La delegación boliviana ante la OIT, encargada de defender por qué Bolivia aceptó el trabajo infantil desde los 10 años, “quedó muy mal parada” en la sesión y “perdió el apoyo irrestricto” que tenía de los países del Grulac (América Latina y el Caribe), informó la agencia argentina Telam.
Bolivia, Venezuela, El Salvador, México, Guatemala y Honduras están en evaluación del órgano de control de la entidad en la 104 Conferencia anual que se desarrolla desde el pasado lunes en Ginebra.
El caso de Bolivia, cuya legislación contempla el trabajo desde los 10 años, fue centro de duros debates ayer en la Comisión de Aplicación de Normas, el órgano permanente de control, integrado por las delegaciones tripartitas (gobiernos, trabajadores, empleadores).
Los representantes de los países del Grulac (gobiernos de América latina y el Caribe) va a la vanguardia de los esfuerzos por combatir el trabajo infantil, precepto básico de la OIT, según resumieron a Télam fuentes de varias representaciones.
El artículo 129 del Código del Niño, la Niña y el Adolescente fue modificado el año pasado para permitir el trabajo de niños de 10 años por cuenta propia y de 12 por cuenta ajena, lo que está reñido con el Convenio 138 de la OIT, que estipula la edad mínima en 14 años.
En la sesión de ayer, las tres partes de la delegación boliviana fueron escuchadas en el pleno de la Comisión de Normas, en la que el Gobierno, con el que los empresarios “hicieron causa común, quedó muy mal parado”, contó el jefe de una delegación sindical caribeña.
En su defensa, el gobierno de Evo Morales argumentó que el trabajo desde edad temprana es una cuestión cultural en Bolivia, ante el plenario de la Conferencia. El ministro de Trabajo boliviano, Gonzalo Trigoso, sostuvo que los programas de generación de empleo y el Plan Quinquenal de Desarrollo Económico 2015/20 implicarán que “en breve plazo se producirá un enorme incremento en la demanda de fuerza de trabajo, que estará destinada a incorporar al trabajo digno a sectores sociales económicamente deprimidos, con la finalidad de continuar disminuyendo los índices de pobreza y desempleo, así como la eliminación del trabajo infantil”.
La explicación sobre la cuestión “va a contramano de las iniciativas a nivel mundial, pero sobre todo a nivel regional sobre la erradicación del trabajo infantil”, señaló un funcionario de un país latinoamericano, de buenas relaciones con La Paz, quien sostuvo que la situación sobre la cuestión en Bolivia no solo “se da de patadas con la tradición sindical” sino que “plantea problemas a nivel regional”.
“En el Grulac hubo mucha discusión porque se había preparado un primer borrador sobre el tema que era casi una reivindicación del trabajo de los menores, que causó gran insatisfacción en varios gobiernos”, por lo que Bolivia “perdió el apoyo irrestricto”, ya que se prioriza que “existe una iniciativa regional para erradicar el trabajo infantil”, señaló el delegado gubernamental.
Tanto sindicalistas como empleadores, consultados por Télam, coincidieron en calificar de “indefendible” el caso de Bolivia, aunque algunas voces gremiales, en menor medida, lo consideraron “una cuestión política”.
Luego de la exposición de los tres grupos de la delegación boliviana, la Comisión de Normas elaborará un informe con recomendaciones al plenario de los 185 miembros tripartitos de la Conferencia, que será tratado y votado el viernes y sábado, según las fuentes consultadas por Telam, dicha recomendación será como mínimo el envío de una misión técnica para que Bolivia corrija la situación, según el informe periodístico.
La Comisión incluirá también en el informe de los 25 países que cada año selecciona este órgano entre los “infractores” a la normativa internacional los casos de Venezuela, Guatemala, Honduras, El Salvador y México, en los que tanto trabajadores y empleadores están afectados, en algunos casos con violencia extrema y hasta muertes.
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