28 octubre 2013

Niños trabajadores cursan dos grados en una sola gestión

Abraham, de 13 años, gana a diario entre 25 y 50 bolivianos. Su jornada se inicia a las 7:00. Sale a trabajar como voceador y regresa a su casa a mediodía. Almuerza y presuroso se va a la escuela. El cansancio no le impide atender la clase y culminarla a las 18:30 para retornar a su hogar, ayudar a su madre en los quehaceres y hacer sus labores escolares.
"He mejorado harto, aunque siempre me ha costado matemáticas por las multiplicaciones”, afirma otro niño trabajador en la ciudad de El Alto, que encontró una alternativa al rezago escolar que sufría. Desde hace un par de años trabaja todas las mañanas como voceador de un minibús que recorre la urbe alteña. Asegura que lo hace para colaborar a su familia en los "gastos de la casa”.
Con una enseñanza personalizada, niños en situación de trabajo infantil en El Alto reciben un servicio de nivelación para paliar el rezago escolar que afecta al 7% de la población estudiantil de la urbe. El innovador proyecto en el que se cursan dos niveles en un solo año pretende ser implementado a nivel nacional.
En el país, las oportunidades de acceso a la educación para los niños o adolescentes que trabajan (voceadores, lavadores de autos, cocineros, vendedores ambulantes, etcétera) son reducidas. Diversos sectores sociales, el Gobierno y la Fundación DyA (Desarrollo y Autogestión Bolivia) determinaron contribuir a que el derecho a la educación de esta población sea respetado, pese a sus limitaciones de tiempo, recursos y descuido de su familia.
"Unos son bien introvertidos y otros exageradamente extrovertidos. Es por la situación de trabajo que tienen la mayoría de ellos”, relata Lizeth Tito, maestra del tercer nivel en el colegio Illimani de la zona Mercurio en el distrito 13 de El Alto, donde se imparte este programa.
En una de sus clases
El aula congrega a niños y adolescentes con rezago escolar que cursan quinto y sexto de primaria en una sola gestión.
Al ingresar a la pequeña infraestructura, sus 23 estudiantes -que oscilan en su mayoría entre los 13 y 14 años- saludan efusivamente a sus coordinadores.
En las paredes cuelgan materiales didácticos que incorporan lecciones de ambos cursos. Dos de ellos, orgullosos, muestran sus calificaciones, también dispuestas a lado de la puerta.
A cada pregunta de la maestra durante los ejercicios de matemáticas, muchos levantan ansiosos las manos para responder.
Están divididos en cinco mesas de trabajo. Todos realizan sus ejercicios, unos colaboran a otros y la maestra recorre cada puesto para hacer un seguimiento personalizado a cada estudiante.

Innovación en Bolivia
El programa de nivelación fue aplicado desde el inicio de la gestión escolar en cuatro unidades educativas de El Alto y va dirigido a niños y adolescentes que, a causa del trabajo infantil, presentan rezago escolar.
"Es un programa acelerado que busca nivelar al ciclo que les corresponde a los niños y niñas que abandonaron la escuela, de forma que en un año regular cursan dos ciclos. Se busca que los menores puedan reinsertarse a la escuela. Además, ellos son parte de la escuela regular y gozan de los bonos como cualquier estudiante”, explica Rubén Chambi, coordinador de la Fundación DyA para La Paz y El Alto, creadora del inovador programa.
El servicio educativo tiene cuatro niveles. El primero contempla el primer y segundo grado de primaria; el segundo, tercero y cuarto; el tercero, quinto y sexto y el cuarto engloba los cursos de séptimo y octavo. Cabe señalar que sólo los primeros tres se implementaron en la ciudad de El Alto.
Silvia, de 13 años, sufrió rezago escolar por destinar gran parte de su tiempo al cuidado de su pequeño sobrino. "Tengo que cuidarlo toda la mañana, por eso a veces no podía estudiar y menos hacer mis tareas a tiempo”. Gracias al programa, Silvia cursa actualmente el tercer nivel del programa, es decir que culminará esta gestión con la libreta de aprobación de sexto de primaria.
"Son niños que han dejado la escuela por trabajar e incluso con esa plata mantener a su familia, así que son estudiantes con muchos problemas y la idea es facilitarles la educación y darles una enseñanza más minuciosa”, afirma Héctor Choque, maestro de la unidad educativa Óscar Alfaro de la zona de Tahuantinsuyo en El Alto, otra de las escuelas de este programa.
Textos con currícula establecida
Los textos y materiales para este nuevo programa se han desarrollado en Bolivia desde el 2009, cuando también comenzó su implementación en Santa Cruz. Se elaboraron los contenidos a base de la currícula nacional, avalados por el Ministerio de Educación.

