreno.

“La minería está sujeta a las oscilaciones de precio de los minerales, y cuando los precios están altos hay trabajo para todos, pero cuando están bajos muchos deben salir, por eso debemos mejorar las condiciones de trabajo del sector minero, pero también con los trabajos alternativos”, acotó.

En su intervención el Ministro de Minería, sostuvo que con el cierre de las minas en 1986, se ocasionó la migración de gran parte de habitantes, en especial de los campamentos mineros y por ello es importante ingresar a un desarrollo sostenible para apoyar a la minería con una producción limpia y eficiente.

“En principio es un recurso natural no renovable, algún momento se agotará el mineral, es débil porque depende de las cotizaciones del mercado internacional, la caída del precio es determinante para la subsistencia del minero y el entorno que lo cobija”, afirmó Pimentel.

Agregó, que el Empleomin será determinante para integrar a las comunidades indígenas, por ello lamentó la ausencia de representantes de los campesinos para coordinar trabajos de acción en busca de la convivencia entre la minería y el medio ambiente.

A diferencia de los programas del Apemin, que alcanzó a más de 300 empleos directos, Moreno destacó que el Empleomin se focalizará en ejes ambientales y consolidará la Escuela de Minería para la capacitación de los mineros, en especial los cooperativistas.

El director del Empleomin, explicó que otro de los retos será el cumplimiento laboral y el compromiso con el rol de la mujer en la actividad minera y sacar del trabajo al niño y niña. Asimismo, se focalizará en tener proyectos integrales en el marco de la economía plural y que tenga efecto en los ejes planteados, en especial con el “vivir bien”.

A diferencia del Apemin, el Ministerio de Trabajo será parte del programa del Empleomin

10 octubre 2010

En la industria manufacturera el empleo crece al 2,6% anual

Un estudio sobre la industria manufacturera en cuatro ciudades del país muestra que entre 2004-2007 el empleo sectorial aumentó en un ritmo del 2,6% anual, cuando el producto manufacturero creció a una tasa promedio del 5,6%.

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), en un acuerdo con el Fondo de Cooperación al Desarrollo Solidaridad Socialista (Fos), explica que existen varios factores que explican que “una expansión tan importante” de la producción de este sector “no tenga un mayor efecto en el empleo”.

Expresan que el primer factor deriva de la configuración del aparato productivo industrial. Para ello, utilizan la información del último censo de establecimientos económicos realizado en 1992, que registró la existencia de un reducido número de empresas grandes, 738 establecimientos, y 12.845 diversas pequeñas unidades de producción.

En Santa Cruz y La Paz tenían mayor peso las empresas grandes y medianas en los rubros textiles y alimentos; mientras que en el de confecciones estaban los pequeños establecimientos. No utilizan el concepto de microempresas.

“A juzgar por las aproximaciones parciales posteriores, esta estructura prevalece sin modificaciones sustantivas en los 2000, es decir, sin cambios suficientes en la dotación de capital fijo y en la productividad de la mayor parte de las unidades económicas, lo que les resta competitividad y capacidad de generar nuevos empleos”, señala el estudio.

Capacidad. El segundo factor que influye en este bajo crecimiento se relaciona a las inversiones que pueden realizar las grandes empresas frente a las más pequeñas unidades.

En la gran industria y la manufactura moderna, la adquisición de nuevas máquinas y tecnologías contribuye a elevar la productividad y permite aumentar los volúmenes del producto físico; sin embargo, indican que aprovechan esta capacidad instalada “con la misma dotación de trabajadores e incluso con una menor demanda de trabajo”.

“En los grupos tecnológicamente más atrasados —pequeños productores y subcontratistas de grandes empresas— la menor productividad laboral es compensada con el aumento en pequeña escala de los volúmnes de mano de obra”.

Sin embargo, aclaran que los productores vinculados directa o a través de la subcontratación con los mercados externos (empresas exportadoras), “la capacidad de generación de nuevos empleos y su sotenibilidad continúa siendo muy limitada”.

El tercer factor analiza el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que en la década de los 2000 “estuvo impulsado principalmente por el aumento en los precios más que por variaciones sostenidas en los volúmenes físicos de producción”.

Por tanto, concluyen en el estudio que “el saldo neto es un reducido crecimiento del empleo, que apenas llegó al 2,6% anual en promedio, durante el ciclo de recuperación”.

Distribución. En el 2007, la industria manufacturera ocupaba aproximadamente a 281.000 personas en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto. Este dato, en términos absolutos, proviene de las encuestas de hogares del INE. “Casi 25% más que en el 2001; es decir, que cada año se crearon en promedio cerca de 9.500 nuevos empleos”.

En el 2001, El Alto ocupaba a 70.856 trabajadores; Santa Cruz a 69.699; La Paz tenía 37.713 y Cochabamba contaba con 36.759 empleos, en los rubros de alimentos, textiles y prendas de vestir, seleccionados por el estudio del Cedla.

En el 2007 el cambio pone en primer lugar a Santa Cruz con 98.056 trabajadores; le sigue El Alto con 74.909; Cochabamba con 60.747 y La Paz queda en último lugar con 47.718 personas empleadas.

En el 2001, el total del empleo manufacturero en esas cuatro ciudades y rubros seleccionados registraba a 215.027 trabajadores. En el 2007, esa cifra sube a 281.430 trabajadores. Alimentos, textiles y prendas de vestir ocupaban el 73% del total del empleo manufacturero. Ese porcentaje bajó al 55,9%.

“Una tendencia presente en todas las ciudades con porcentajes diferenciados de disminución. Otros rubros intensivos en mano de obra como madera y muebles de madera (Santa Cruz), cuero y productos de cuero (Cochabamba) y joyería de oro (La Paz-El Alto) les ganaron la delantera en la generación de empleos”, subrayan en el estudio.

Formalidad. “Los trabajadores formalmente cubiertos por la legislación laboral no representan más del 26%, llegan al 44% en alimentos, al 21% en confecciones y apenas al 16% en textiles”, precisan en el estudio del Cedla. Explican que las encuestas de hogares realizadas por el INE, a pesar de sus limitaciones para una diferenciación precisa, “brindan una mejor aproximación a la magnitud del empleo por formas de organización del trabajo”.

En ese marco, en el 2007, el 51,6% de los trabajadores estaban ocupados en el trabajo artesanal. El resto, 48,4%, en las grandes, medianas y pequeñas empresas; de este porcentaje “la manufactura y la gran industria lo hacían con el 26,1%. Es decir, que las formas más avanzadas ocupaban a menos de tres de cada 10 trabajadores de la industria manufacturera”.

En relación al género, un 60% de los ocupados eran hombres y el 40% eran mujeres, en el 2007. El estudio también detalla que los ocupados en promedio tenían 38 años. Los de menor edad trabajan en textiles. Los más jóvenes, de ambos sexos, están ocupados en El Alto y Cochabamba. En cuanto a los años de estudio aprobados en promedio no terminaron la secundaria.


Cedla y fabriles impulsan estudios

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), en un acuerdo con el Fondo de Cooperación al Desarrollo Solidaridad Socialista (Fos) en el marco del Programa de fortalecimiento institucional del Fos con la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia, realizaron el estudio Industria manufacturera Los sindicatos frente a la precariedad laboral, documento que fue concluido en agosto de este año. La publicación se puede encontrar en la página web del Cedla.