06 febrero 2011

Jaime Valdivia. La migración de bolivianos a Sao Paulo es más frecuente cada año

– ¿Hubo un aumento de los bolivianos en Sao Paulo?

– En estos últimos cinco años ha habido un crecimiento muy fuerte, comparativamente a todos los otros países, y particularmente en Sao Paulo ya tenemos aproximadamente alrededor de 200 mil bolivianos trabajando. En su gran mayoría, los bolivianos que migran vienen de la región de los andes, principalmente La Paz, en menor medida Cochabamba y mucho menor de Santa Cruz.

– ¿Cuál es la realidad de los bolivianos en Sao Paulo?

– Infelizmente el propio boliviano, parientes, amigos, personas que hacen el tráfico, la trata de personas, les traen con engaños de Bolivia, con falsas promesas y aquí se encuentran con muchas dificultades como el idioma, conseguir una estructura justa y humana para el trabajo; les engañan con promesas que no se cumplen queriendo hacerles los descuentos de la alimentación, el transporte. En fin, hay el engaño del propio boliviano y hay algunas bandas también que les traen vía Paraguay. Ellos (los migrantes) nos cuentan que les traen con mucha promesa y la realidad es al contrario.

– Los sueldos que ofrecen esas bandas en Bolivia es desde 150 hasta 500 dólares, ¿esto alcanza para vivir en Sao Paulo?

– No, primero que con el equivalente a esos 500 dólares acá en Sao Paulo no consiguen sobrevivir, los costos de vida son altísimos, es peor si el pobre costurero tiene que ganar sus 150 ó 200 dólares pero a mucho sacrificio trabajando 18 horas, durmiendo en el mismo local, haciendo su trabajo en promiscuidad, en un ambiente pésimo; estos valores son irrisorios, no pueden compararse al costo de vida en Bolivia.

- ¿Cuánto cuesta, por ejemplo, un pasaje, un almuerzo?

– Si vemos el pasaje de ómnibus, el metro vale 2,65 reales, esto equivale a 1,5 dólar una ida. Un almuerzo, el más popular, vale 10 reales, 6 dólares; un desayuno simple no hay por menos de dos $us.

– Los “reclutas” de trabajadores ofrecen vivienda y alimentación gratuita, ¿se cumple?

– No, eso es falso, todas las promesas que les hacen son falsas y eso me gustaría alertar de que no se dejen engañar, porque no les cumplen. Primero que el llevar personas con engaños es un tráfico de personas, eso es crimen. Segundo, es explotación humana, aquí en Brasil, si no les están pagando el sueldo mínimo que está alrededor de 300 dólares, pero acá nadie gana mínimo. Sobre eso hay los gastos sociales que son otros 300 (dólares). Nosotros recibimos una serie de denuncias de explotación de trabajo, de que no les pagan, de promiscuidad, de jóvenes que son abusados, que les traen engañándolos.

– ¿Son sólo bolivianos los que explotan?

– La mayoría son bolivianos, pero hay brasileños, hay coreanos que también explotan. Hay empresas fantasmas que también explotan.

– Ante esta problemática, ¿qué hace el Consulado boliviano?

– Estoy cuatro años y medio en el Consulado, nuestra debilidad era que el boliviano tenía que ser documentado para ser incluido a la sociedad brasileña. Tanto nuestra Cancillería, el Consulado y el Gobierno de Brasil se han preocupado y en la gestión 2008 hemos comenzado un trabajo de acción de ciudadanía para documentar al boliviano. Se ha mandado a una comisión de 20 personas entre policías, registro civil y dar antecedentes criminales para que podamos documentar al boliviano por el acuerdo Bolivia- Brasil firmado por (Luiz Inácio) Lula y Evo (Morales), hemos llegado a regularizar 20 mil bolivianos el 2008. El 2009, el Brasil ha dado la amnistía libre e irrestricta a todos los inmigrantes; en esta acción, gracias a un gran proyecto de la Cancillería y el Consulado que nos han mandado recursos, gente, hemos logrado documentar a 40.000 bolivianos. El 2010 hemos hecho el nuevo acuerdo del Mercosur, que se llama de ‘libre residencia’, y gracias a este acuerdo se nos permite que todo boliviano pueda documentarse y recibir su documento por los primeros dos años, que se llama Registro Nacional de Extranjero, con lo que tiene derecho a trabajar, a sacar su cartera de trabajo, su registro al NIT, DPF que llaman aquí. Con esta ley que ha avigorado el 2010, que es irrestricta para certificar, hemos llegado a documentar a 20.000 bolivianos, o sea hoy estamos bordeando los 70.000 bolivianos aproximadamente que están regularizados en el Brasil.

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