Para Allen Blue (Chicago, 1967) lo más importante para conseguir un empleo es la conexión personal. El cofundador de LinkedIn, la plataforma online de contactos profesionales con más usuarios registrados en todo el mundo -más de 450 millones en 200 países-, reconoce que los encuentros cara a cara son más efectivos que los virtuales. Eso sí, asegura que su web es la mejor herramienta para la primera toma de contacto.
Ser el líder de una de las compañías más exitosas de Silicon Valley (Microsoft pagó el pasado junio más de 26.000 millones de dólares para adquirir LinkedIn) le hace tener un tesoro entre sus manos: millones de datos sobre el tipo de trabajos que buscan y realizan las personas. Sabe que los códigos de contratación de las empresas han cambiado y que los títulos, sean universitarios o no, ya no son lo que más cuenta. Son las habilidades, lo que el candidato es capaz de hacer y las experiencias reales que lo demuestran.
Graduado en Arte Dramático por la Universidad de Stanford, Blue es todo un ejemplo de lo que predica; la formación constante para adaptarse a los nuevos perfiles que demanda el mercado. De profesor de escenografía e iluminación en esa misma universidad, dio el salto al mundo de la empresa como diseñador web en una tecnológica. En 2003 cofundó LinkedIn -es el máximo responsable de estrategia de producto- y ahora también ejerce como asesor del departamento de Comercio del Gobierno de Estados Unidos
El pasado miércoles, Blue visitó Madrid para inaugurar la tercera edición del South Summit, el evento de referencia del sur de Europa para las startups y los inversores. En su perfil de LinkedIn deja claro que su agenda está apretada: “Estoy abierto a debatir sobre cualquier proyecto, pero mi tiempo es limitado”. Rodeado de tres responsables de comunicación, Blue dispone de 30 minutos para responder a las preguntas de EL PAÍS.
Pregunta. ¿Cómo ha cambiado la forma de presentar el currículum en LinkedIn? ¿Saben ahora los usuarios venderse mejor?
Respuesta. En 2003 los perfiles eran muy básicos. Consistía en subir el currículum a una plataforma online. Hoy los usuarios pueden subir diferentes contenidos para enriquecer su perfil, como su portfolio, fotografías, artículos en los que se les mencione o contenidos publicados por ellos. Tienen la posibilidad de ofrecer información que va más allá de lo estrictamente profesional, como por ejemplo, hablar de sus voluntariados. El avance más importante es que ahora pueden añadir habilidades concretas y recomendaciones de terceros sobre su dominio de las mismas. Al principio el perfil lo que creabas tú solo, ahora es algo que puedes cocrear con tu red de contactos. Para las empresas es clave lo que los demás dicen sobre ti.
Según el informe de tendencias 2015 de LinkedIn, las tres palabras más utilizadas en todo el mundo por los usuarios para describirse fueron liderazgo, motivado y creativo. Desde la plataforma recomiendan evitarlas para diferenciarse de los demás.
P. ¿Qué hay que hacer para conseguir un trabajo a través de LinkedIn?
R. Hemos invertido una cantidad desorbitada en el desarrollo de herramientas para encontrar trabajo, como por ejemplo la App LinkendIn Job Search, con la que se pueden activar alertas de empleo en determinados campos, o una específica para estudiantes -LinkedIn Students- que les ayuda a identificar las nuevas profesiones e investigar en qué consisten. Lo más importante es que LinkedIn te permite construir una red de contactos para de verdad tener oportunidades de conseguir un empleo. Cuando sigues a una empresa, puedes ver las últimas noticias y actualizaciones de la compañía, las novedades del sector y estar al día también de las oportunidades laborales que ofrece. Y lo más importante, puedes conectar con trabajadores actuales o ex empleados y conseguir otro tipo de información. Cuando alguien está buscando trabajo no suele pensar en acercarse a alguien de la empresa, y ahí es donde está la clave. LinkedIn hace fácil esa tarea. Creo que también hay que escuchar cómo habla esa persona de la empresa para asegurarte de que quieres ir allí a trabajar.