"Los materiales son producto de estudios, investigación y análisis de procesos de aprendizaje para la población en desventaja social. Concentran los ejes centrales de la currícula con una metodología lúdica y práctica”, agrega Chambi.

Los resultados serán evaluados en esta gestión
Gobierno planea expandir el programa en todo el país

El plan piloto de nivelación escolar que se desarrolló en Santa Cruz y posteriormente en El Alto será incorporado a nivel nacional desde la próxima gestión tras una evaluación.
El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, manifestó que este proyecto fue aprobado por la entidad que dirige, ratificando que es un proyecto que está destinado a nivelar a niños, niñas y adolescentes que por diferentes razones han sufrido rezago escolar de uno o dos años.
"Estamos en el proceso de replicar este proyecto en otros departamentos. Haremos unas evaluaciones de las unidades educativas donde se está desarrollando el programa y como ha dado buenos resultados, lo que haremos es universalizar en todo el territorio desde la próxima gestión”.
La resolución 001/2013 del Ministerio de Educación establece que el programa de nivelación escolar es para niños, niñas y adolescentes menores de 15 años con dos o más cursos de rezago. Además que su enseñanza se debe desarrollar en los mismos predios de las diferentes unidades educativas.
"No es un sistema paralelo a la estructura que se tiene. Son niños que por motivos diversos han tenido que dejar sus estudios y se busca que ingresen al año que corresponden tras este plan”, dijo Quiroz.
Por otro lado, la Ley Avelino Siñani da cuenta en su artículo 15 que la educación escolarizada también debe ir dirigida a niños, niñas, adolescentes y jóvenes trabajadores desprotegidos y en desventaja social, "mediante programas especiales de hogares abiertos con servicios integrales de salud, alimentación, educación, rezago escolar, reinserción escolar y socio laboral”.

"Es un proyecto que debe generalizarse en todo el país”, agregó Quiroz.

Testimonio de menores en situación de trabajo infantil en la ciudad de El Alto

Silvia (13 años)
Estudiante de 5° y 6°
"Tuve que dejar de estudiar”
En este momento y por mi edad debería estar en octavo, pero lo que sucede es que tengo que cuidar a mi sobrinito. Todos los días, desde la mañana hasta la tarde lo tengo que cuidar y los sábados y domingos es todo el día que tengo que estar con él. Así que a veces era muy difícil, cuando tenía que hacer mis tareas, dejaba de estudiar. Con este curso que me están nivelando estoy aprendiendo mejor y pasaré al curso que me toca.

CRISTINA (13 años)
Estudiante de 3° y 4°
"Nos estamos poniendo al día”
Le ayudaba a mi mamá antes a cortar telas porque ella hacía ropa antes. Nos tuvimos que ir a Argentina y no pasaba clases, así que perdí el curso. No podía ponerme al día en las materias. Ahora con este tipo de cursos me están ayudando y la profesora me enseña todo lo que antes no podía aprender. La mayoría de mis compañeros están como yo, ya todos nos estamos poniendo al día en nuestras clases y no nos cargan de mucha tarea.

Feliz (11 años)
Estudiante de 3° y 4°
"Le ayudo a mi mamá a cocinar”
El año pasado estaba en tercero, sólo que no me ha ido bien... Es que me cuesta matemáticas, no me gusta. Además que siempre le ayudaba y le ayudo a mi mamá a cocinar. Ella vende comida en la Ceja, entonces le tengo que ayudar a cocinar, lavar o pelar verduras. Eso hacemos en las mañanas. Todo cocina mi mamá, así que hago eso y después me voy a hacer mi tarea. Y vengo por las tardes a pasar clases a esta unidad educativa.


