El desempleo se hace evidente en tiempos de pandemia. Según datos del instituto Nacional de Estadísticas (INE), hasta abril la tasa de la población desocupada en el área urbana alcanzó un 7,34%, la más alta desde febrero de 2016 (6,48%).
La cifra refleja lo que varios sectores advirtieron en días pasados, el desempleo aumenta en la medida que siguen vigentes la cuarentena y el aislamiento decretado por el Gobierno para evitar la expansión del coronavirus.
La llegada de la pandemia al país obligó al Gobierno de transición a decretar una cuarentena total en el país. Todas las actividades, salvo las consideradas esenciales, como la producción de alimentos y de insumos de sanidad, paralizaron sus actividades.
Solo en el sector, la micro, pequeña y mediana empresa (Mype), según datos del sector, unas 150.000 unidades de negocios han quebrado y dejado sin trabajo a más de 500.000 personas. La situación tiende a agravarse debido a que las medidas lanzadas por el Gobierno de transición no se materializan.
El presidente de la Cámara de Industria Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, Fernando Hurtado, admitió en una entrevista en el programa radial: ¡Qué semana! de EL DEBER Radio que “están cayendo muchos empleos y empresas”.
Sin embargo, aseguró que el sector empresarial seguirá "trabajando para recuperar los empleos que se han perdido".
Una encuesta realizada por la Cámara de Nacional de Industria (CNI) advierte que el 73% de las empresas industriales estiman reducir personal; solo el 1,8% contratarán en 2020.
Además, el 49% de las fabricas esperan que esta reducción ronde entre el 11% y el 50%, situación que genera profunda preocupación al sector.
Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), el 84% de los trabajadores a escala nacional se concentra en cinco de los 20 sectores, encabezados por los servicios de la administración pública y sociales; seguidos de la agropecuaria, comercio, restaurantes y hoteles, manufactura y construcción. Los trabajadores asalariados se concentran en los servicios, la manufactura y la construcción; los no asalariados en la agropecuaria, el comercio y restaurantes y hoteles.
Todos estos, según la organización, están afectados por la emergencia sanitaria.
“Los trabajadores independientes, asalariados de pequeñas y microempresas y los temporales del sector formal son los más afectados por la crisis”, señala la organización.
El estudio agrega que en “poco tiempo, la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha profundizado la desaceleración económica, el desempleo, la precariedad del trabajo, la desprotección social y las múltiples desigualdades que inciden en la pauperización creciente de nuestra sociedad”.
Además, asegura que “hizo visibles las estructuras y procesos que en los últimos 14 años de gobierno del MAS estaban encubiertos con el discurso oficial de reducción de la pobreza monetaria y el aumento de las clases medias”.
Para contrarrestar esta situación el Gobierno lanzó Programa Nacional de Reactivación del Empleo, que prevé la inyección de liquidez en la economía de al menos Bs 30.000 millones, para la preservación de 4 millones de fuentes laborales.
Este proyecto tiene previsto la creación de hasta 50.000 empleos mensuales.
Este plan establece la creación de varios fondos para apuntalar el acceso de créditos para las empresas afectadas por la emergencia sanitaria que afectó sus ingresos.
Anteriormente el Gobierno lanzó el bono Universal, una asistencia social del Bs 500 para aquellas personas que se quedaron sin trabajo durante la pandemia.
El sector empresarial ponderó el programa y espera que se aplique de forma rápida, porque muchas unidades de negocios se encuentran al borde del colapso.
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