Según el nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a nivel mundial -desde 1995- la desigualdad de género en el empleo disminuyó sólo 0,6 puntos porcentuales con una relación empleo-población en 2015 de 46 por ciento para las mujeres y casi el 72 por ciento para los hombres.
El informe "Mujeres en el trabajo: Tendencias 2016" mostró que aún existen enormes desafíos para las mujeres, ya que siguen enfrentándose a diversos problemas para encontrar y mantener puestos de trabajo decentes y bien remunerados en todo el mundo, dijo el director general de la OIT, Guy Ryder.
El informe es una contribución a la Iniciativa del Centenario de la OIT 2019, sobre las mujeres en el trabajo ya que también representa el compromiso de los trabajadores, empleadores, representantes de las organizaciones de los trabajadores y la participación de gobiernos de la Organización Internacional hacia la Igualdad de Género.
Por su parte, la jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad de la OIT, Shauna Olney declaró que: "el objetivo es alcanzar la igualdad de género en el trabajo, en consonancia con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Nadie debe quedar rezagado. Hay que garantizar para un futuro el trabajo tanto para mujeres como para hombres".
El informe examinó datos de hasta 178 países y concluyó que las desigualdades entre mujeres y hombres persisten en un gran número de sectores del mercado de trabajo mundial.
Además, éste muestra que a lo largo de las dos últimas décadas, los importantes progresos alcanzados por las mujeres en la educación no se han traducido en mejoras comparables en su posición en el trabajo.
En 2015 hubo 586 millones de mujeres que fueron trabajadoras por cuenta propia o trabajadoras familiares no remuneradas.
A escala mundial, la proporción de aquellos que trabajan en una empresa familiar (trabajadores familiares auxiliares) disminuyó de manera significativa entre las mujeres (de 17.0 puntos porcentuales a lo largo de los últimos 20 años) y en menor grado entre los hombres (de 8.1 puntos porcentuales), la desigualdad de género en el trabajo familiar auxiliar se redujo a 11 puntos porcentuales.
Si bien 52.1 por ciento de las mujeres y 51.2 por ciento de los hombres en el mercado laboral son trabajadores asalariados, esto no garantiza una mejor calidad del empleo.
A nivel mundial, el 38 por ciento de las mujeres y 36 por ciento de los hombres en empleos asalariados no contribuyen con la protección social.
Las tendencias en 2016 proporcionan además nuevos datos de hasta 100 países sobre las horas de trabajo remunerado y no remunerado, el acceso a la protección de la maternidad y a las pensiones.
Sin embargo, las mujeres siguen trabajando un número mayor de horas al día que los hombres, tanto en el trabajo remunerado como en el no remunerado.
En los países con altos y bajos ingresos las mujeres realizan en promedio, al menos dos veces y media más trabajo doméstico y de cuidado familiar que los hombres.
El desequilibrio en la proporción del trabajo no remunerado limita la capacidad de las mujeres de incrementar sus horas de trabajo asalariado, formal y remunerado.
Como resultado, en todo el mundo, las mujeres que representan menos de 40 por ciento del empleo total, constituyen 57 por ciento de los que trabajan menos horas y a tiempo parcial.
Aunque se han registrado algunas pequeñas mejoras en la reducción de la brecha salarial de género, si la tendencia actual persiste, la OIT confirmó que serán necesarios otros 70 años para eliminar completamente las diferencias salariales por género.
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