La Federación Nacional de Trabajadoras Asalariadas del Hogar de Bolivia (Fenatrahob) anunció ayer que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó, por primera vez en la historia, normas destinadas a mejorar las condiciones laborales de ese sector.
Daniela Quenta, principal dirigente de la Federación, explicó ayer que la OIT incluirá esas disposiciones en el Convenio 189 a partir del momento en que dos Estados las ratifiquen y espera que Bolivia sea uno de ellos.
INSPECCIONES A LOS HOGARES. Ayer, en conferencia de prensa, Daniela Quenta explicó que a partir de la ratificación de ese Convenio, los inspectores del Ministerio de Trabajo estarán facultados para efectuar revisiones en los hogares donde las empleadas domésticas cumplen sus labores.
“Durante mucho tiempo fuimos discriminadas y explotadas laboralmente”. El Convenio determina que las trabajadoras del hogar deberán gozar de los mismos derechos que los demás sectores.
Además de las inspecciones de Trabajo, “tenemos derecho a la libertad sindical y también podemos negociar colectivamente condiciones laborales y proteger a los emigrantes, pues impide su deportación. Es importante”.
Las nuevas reglas aprobadas por la OIT incluyen el establecimiento de jornadas laborales razonables, descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas, limitación a los pagos en especie, información clara sobre los términos y condiciones de empleo y el respeto a los principios y derechos fundamentales.
Quenta aseguró que “el Convenio sobre la labor decente para las trabajadoras del hogar es una lucha que se viene trabajando desde hace muchos años. Por eso estuvimos presentes en Ginebra”.
GESTIONES ANTE LA ASAMBLEA. La secretaria de Hacienda de Fenatrahob, Prima Ocsa, informó que las dirigentes de la institución comenzaron las gestiones para que la Asamblea Legislativa ratifique el Convenio mediante una ley.
“El Convenio es muy reciente, pero ya hemos comenzado las conversaciones correspondientes. Nuestra intención es que Bolivia sea uno de los primeros países que lo ratifique, porque su voto fue favorable”.
La cifra
53 millones de personas, en todo el mundo, se dedican al trabajo, según los cálculos de la OIT, aunque puede ser el doble de esa cantidad.
Ojala se queden sin trabajo las señoritas
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