Permiso laboral, ¿Cuándo, cómo y por qué?

Cuidados de hijos o de algún familiar, intereses o proyectos personales, ejercicio de algún cargo público, o por mutuo acuerdo con la empresa, son algunas de las circunstancias que se pueden dar para que un empleado no tenga otra opción que solicitar una excedencia laboral (suspensión temporal) en su fuente de trabajo, conservando su derecho a la reincorporación cuando dicho plazo acordado se haya vencido.

Depende de cada empresa. En ese sentido, el experto en derecho comercial y corporativo, Christian Améstegui, indica que estos aspectos son normados en un reglamento interno, lo que quiere decir que en cada empresa es diferente, y aclara que en Bolivia, la Ley del Trabajo de 1942, no considera ninguno de estos aspectos.

Excedencia voluntaria. Por su parte, expertos en el sitio enplenitud.com, explican que una excedencia puede ser voluntaria, forzosa, o pactada. En la voluntaria se dan casos de cuidados de hijos o de familiares en casos de incapacidad o enfermedad grave, donde se computa la antigüedad. Por otra parte, cuando se da por intereses particulares, se concede con al menos un año de antigüedad, donde no se computa a efectos de antigüedad, claro que los tiempos y requisitos pueden diferir de una empresa a otra.

Excedencia forzosa. Por otra parte, se puede dar una excedencia forzosa, cuando se ejerce un cargo público o sindical, y tal situación le imposibilite asistir al trabajo. Si bien este tipo de excedencia depende de varios factores, la licencia es mientras dure el ejercicio del cargo.

Excedencia pactada. Por último, también puede darse una excedencia pactada o de mutuo acuerdo. Se refiere cuando el empresario y trabajador pactan la suspensión temporal en las condiciones y plazos que decidan. Los motivos pueden ser diversos como reciclarse profesionalmente mediante estudios relacionados con su profesión. Su duración está sujeta al acuerdo entre partes.