La crisis del empleo juvenil en América Latina afecta a casi ocho millones de jóvenes que están desempleados y a otros 27 millones que están ocupados pero en condiciones de informalidad, generalmente con bajos ingresos, inestabilidad laboral, sin protección social ni derechos, recordó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al destacar el desafío político de dar respuestas integradas y multidimensionales a este problema.
"Estamos hablando de al menos 35 millones de jóvenes que pueden ser víctimas de desaliento y frustración ante la persistente falta de oportunidades laborales", dijo la Directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco.
La directora destacó la importancia de considerar la forma en que el desempleo y la informalidad afectan la calidad de vida de quienes salen al mercado de trabajo entre los 15 y los 24 años, y contribuyen a generar una sensación de vulnerabilidad y de incertidumbre.
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