Así como surgen nuevos oficios, hay otros que están en peligro de extinción. Es que con el paso de los años el auge de la tecnología y las necesidades de las nuevas generaciones forjan trabajos que hasta hace diez o menos años eran inimaginables. En una sociedad como la cruceña se puede percibir que algunas de las viejas ocupaciones mantienen su espacio en una ciudad que se mueve aceleradamente y que va dejando los aires de pueblo porque la Internet, los edificios y la competencia ‘salvaje’ caminan a pasos agigantados.
Renovarse para no morir es el lema de varias personas que tuvieron que actualizar sus conocimientos para seguir vigentes y continuar garantizando el sustento diario para sus familias. Así, por ejemplo, una mujer que alquilaba al público películas en VHS tuvo que guardar los casetes e invertir en películas en formato DVD, y cuando la piratería amenazó seriamente el negocio atinó a buscar otra salida.
Con 55 años de experiencia en la reparación de máquinas de escribir, Jaime Rodríguez asegura que tuvo que ampliar sus conocimientos y pasar de las herramientas manuales a la reparación de las piezas electrónicas, donde el trabajo es más moroso, pero también es más requerido en estos tiempos en que la computadora se ha tornado casi imprescindible.
En el mercado, así como se puede conseguir profesionales expertos en diseñar páginas web o crear software para aplicarlos en empresas millonarias, todavía es posible toparse con un afilador de cuchillos, un reparador de máquinas de escribir o un caligrafista que rotula con mucho estilo un sobre.
“Lo cierto es que aún hay espacio para todos”, dice el economista Waldo López, que considera que el proceso urbanístico de la ciudad, la demanda de productos de consumo y de servicios, a mayor escala, y la competitividad entre empresas y personas, han consolidado unos trabajos y puesto en la sombra a otros.
“Los nuevos oficios tienen que ver con el mundo de la informática y el diseño gráfico porque las empresas ofertan sus productos por las ventanas de la Internet y los envases y las etiquetas de sus presentaciones tienen que distinguirse de los de la competencia”, explicó.
López dice que hay que poner atención en las ramas técnicas puesto que quienes se dedican a éstas suelen ser más exitosos y ganar más dinero que quien tenga un montón de títulos acumulados. “Alguien que crea un software puede ganar más dinero que él que hizo un doctorado”, resaltó.
La convivencia entre nuevos y viejos oficios se da tanto en la zona central de la ciudad como en la periferia. Por ejemplo, en el casco viejo todavía es posible tomarse una fotografía en blanco y negro como también otra con una máquina digital y en un estudio lleno de luces, cuyo revelado está listo en dos minutos.
Los testimonios dan cuenta de que el trabajo se transforma y genera nuevos perfiles profesionales que en el transcurso del tiempo toman fuerza y se vuelven imprescindibles. El manejo de la imagen de una empresa es uno de ellos, por eso los relacionistas públicos cada vez se vuelven más requeridos aunque con el giro de imagen corporativa, al igual que los asesores virtuales.
De igual forma, los profesionales apuntan a que su fuente laboral no sólo les permita ganarse el sustento de su hogar, sino que también les ayude a mejorar su calidad de vida.
Trabajos novedosos
Adela Adrián
Sabe que hay familias que tienen verdaderos tesoros guardados en videos en VHS, betacam, discos de vinilo, casete de audio y otros soportes que fueron absorbidos por la tecnología digital. Por eso, ella ofrece el servicio de transformarlos y grabarlos en CD y en DVD para que puedan volver a ser vistos o escuchados. Adela, antes de este trabajo que ella lo considera novedoso, se dedicaba a alquilar películas originales en VHS y luego en DVD. Pero como vio que el negocio no tenía futuro apostó por algo nuevo y que tenga mayor demanda. Ella atiende en el quinto anillo y Av. 2 de Agosto.
