Alianza: Unicef, Ibnorca e IBCE realizaron el acuerdo para garantizar que los empresarios no cuenten con mano de obra infantil.
El Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) se alió con el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) para exigir de las empresas una certificación que garantice que sus productos estén “libres” de mano de obra infantil.
El jefe de Comunicación de la Unicef en Bolivia, Wolfgang Friedl, indicó a La Prensa que esta certificación se denomina Triple Sello. “Básicamente constituye todo un proceso de reformulación de la nómina laboral de las industrias. Por ahora vamos abordando a las empresas agrícolas y a los zafreros, de manera que este triple sello logre certificar a esas empresas. ¿Cómo? En la calidad del producto final, el cual, entre otras cosas, será libre de manos infantiles en su proceso de elaboración”.
Friedl aseguró que esta certificación es interesante como un modelo de concienciación, el cual demandará un tiempo de trabajo por la reformulación interna que debe hacer cada empresa, “eso puede tomar años”.
Asimismo, destacó que Unicef, IBCE e Ibnorca aún discuten cómo se motivará a las empresas para que apoyen ese proceso que, se prevé, será bastante largo, por lo que en cada periodo podrán existir etapas de motivación.
El representante de Unicef anunció que, para obtener la certificación, habrá un proceso de vigilancia, seguimiento, acompañamiento y orientación a las empresas. “Al final, cuando exista la seguridad de que no contratan a menores de edad, la empresa tendrá el triple sello”.
También informó que ya existe un par de empresas en el país que están en el proceso de conseguir la certificación. “Queremos encontrar modelos y buenas experiencias en esta área, los que puedan contagiar a otros empresarios que tengan relatos de éxito y esto genere una cultura de concienciación”.
Friedl destacó que en Bolivia se identificaran las 22 peores formas de trabajo infantil. Con esta labor, dijo, el Gobierno demostró su compromiso y decisión de trabajar en la erradicación de esas labores de la niñez, publicadas el martes por La Prensa. “Nuestro discurso es el de proteger los derechos del niño, niña y adolescente”, aseguró Friedl.
Recordó que el artículo 61 de la Constitución Política del Estado (CPE) prohíbe el trabajo forzado y la explotación infantil.
Unicef, comentó Friedl, se rige por lo que indica la convención internacional por los derechos del niño, la que el domingo cumplió 21 años. Ésta señala que los niños y adolescentes tienen el derecho al esparcimiento, la recreación y a la cultura, por lo que solicita al Estado garantizar que los niños no realicen ningún trabajo que ponga en peligro su salud, su educación y su desarrollo.
La educación es la más afectada
De acuerdo con el jefe de Comunicación del Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), Wolfgang Friedl, cuando los niños trabajan, el principal derecho que se vulnera es la educación.
Si bien elogió el buen trabajo con la educación primaria que se realiza en Bolivia, Friedl dijo que no se debe descuidar la educación secundaria, porque más niños y jóvenes desertan en esta etapa de estudio; por eso recomendó que se diseñen políticas para una educación con calidad. Una forma de incentivo pueden ser los buses escolares, para evitar el gasto en pasajes.
Otras formas de trabajo infantil
De acuerdo con el Informe Interagencial para la Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil La Haya 2010, la mayor parte de la ocupación infantil en la producción económica está dentro de la propia familia del niño o directamente en beneficio de la familia. Los menores que trabajan fuera de sus familias superan en número a los que trabajan en el seno familiar. Más de nueve de cada diez niños ocupados en la producción económica trabajan en sus propias familias o para beneficio de éstas. Wolfgang Friedl, representante de la Unicef, menciona que hay que erradicar esta forma de trabajo.
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