Cada vez que llegan las vacaciones invernales o finales, los padres entran en el dilema: permitir o no que los adolescentes trabajen. Ante ello, la primera opción es analizar los pros y los contra de que los chicos empiecen a adquirir experiencia en el campo laboral y para ello los expertos lo explican.
Ganar experiencia. A decir de Rosenda Llanos, psicoterapeuta, los adolescentes que tienen un trabajo ganan la experiencia que puede prepararlos para su futuro profesional. "Aprenden nuevas habilidades y descubren cómo opera un negocio. Esto puede ayudar a los estudiantes a decidir si quieren seguir en ese tipo de trabajo después de graduarse de la universidad", apuntó.
Administrar su dinero. En lugar de depender de sus padres para ir al cine o comprar música, pueden pagar algunas cosas ellos mismos. Para Llanos, los chicos obtienen una mejor comprensión del valor del dinero cuando se dan cuenta de cuántas horas tienen que trabajar para poder comprar algo. "Los padres y los adolescentes pueden hablar sobre cómo hacer un presupuesto y maneras de ahorrar dinero", sostuvo Adriana Aguilar, psicóloga.
Eficiencia. Gracias a las responsabilidades que podría agregarle un trabajo en la rutina de un adolescente, este se verá obligado a manejar mejor sus tiempos. "Algunos logran sacar hasta 25 horas al día para tener algunos minutos de ocio, pero para ello hay que explicarles que las cosas se deben hacer bien y a tiempo", señaló Llanos.
El extremo de la independencia. Sin embargo, el señuelo del dinero podría tentar a un estudiante a abandonar la escuela. Los padres deben recordar a los jóvenes que la escuela tiene prioridad sobre el trabajo en esta etapa de sus vidas.
Los tiempos. El tiempo dedicado al trabajo implica menos disponibilidad para hacer otras cosas durante la semana, entre ellas las tareas, pasar tiempo con los amigos o participar de actividades extracurriculares. "En el momento en el que ellos decidan su responsabilidad sobre los escasos minutos para disfrutar, se podrá medir la madurez del adolescente", aseveró Aguilar.
Peligros. Si los jóvenes y adultos con la experiencia que adquieren durante su trayectoria están expuestos a accidentes laborales, imagínese un adolescente. "Por ello, tras la simple idea de comenzar a trabajar, lo primero que debe hacerse es analizar el lugar donde se desempeñarán", sostuvieron ambas espcialistas.
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