Sólo 15,5% de quienes tienen empleo en Bolivia aporta a la seguridad social, mientras que el promedio en América Latina es de 44,7%, señala un libro sobre pensiones que fue presentado ayer por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El BID urge aplicar reformas en los sistemas de pensiones de América Latina y el Caribe.
Sobre Bolivia, el libro “Mejores pensiones, mejores trabajos. Hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe” también destaca que, para el año 2010, el 96,7 por ciento de los mayores de 65 años tenía una pensión de jubilación, frente al 62 por ciento del promedio regional; sin embargo, sólo 20 por ciento de los jubilados que recibía pensión en el país aportó para tenerla.
A nivel regional señala que, en la actualidad, sólo cuatro de cada diez ciudadanos mayores de 65 años están recibiendo una pensión contributiva, es decir a la que contribuyó a través de un impuesto de nómina durante su vida laboral, y subraya que la gran mayoría tuvo altos ingresos en su etapa activa.
Apunta que el 60 por ciento de los pensionados recibe menos de 10 dólares diarios, lo que muestra que los objetivos “fundamentales” de los sistemas de pensiones, como la reducción de la pobreza en la tercera edad y el mantenimiento de un nivel de vida adecuado al retirarse, sólo se cumplen para un reducido número en la región.
“La cobertura universal debería ser un principio básico de los sistemas de pensiones”, señaló Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, durante la presentación del libro en Washington.
Agregó que dicha universalidad se debe lograr con políticas y programas que den rumbo a los incentivos de empresas y trabajadores en la dirección de formalidad y la productividad en el empleo, y que dichos sistemas de pensiones sean fiscalmente sostenibles.
“La informalidad no es una herencia genética que los latinoamericanos hemos recibido”, remarcó Levy.
Anotó que el trabajo informal es el resultado de los incentivos que empresas y trabajadores enfrentan en el mercado de trabajo y dijo que se puede modificar con las políticas adecuadas.
Por su parte Carmen Pagés, co-autora del libro, advirtió que, sin las reformas, para el año 2050, entre 66 y 83 millones de adultos mayores en la región, no habrán generado ahorro necesario para financiar una pensión adecuada y tendrían que depender de familiares y el Gobierno para su sostenimiento.
Explicó que el sistema recomendado incluye una pensión antipobreza no contributiva para todos los ciudadanos con “estrictos” criterios de elegibilidad en función de la edad, con un nivel suficiente para erradicar la pobreza en la vejez.
También se recomienda una fuente de financiamiento estable y sostenerse con una “fuerte” institucionalidad fiscal.
Otras cifras
• El libro presentado ayer por el BID señala que 2 de cada 10 trabajadores en pequeñas empresas contribuyen a la seguridad social.
• Para 2050 se esperan 140 millones de adultos en edad de jubilarse.
• Sin reformas, hasta un 60 por ciento de esos 140 millones se jubilará sin haber generado ahorro suficiente.
• Seis de 10 jubilados recibe menos de 10 dólares por día.
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