P. Cada día manejan millones de datos sobre las búsquedas de empleo y los perfiles más buscados por las empresas. ¿Cuál es la nueva tendencia?
R. Ha habido un cambio en la forma en que los reclutadores miran los perfiles y un giro de 180 grados en los elementos que influyen a la hora de contratar a alguien. Ya no se basa tanto en el título como en las habilidades y los logros profesionales. Si creen que el candidato está lo suficentemente preparado, no importa el título que aparezca en su perfil. Este es un factor determinante en un mundo en el que las habilidades necesarias para encajar en un puesto de trabajo cambian tan rápido.
P. ¿Podemos entonces afirmar que en un futuro inmediato los títulos universitarios ya no van a ser necesarios?
R. La forma en la que la gente se presenta ha cambiado. Qué sabes hacer; ahí está el foco. Eso abre un gran abanico de posibilidades: los microcréditos, los microgrados o los llamados nanogrados, cursos muy específicos de corta duración y menor coste. Las universidades podrán crear pequeños formatos para certificar habilidades muy concretas, y así sustituir los cursos tradicionales. Las cosas han cambiado, la gente ya no tiene que acabar la universidad o tener un título específico, puedes demostrar lo que sabes hacer.
P. ¿En qué puede afectar a los usuarios de LinkedIn la adquisición de la compañía por parte de Microsoft? ¿Cómo pueden estar seguros de que no se hará un uso ilícito de sus datos?
R. Todavía no hemos cerrado el acuerdo, y por tanto, no podemos avanzar nada. Los datos que los usuarios nos proveen pertenecen a ellos, ellos tienen el control: pueden cambiarlos, actualizarlos o borrarlos. Linkedin cuenta con medidas de seguridad para prevenir que esos datos se exporten sin nuestro permiso. La confianza de los miembros en esta red social es la clave de nuestro éxito y Microsoft entiende y respeta esa relación especial que tenemos con los usuarios.
P. ¿Qué sectores emplean en mayor medida LinkedIn para reclutar nuevos perfiles?
R. Según nuestro informe de tendencias 2015, las industrias más técnicas y altamente especializadas, como los fondos de capital riesgo, las consultoras o las organizaciones políticas. La mayor aportación de LinkedIn es que permite reclutar el talento más raro y escaso, el más difícil de encontrar. Si una empresa está intentando detectar a un buen experto en datos, tiene casi garantizado que ya estará trabajando para alguien. El único lugar donde puede encontrar a ingenieros de datos en activo por todo el mundo es LinkedIn.
P. Aceptar todas las solicitudes de amistad. ¿Sí o no?
R. No hay una manera correcta de hacerlo, pero mi consejo es que conectes con gente a la que quieras ayudar. Cuando te llegue una invitación, el test clave es: ¿le ayudaré en algún momento a conseguir sus objetivos? ¿Estaré dispuesto a hacer el esfuerzo? Si la respuesta es sí, entonces tendrá sentido conectar. Si no, es perfectamente aceptable ignorar esa petición.
P. ¿Qué ventajas tienen las cuentas Premium?
R. A los que buscan empleo, les permite conectar con gente que no forma parte de su red de contactos, obtener información de qué perfiles están buscando las empresas o saber quién mira su perfil. A los reclutadores, buscar de forma más fácil candidatos para un puesto y poder comunicarse con ellos. Otra de las ventajas es el acceso a LinkedIn Learning, un servicio de cursos enfocados a habilidades de rápido aprendizaje que lanzamos en 2015 y duran de dos a doce horas. Queremos asegurarnos de que estamos entrenando las nuevas habiliadades que los trabajores necesitan. Lo hacemos con empresas y universidades, como la Arizona State University, una pública muy innovadora.
P. ¿Qué hay que hacer para trabajar en LinkedIn?
R. No quiero sonar repetitivo, pero lo que ya he dicho antes: intentar desayunar o comer con algún empleado para entender qué hace la empresa y si encaja con lo que esperabas. Lo ideal es contactar con él a través de algún contacto común. Lo más importante es la conexión personal.
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