Sé la “Muchas veces me he sentido fatal por como me trata el equipo de trabajo con el que debo lidiar más de ocho horas”, se queja Carmen, cajera de una institución bancaria.
“Cuando nos dirigimos a nuestra fuente de trabajo deseamos que el día se nos torne agradable, tanto en las funciones que debemos cumplir como en la relación que debemos tener con nuestros compañeros”, expone la psicóloga Mónica Soliz.
Sin embargo, suele ocurrir que alguno de los miembros del equipo del que dependemos, ya sea el jefe o un subalterno, pasaron por un mal momento fuera de la oficina, están enfermos o simplemente se han guardado la rabia de la semana y de pronto estallan mostrándose intolerantes. Entonces, al subalterno le parece que siempre le dan el trabajo más difícil o el menos importante, mientras al jefe le parece que esta persona es muy susceptible y que siempre hace las cosas mal.
La especialista recomienda que, de existir inconformidad entre las personas del equipo, se debe hablar del tema para conseguir y mantener una actitud positiva para el bien de la empresa en la que trabajan.
Respirar profundo antes de emitir cualquier comentario, procurar reunirse en algún lugar discreto dentro de la oficina para plantear las falencias que tiene una u otra persona y jamás discutirlas a gritos en frente del resto de los compañeros, son los primeros pasos a seguir.
La página bancaynegocios.com, aconseja cumplir ciertos hábitos para empezar un día de trabajo con tranquilidad, lo que permitirá la productividad como para ser considerado un buen empleado. Éstos son:
1.- Llegar a la hora. Ingresar a la fuente laboral a tiempo o temprano ayuda a organizar mejor el día y promueve un sentimiento de logro en el trabajo a desarrollarse. Llegar tarde deja una mala impresión y complica el rendimiento.
2.- Respirar profundo. Respirar profundo ayuda a centrarse en el aquí y en el ahora. Tomar un momento para hacer una pausa puede hacer maravillas, recomienda el experto escritor en temas laborales Michael Kerr.
3.- Tomarse 5 minutos. Después de la respiración profunda, este lapso sirve para acomodarse en el lugar de trabajo, relaja y amplía la visión del cumplimiento de deberes, dice Michael Dr. Woody Woodward, escritor y psicólogo organizacional.
4.- Olvidar lo de ayer. Si tienes que retomar temas que quedaron pendientes o asistir a los proyectos o discusiones en proceso, intenta que cada mañana sea un día nuevo, dice David Shindler, especialista en “empleabilidad”.
5.- Sentido del humor. Presta atención a tu estado de ánimo y aprende a ser consciente de su efecto sobre los demás, pues la inteligencia emocional puede tener gran impacto. Trata de tener una actitud positiva todo el día. Tu mal humor puede afectar a todo el equipo de trabajo.
6.- Organiza tu día. La primera hora de la jornada de trabajo es el mejor momento para evaluar las prioridades y centrarte en lo que quieres lograr. Haz una lista de las tareas que tienes y no te distraigas en cualquier cosa. No obstante, si tu jefe tiene una necesidad urgente, entonces está bien volver a barajar las prioridades dentro de lo razonable.
7.- Conéctate. Si estás en una posición de liderazgo debes mantenerte conectado con los miembros del equipo, en especial con detalles aparentemente pequeños, como tener un contacto visual, sonreír y preguntarle a tus trabajadores cómo les fue el fin de semana.
8.- Reuniones cortas. Una reunión rápida y motivacional de cinco a diez minutos con el equipo de trabajo puede ser una manera eficaz para iniciar el día. Esto ayuda a que todos compartan la meta principal del día.
Ordena tu escritorio
Un espacio de trabajo ordenado ayuda a tener un mejor desempeño y evitar confusiones. Si eres el jefe, no olvides que eres además el ejemplo para tu equipo de trabajo en cuanto a orden, calidad de trabajo, horarios e incluso para los permisos bien justificados.
Bandeja de entrada
Si no te distraes con tu bandeja de entrada, tus compañeros tampoco lo harán por vergüenza a que los veas. Esto es difícil para la mayoría de las personas, pero no es necesario consultar tu correo electrónico o revisar tu Facebook cada cinco minutos.
Una mañana productiva
Mucha gente siente que su cerebro funciona mejor en la mañana y es cuando es más creativa y productiva. Aprovecha este tiempo para concluir los temas más importantes de la agenda y por la tarde complementa lo que faltó y dale una revisada a todo.Texto: Érika Ibargüen Ayub. Fotos:
Fuente: Mónica Soliz psicóloga. Con datos de
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