¿Desea ser más productivo en el trabajo? Asegúrese de dormir al menos siete horas por la noche, pero puede fumar y beber todo lo que quiera.
Un estudio realizado a más de 21.000 empleados muestra una fuerte conexión entre la falta de sueño y una menor productividad en el trabajo. Pero, para sorpresa de los investigadores, el consumo de alcohol y tabaco parece no influir en lo absoluto.
Factores que influyen
Vitality Health, una compañía de seguros de salud y vida, encargó a la organización de investigación Rand Europe y a la Universidad de Cambridge estudiar los factores que afectan la productividad de los trabajadores. Utilizaron datos obtenidos en las encuestas realizadas a los empleados por las compañías que participaron en la competencia "La Compañía Más Saludable de Gran Bretaña”, organizada por la propia aseguradora.
Los investigadores descubrieron que los empleados que dormían seis horas o menos cada noche fueron significativamente menos productivos que los que dormían siete u ocho. Otros 11 factores también se correlacionaron con la productividad, definidos como ausentismo laboral o "presentismo laboral” (cuando las personas iban a trabajar, pero no rendían al máximo).
Sin embargo, los investigadores señalaron que la correlación no implica necesariamente causalidad. Todos los empleados que se encontraban físicamente inactivos, tenían preocupaciones financieras, problemas de salud mental o problemas musculoesqueléticos, reportaron una menor productividad, al igual que aquellos que dijeron que eran intimidados en el trabajo o estaban bajo presiones de tiempo poco realistas.
Los empleados con responsabilidades no remuneradas vinculadas al cuidado de personas también fueron menos productivos. Sin embargo, otros factores parecen no tener ningún vínculo con la productividad, como el consumo de tabaco, el de alcohol y la obesidad severa. "Es algo de lo que hablamos largo y tendido cuando analizamos los datos, porque estábamos muy sorprendidos”, dijo Shaun Subel, director de estrategia de Vitality Health.
Lo que buscan las compañías
Shaun Sube explicó que el estudio sólo midió los efectos de la productividad a corto plazo, mientras que los hábitos como fumar, beber y comer en exceso pueden causarles problemas de salud a largo plazo a los empleados, lo cual luego puede tener un impacto en el trabajo.
"Los datos nos dan una nueva y poderosa forma de decirles a las compañías que, prácticamente, se pueden fijar los objetivos: si se desean efectos en la productividad a corto plazo, éstos son los factores más importantes que probablemente se deben observar. Si les preocupa la salud a largo plazo de sus empleados, éstos son los factores”, sostuvo Subel.
"Es importante destacar que hay compañías que quieren estar pendientes de ambas cosas”. En Estados Unidos, donde las empresas tienen grandes responsabilidades de atención a la salud, hay razones financieras significativas para querer mejorar la salud de los trabajadores.
Algunas compañías están experimentando con monitores de actividad de vestir para sus empleados y así estimularlos a hacer más ejercicio.
Sin embargo, el estudio no encontró una relación entre el hecho de que un empleador les proporcione programas de salud o bienestar a sus empleados y la productividad de los mismos. El estudio tiene limitaciones: puesto que utilizó encuestas autodeclaradas, las personas pudieron no haber reportado sus malos hábitos con toda sinceridad o haber exagerado en cuanto a su productividad.
La muestra también podría ser poco representativa, debido al perfil de las compañías que estuvieron más dispuestas a participar voluntariamente en la competencia "La Compañía Más Saludable de Gran Bretaña”, y a que los empleados más saludables de esas compañías fueron los que probablemente estuvieron más dispuestos a participar.
La edad promedio de los empleados de la muestra fue de 36 años, poco más de la mitad tenía un título universitario y casi tres cuartas partes tenían empleos en oficinas.
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