Abraham (13 años)
Estudiante de 3° y 4°
"Trabajo como voceador”
Me siento muy bien pasando clases aquí, porque la profesora me ayuda mucho. Yo tengo que trabajar por las mañanas y cuando venía a clases, mis compañeros me llevaban al internet nomás, así que no avanzaba mucho. Ahora sigo trabajando, pero estos compañeros que tengo ya no me llevan al internet y me voy a mi casa directo para hacer mis tareas. Llego a mi casa y también ayudo a mi mamá a cuidar a mi hermanita.

Álvaro (12 años)
Estudiante de 3° y 4°
"Antes ayudaba en las costura”
En el pasado tenía que ayudarle a mi papá, él es costurero. Yo tenía que ayudarle casi todo el día. Siempre tenemos que ayudar a nuestros papás. Ahora ya no le ayudo a mi papá, pero siempre le colaboro a mi mamá en la casa, por las mañanas. Vengo todas las tardes a clases y me voy rápido a mi casa para hacer mis tareas. Me gusta pasar clases aquí, porque nos ayudan a aprender mejor y la profesora siempre nos explica a todos.

El plan de nivelación perfila que jóvenes aspiren también a la educación superior
Proyecto para un bachillerato en igual condición

El plan de nivelación escolar para niños y adolescentes en situación de trabajo se fundamenta en su inserción educativa y en la necesidad de que los menores opten por un bachillerato a una edad adecuada, para tener en sus objetivos futuros un aprendizaje universitario.
"Además, los menores con rezago escolar sufren discriminación de sus compañeros debido a su avanzada edad. Así también la exclusión es de las propias unidades educativas que los derivan a escuelas nocturnas, vulnerando el derecho a la educación. El programa de nivelación es una alternativa para apoyarlos”, afirma Rubén Chambi, coordinador de la Fundación DyA.
El Alto cuenta con cerca de 400 mil niños, niñas y adolescentes, de los cuales el 7% sufre de rezago escolar, principalmente por problemas económicos, familiares, trabajo infantil y migración.
Para el mediador pedagógico del programa de nivelación en El Alto, Doroteo Condo, este rezago deriva en que los jóvenes por su avanzada edad ya no aspiren a una educación superior y opten por trabajos a los cuales han estado acostumbrados desde niños.
"Es difícil trabajar con estos estudiantes porque hay casos muy graves. Tienen problemas de aprendizaje, económicos y hasta traumas por su situación de trabajo infantil, así que estos niños son susceptibles a dejar sus estudios y no emprender metas para adelante”.
Un último estudio sobre trabajo infantil, a cargo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), en coordinación del Instituto Nacional de Estadística (INE), establece que en Bolivia 848 mil niños y adolescentes de entre cinco y siete años ejercen algún tipo de actividad económica, 354 mil de ellos están en el área urbana.
Los menores en el área urbana generalmente se desempeñan en la industria de la manufactura, sector de servicios, agropecuaria, minería, construcción y transporte.
Recientemente, el Ministerio de Trabajo identificó las 23 peores formas de trabajo infantil lideradas por la zafra de caña de azúcar, minería, pesca, ladrillería, expendio de bebidas alcohólicas y recolección de basura, entre otras.
La Ley General del Trabajo establece en su artículo 58 que se "prohíbe el trabajo de menores de 14 años, de uno u otro sexo”, y el artículo 60 de la misma norma autoriza el trabajo a menores de 19 años, "sólo de día”.

Idea innovadora
Implementación El plan de nivelación para el rezago escolar actualmente es aplicado en la ciudad de El Alto, en las unidades educativas Illimani, San Roque, Óscar Alfaro y Tahuantinsuyo.
Beneficiarios Son 122 estudiantes, entre 11 y 14 años, los beneficiarios de este primer programa de nivelación en la urbe alteña.
Aprendizaje y materiales Los estudiantes tienen sus propios materiales y guías desarrollados por áreas y sesiones. Cuentan con material alternativo, principalmente para el área de matemática y lenguaje, y realizan actividades de relación con su entorno, fuera del aula y en contacto con la comunidad.

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