El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Lic. Gary Rodríguez, expuso ayer que cuidar la economía del país implica también pensar en las empresas que generan empleos formales, y para esto se debe evitar incrementos salariales desproporcionados, por lo que pidió al Gobierno no ceder ante los requerimientos y “chantajes” de la Central Obrera Boliviana (COB) que demanda un alza del 15% al salario mínimo nacional y 10% al haber básico.
“Cuidar la salud de la economía significa no ser desproporcionado en una decisión, no tener que someterse al chantaje, a presiones de tipo político, como estila hacer la COB, tantas veces”, apuntó el dirigente empresarial.
Indicó luego que, como se le ha escuchado decir al presidente Evo Morales sobre cuidar la economía, que esta no debe ser pensando en abstracto, sino cuando se habla de cuidar la economía también hay que pensar en las empresas, “que principalmente en el sector formal tienen la gran tarea de crear empleo sostenible y de calidad”.
El punto de vista del presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, es que el incremento salarial para esta gestión debería ser del 3 al 3,5%, tomando en cuenta que la inflación de la gestión 2017 fue de 2,71%.
“Hay que entender que no todas las empresas han crecido o están creciendo, hay muchas que no crecen, hay algunas que inclusive están en problemas; por lo tanto, cuidado que el remedio resulte peor que la enfermedad”, reflexionó el directivo.
DECLIVE
Citó que varios indicadores económicos que se encuentran en declive reflejan los problemas que atraviesa la economía del país.
“Por ejemplo, la tasa de crecimiento del PIB en los últimos años ha ido de más a menos, las importaciones están creciendo, el desempleo en el país se hallan en aumento, el propio Gobierno demuestra desde el año pasado exterioriza preocupación por diseñar un programa de generación de empleo en el país, porque se ha dado cuenta que la tasa de desempleo ha aumentado, las exportaciones están golpeadas, hay sectores como el forestal, el textil, incluso el comercial, que empieza a sentir una disminución en sus ventas”, apuntó.
AUMENTOS
La empresa privada calculó que entre 2005 y 2017 los trabajadores del país se beneficiaron con un explosivo aumento al salario mínimo nacional, al haber pasado de Bs 424 a Bs 2.032, (equivalente a 61 y 292 dólares, respectivamente), que representa un incremento porcentual de casi 379 por ciento, lo que no tiene precedentes en la reciente historia económica de Bolivia.
El sector empresarial, en documento publicado el fin de semana, advirtió que ”la situación ha cambiado, porque desde 2014 y por cuarto año consecutivo la economía nacional sufre desaceleración continuada, por una fuerte caída de las exportaciones y la contracción de la demanda interna, traducida en un alto déficit fiscal y en otros desequilibrios comerciales, fiscales, monetarios y financieros, todo lo cual que ponen en riesgo la estabilidad macroeconómica”.
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