Cinthia Camacho | Relaciones públicas
Es jefa de relaciones públicas de Grupo Makhassan. Está a punto de culminar sus estudios en esta carrera, pero de forma paralela lleva tres años en ejercicio. Comenta que este oficio se ha vuelto una necesidad para las empresas. “Un relacionador es el que opaca o soluciona los problemas, y vela por el bienestar y la imagen de la empresa. El cliente tiene que quedar feliz y conforme con lo que se le ofrece”, dijo. Comenta que este trabajo es requerido, aunque también exige mantener una buena imagen personal.
Segovia Y A. Ordóñez | Informáticos
Walter Segovia y José Antonio Ordóñez, profesionales en el área de la tecnología, pusieron a prueba sus conocimientos cuando una compañía petrolera les comentó que su equipo importado que medía la calidad del gas se había averiado. Ellos se pusieron manos a la obra y en pocos meses crearon un software para procesar las señales de los cromatógrafos que sirven para analizar la composición del gas natural. Hemos vendido como seis. Es un equipo que llenó una necesidad en el país. Pensamos exportar”, señaló Segovia.
Ellos perduran en el tiempo
Jaime Rodríguez | Técnico
Este orureño tiene 72 años y lleva 55 años arreglando máquinas de escribir, calculadoras, sumadoras y equipos de fax, entre otras herramientas, todas de uso manual. Asegura, que para poder subsistir, también aprendió a arreglar piezas eléctricas hasta llegar a las computadoras y ahora arregla hasta rokolas. Tiene clientes que le compran máquinas de escribir muy antiguas, que luego llevan a vender al exterior a mejor precio. Cuenta que los menonitas son los que más compran calculadoras y otros equipos de uso manual.
Limbert Arredondo | Hace cartas
Atiende un punto Internet, donde también se sacan fotocopias. Lo que le marca la diferencia, con otros negocios de esta área, es que por la demanda de cartas que necesita la gente para hacer trámites en las oficinas de impuestos municipales, ha incluido este servicio. Cobra entre Bs 10 y 15 por cada misiva. Tiene varios modelos y estilos preparados, lo que le permite hacerlo con celeridad.
Carlos Lavayén A. | Caligrafista
Desde hace más de 15 años trabaja en la rotulación de invitaciones de boda, bautizo, cumpleaños en caligrafía artística. Fabrica y adapta las plumas que utiliza en cada uno de los trabajos. Según cuenta, hace algunos años la demanda de este oficio era muy alta, aunque asegura que, a pesar del tiempo, mantiene clientes que solicitan rotulaciones para enviar al exterior. En su domicilio ha instalado su taller donde se lucen los tinteros y las diferentes plumas debidamente seleccionadas, incluso tiene algunas que datan desde 1877, que guarda como reliquias. Su talento le ha permitido diseñar tarjetas navideñas y pergaminos nuevos.
Novedad
M. Eugenia Coimbra | Pistera
María Eugenia Coimbra ha encontrado un buen trabajo en un sector que hasta hace una década nunca lo habría imaginado. “Yo soy pistera”, explica y se le dibuja una sonrisa de luna en la cara. “La pistera es la que se encarga de agarrar la oferta en un remate de ganado”, explica y luego dice que se trata de un oficio que ahora más que nunca está de moda, puesto que existe un boom de remates. “Antes sólo había en época de feria, pero ahora hay todos los días. Las pisteras tenemos que estar con los cinco sentidos encendidos, porque el objetivo es vender los animales al mejor postor. María Eugenia Coimbra ofrece sus servicios en Fega. Pero no sólo se dedica a ese oficio, también estudia Arquitectura en la Uagrm y es modelo de belleza.
Patricia Riveros | Asesoramiento virtual
Es ingeniera de sistemas y hace dos años decidió prestar asesoramiento virtual a las empresas. Ayuda, desde su oficina o domicilio, en todas las tareas administrativas cotidianas de la empresa y en aquellos proyectos de un nivel más especializado, como creación de base de datos, análisis estadísticos, elaboración de tablas, gráficos, etc. El servicio es bastante amplio, incluye hasta investigación y búsqueda de información por Internet, creación y mantenimiento de sitios web, elaboración y revisión de presentaciones, edición y corrección de errores de documentos y elaboración de informes, entre otros. Asegura que con este emprendimiento ha logrado mejorar su estilo de vida en manejar su propio tiempo.
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