Limpiar las calles, curar a los enfermos, alegrar a los niños, proponer una alimentación sana o atender con diligencia a los comensales son cinco de los cientos de oficios de los bolivianos. Son trabajadores que agradecidos por tener una fuente de ingresos y por servir a la sociedad, afirman que no existe descanso en sus labores y pese a que el país avanzó, hace falta más atención del Gobierno para que exista estabilidad laboral.
Mientras el Gobierno realiza actos oficiales conmemorando el Día del Trabajo junto a dirigentes de la Central Obrera Boliviana y organizaciones sociales afines al Movimiento al Socialismo (MAS), en las calles de las distintas ciudades del país, cientos de miles de bolivianos, varones, mujeres y hasta niños no descansan de sus actividades laborales que son emprendimientos personales y en una gran mayoría, pequeños negocios que impulsan con dinero que ahorraron e invirtieron para ofrecer un servicio como los vendedores de jugos de naranja, o los que lustran calzados, entre ellos muchos niños y mujeres.
Asimismo, trabajadores como los artistas en variedades, por ejemplo, payasitos, magos o maestros de ceremonias que aprovechan los fines de semana y feriados para lograr un sustento económico. Todos ellos son trabajadores del sector informal que no reciben un sueldo mensual ni cuentan con un seguro de salud, bonos o aguinaldo.
EL DIARIO conversó con esos trabajadores y también con quienes tienen un empleo formal que les garantiza un salario mínimo mensual y seguro de salud. Todos ellos coinciden que la mejor manera de recordar este día es trabajando.
TRABAJADORES
Pamela Salguero, médico del Hospital Arcoiris:
Para la médico Pamela Salguero, del Hospital Arcoiris, la situación de los trabajadores en Bolivia no mejoró del todo y existen pocas oportunidades laborales para las nuevas generaciones de profesionales, es por eso que pide al Gobierno que fomente y genere mayores fuentes de trabajo y más oportunidades en todos los rubros.
“Nosotros trabajamos siempre en beneficio de la sociedad y ahora en las campañas del hospital con consultas gratuitas y descuento en las cirugías. Los médicos no descansamos, siempre estamos apoyando a la población porque ese es nuestro principio y nuestra vocación”, sostuvo.
Alberto Torrez, vendedor de almendras:
El crujir de las duras cáscaras que castaña es el sonido que acompaña a diario a Alberto Torres, vendedor ambulante de almendras y sus derivados. EL DIARIO lo encontró por las céntricas calles paceñas donde a diario ofrece su producto.
Para Torres, la situación laboral en el país es aceptable y asegura que ha mejorado en relación a décadas atrás. “La situación ha mejorado bastante, ahora la gente tiene más dinero y eso se ve en las ciudades y en el campo”, asegura, sin embargo, afirma que no cuenta con un seguro de salud y pide al Gobierno respaldo para los trabajadores independientes como él.
Magda Mamani Clares, trabajadora de La Paz Limpia.
A doña Magda Mamani Clares se la puede distinguir a más de una cuadra de distancia en las calles paceñas y es que el overol y sombrero verdes que viste, son sinónimo de limpieza y provista de su principal herramienta de trabajo: la escoba, recorre por la ciudad realizando un minucioso trabajo dejando limpias las calles y avenidas.
“La situación para los trabajadores ha mejorado en relación a otros años, aunque siempre esperamos mejores condiciones y que nos aumenten el sueldo un poco más”, planteó Magda a quien solo se le ven los ojos porque se protege la nariz y la boca con un barbijo.
Alfonso Delgado, anfitrión de restaurante Brosso:
La sonrisa en los labios y una voz amable son su carta de presentación de Alfonso Delgado, anfitrión o mesero del restaurante Brosso. Luce un impecable uniforme blanco y un sombrero de chef de copa alta.
“Estamos luciendo este uniforme en homenaje al Día del Trabajador”, contó Delgado quien a solicitud de EL DIARIO se detuvo a conversar unos minutos.
Para este joven trabajador, la situación laboral en el país mejoró considerablemente, sin embargo, una de las falencias que notó es la inestabilidad en muchos sectores y en ese marco demandó más oportunidades laborales.
Gaura Sakti, misionero nutricionista inglés:
Cargando una canasta llena de hogazas de pan, así recorre la urbe Gaura Sakti, quien llegó desde Inglaterra hace cinco años, según cuenta. Es misionero nutricionista y su trabajo es elaborar pan de productos integrales y ofrecerlos a los peatones paceños.
“Soy misionero nutricionista y hacemos el pan y comida vegetariana para abrir un centro de medicina natural en Tiquina para curar todo tipo de enfermedad con alimento natural y plantas. Ese es nuestro trabajo y mañana (hoy) trabajaremos como cualquier otro día, sin excepción”, afirmó.
Gaura, quien es parte de un grupo vegano, asegura que su actividad es suficiente para vivir. “Cuando uno hace algo bueno el universo te recompensa para que sigas realizando esa labor”.
Miguel Chávez, Animador de fiestas infantiles:
“Tenemos que ir a animar unos cumpleañitos, entonces mañana (hoy) vamos festejar el Día del Trabajo, trabajando”, afirmó Miguel Chávez, animador de fiestas infantiles que interpreta a varios personajes entre ellos a un mago y al payasito Pinturita.
Para Chávez la situación laboral de los trabajadores bolivianos no mejoró lo suficiente y más aun tomando en cuenta que como artistas en variedades no tienen un salario fijo al mes ni cuentan con seguro de salud.
“Nosotros no tenemos sueldo fijo, nosotros dependemos de la gente que nos contrata los fines de semana pero también está el apoyo de la Secretaría de Cultura. Nuestro trabajo es brindar a la sociedad todo nuestro talento de tantos años alegrando a los niños”, afirmó.
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