11 enero 2017

La COD propone un salario mínimo de 8.500 bolivianos



La propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) a nivel nacional, que fue ratificada por la Central Obrera Departamental (COD) de Tarija, sobre el salario mínimo nacional asciende a 8.500 bolivianos.

Señalan que ése es el monto necesario para cubrir los costos de los productos de la canasta familiar. En este marco lucharán para que la propuesta se haga realidad.
El ejecutivo de la COD de Tarija, Rubén Ramallo, manifestó que desde hace tiempo junto con los representantes de la COB plantearon un salario mínimo nacional de 8.500 bolivianos, pues es un monto justo para el trabajador. Sin embargo, sostuvo que hay que vivir la realidad del país, y ésta “está mal”. Enfatizó que en primera instancia se deben generar fuentes de trabajo para los ciudadanos.
Sobre el incremento salarial, aseveró que a nivel nacional existe una postura clara, que es el 20 por ciento. Respalda la propuesta con los datos económicos de la gestión 2015, donde –según Ramallo-, la economía del Estado mejoró por lo tanto los trabajadores también deben verse beneficiados con ello.
“El Estado (funcionarios de Gobierno) tienen que sentarse a debatir con la COB un incremento claro y justo para los trabajadores”, dijo a tiempo de señalar que el beneficio no sólo debe ser para el sector de salud, los militares y/o policías, sino que debe llegar a los dependientes de las instituciones públicas.
La mañana del martes, la COD sostuvo la primera reunión de comité ejecutivo del 2017 para debatir de qué manera consolidarán el incremento para que la COB, como ente matriz, establezca el lineamiento respectivo con el Gobierno Nacional.
A pesar de la solicitud del 20 por ciento, el ejecutivo reconoció que es posible que no se llegue a consolidar, pues en anteriores experiencias tan sólo llegaron al 6 por ciento, aproximadamente.
Privados
El presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), Álvaro Baldivieso, dijo que el incremento salarial se lo ejecuta según el índice de inflación. En este caso, éste no superó el 4 por ciento, razón por la cual señaló no se puede hablar de un monto que supere esa cantidad.
“El incremento salarial es una reposición a la pérdida del valor agregado adquisitivo de la moneda que tiene el trabajador y en éste caso puede haber demandas excesivas, pero ya el año pasado ha sido conflictivo para muchas empresas porque si el índice de la inflación fue el 5 por ciento y han incrementado el 8 por ciento, ha sido desmedido para nuestras empresas”, subrayó.
Por esa razón esperan que no se cometan excesos y que haya racionalidad al decidir el tema. Agregó que es fundamental una negociación tripartita donde participe el Gobierno Nacional, la COB y los empresarios privados, porque si se impone el monto, de hecho muchas empresas se cerrarán.
Sobre el salario mínimo nacional, Baldivieso dijo “todos quisiéramos que la gente gane bien y que tengamos buenos salarios pero las posibilidades de las empresas muchas veces no lo permiten”.
Finalmente, aseveró que los salarios deben ajustarse a la realidad que se vive actualmente, sino las empresas se harán poco competitivas.

Contexto
En Bolivia, el salario mínimo nacional se fija para cada año y su periodicidad de pago es mensual. Podemos definir como la cantidad mínima de dinero que se le paga a un trabajador, el gobierno decretó el aumento del 9 por ciento el 2016, es decir, actualmente el salario mínimo es 1.805 bolivianos.

“El aumento exagerado generaría inflación”

El economista, José Luis Porcel, realizó un análisis e indicó que el incremento salarial debe responder a la realidad económica que vive el país y ésta muestra que no hay crecimiento económico.
“Por otro lado, los ingresos del país están cayendo precipitosamente con relación a los años anteriores por la caída de los precios de los hidrocarburos, por lo tanto la economía general va a tener problemas este año de iliquidez”, recalcó y aseveró que si se da el incremento salarial en los porcentajes que solicita la COB sólo se generará inflación. Enfatizó en que la economía de Bolivia está “muy débil”.
En tal sentido, en su análisis expresó que antes de determinar un monto exacto, las partes involucradas deben indagar a detalle estos aspectos.
Porcel recordó que el país fue afectado en la década de los 80 por las presiones salariales. Similar situación ocurre en Venezuela, donde el Gobierno inició con el incremento del 50 por ciento, situación que perjudicó de a poco a ese territorio.
“Para mí sería una irracionalidad incrementar el 20 o el 30 por ciento”, recalcó el analista económico.
En cuanto al mínimo nacional, Porcel sostuvo que lo adecuado es esperar que transcurra el primer trimestre del año para ver el “comportamiento” de los precios de los hidrocarburos y las negociaciones de venta de gas, entre otros puntos.

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