Emma Jacobs/Financial Times Newspaper Spanish
Hay algunos empleos que requieren carisma, confianza y el deseo de protagonismo. Luego están aquellos en los que estas características serían un obstáculo, como el puesto de un asistente personal privado, que desempeña su cargo principalmente fuera de la oficina, y se encarga de una combinación de asuntos sociales y laborales, quizás para una persona rica o una celebridad.
Fiona Barratt-Campbell, una diseñadora de interiores en Londres, dice que ella busca un asistente personal que entienda que no es un empleo "súper glamoroso”. El papel requiere una persona "práctica”. El trabajo es gratificante, dice, porque "se trata de manejar la vida de otra persona”.
En su caso, ella tiene a Joanna Paxton, su asistente personal privada, quien maneja su agenda, así como a sus tres hijos, y coordina sus actividades con su esposo, Sol Campbell, el exfutbolista del equipo inglés y de la Premier League, quien también tiene su propio asistente personal.
La confianza es clave para la relación laboral. "Tienes los contactos y el acceso a personas importantes, por lo que no puedes correr el riesgo de que caigan en las manos equivocadas”, dice.
Un oficio de carácter
Tim Fitzgerald, un asistente personal de una persona muy rica en Londres, dice que su primer jefe definió el carácter de su profesión, diciéndole: "No se trata de ti, se trata de mí”. Él asegura que esa instrucción le ha sido muy útil. Wendy Johnston, fundadora de Working Girls, una agencia de contratación con sede en Londres, dice que "los mejores asistentes personales recuerdan quiénes son”.
El trabajo varía en función de los empleadores, quienes son una combinación de gente de negocios, celebridades y familias adineradas. Sin embargo, puede esperarse que los asistentes personales privados planifiquen viajes y supervisen al personal privado. A algunos se les pedirá que dividan sus roles entre la oficina y el hogar, o que acompañen a su empleador mientras viaja.
Algunos asistentes disfrutan de sus trabajos porque les permiten conocer la vida de una celebridad, de un individuo súper rico o de un empresario exitoso; puede ser una oportunidad para sondear la mente de esas personas y entender cómo funciona la industria de su empleador.
El trabajo puede ofrecer una oportunidad para observar de cerca el mundo de los negocios o la vida en Hollywood. A otros les satisface simplemente organizar la vida de otros.
Bonnie Low-Kramen, quien trabajó como asistente privada de la actriz ganadora del Oscar Olympia Dukakis durante 25 años hasta el año 2011 cuando pasó a entrenar asistentes, dice que el trabajo requiere personas que tengan la actitud de hacer "lo que sea necesario” y un "corazón servicial” así como un "deseo de lograr cosas”.
Brittany Harrer solía trabajar como asistente personal de un filántropo antes de fundar The Pocketbook Agency en West Hollywood. Afirma que el reto del trabajo es que se espera que el asistente en todo momento sepa qué está sucediendo. Y al desempeñar el papel de guardián, un asistente debe aprender a tratar con personalidades difíciles, ella añade.
Se necesita tener la piel dura, dice Lucky Romero, quien comenzó como asistente y ahora trabaja para Gene Simmons, el bajista de la banda de rock KISS, y su socio de negocios Rich Abramson, gerente de la franquicia cómica de Pee-wee Herman.
"Muchísimas celebridades contratan a personas que a todo dicen que sí”, indica. "Es difícil decir que no”. En el caso de los asistentes personales privados, los límites entre el empleador y el empleado pueden ser especialmente difíciles.
La señora Johnston conoce a un empresario que frecuentemente pone a prueba a su asistente personal, enviándole un mensaje en cualquier momento del día o de la noche y exigiendo una respuesta dentro de una hora. Si él no recibe una respuesta, "considerará que su asistenta no está cumpliendo con su trabajo”, dice.
Para aquellos que hacen la transición de una oficina a una residencia privada, el aislamiento puede ser un shock. Ésa es la razón por la cual Victoria Rabin fundó la Executive Assistants Organization en 2012, que incluye tanto a asistentes ejecutivos corporativos como privados.
La red con sede en EEUU tiene secciones locales que les dan a sus miembros la oportunidad de reunirse y discutir sus problemas. "Los asistentes no pueden hablar con nadie. El trabajo es altamente confidencial”, dice.
La mayoría tiene que firmar acuerdos de confidencialidad. También existe la Association of Celebrity Assistants en EEUU y el Reino Unido. Es una industria que discrimina a los hombres, dice Fitzgerald. "Los asistentes personales masculinos hacen un trabajo increíble. Los reclutadores deben promover más a los hombres”.
Jessica Williams — exasistenta personal quien ahora es directora ejecutiva de Sidekicks, la cual recluta asistentes ejecutivos y privados — coincide con Fitzgerald. "Definitivamente se contratan menos hombres”.
Johnston dice que el camino típico que recorren los hombres para obtener el trabajo incluye la administración de propiedades u otros empleos como ser chóferes o agentes de seguridad, en lugar del aprendizaje de taquigrafía y mecanografía, que era la forma de acceso tradicional para las mujeres.
Sin embargo, actualmente las mujeres suelen haber trabajado en empresas de relaciones públicas, en el área de la moda o como asistentas personales corporativas. Ella afirma que una cuarta parte de los candidatos que se presentan en su agencia son del sexo masculino.
El aumento del número de asistentes personales masculinos es un gran cambio en el sector desde que ella abrió su propia agencia a principios de 1990, dice. Sin embargo, las mujeres también sufren sexismo, señala Williams. El atractivo de una mujer puede ser lucir bonita y hablar correctamente, dice. "Es una industria extraña y retrógrada”.
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