Para el incremento salarial de este año, empresarios y la Central Obrera Boliviana (COB) piden que no sólo se tome en cuenta como parámetro la inflación, sino otros factores, como la productividad, el crecimiento del Producto Interno Bruto y la sostenibilidad del empleo.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, señaló que para calcular el porcentaje de aumento de los salarios deben tomarse en cuenta todos los factores relacionados con éste.
"Bajo ninguna circunstancia debe separarse la discusión del incremento salarial de otros temas como la productividad, la sostenibilidad de las empresas y la generación de nuevos empleos, entre otros factores en los que este aumento en los salarios incide”, sostuvo.
Nostas también cree que paralelamente a la negociación de un incremento salarial, debe llevarse a cabo una discusión acerca de la productividad con la participación de los empresarios, el Estado y los trabajadores.
"La negociación del aumento porcentual en los salarios no puede realizarse ya de manera bipartita. Los empresarios también debemos ser parte de esta discusión, de manera que la misma sea equilibrada”, exigió.
Por su parte, el secretario de Finanzas de la COB, Óscar Tapia, indicó que para el cálculo del incremento se debe considerar, más allá de la inflación acumulada de 2016, otros factores como el crecimiento del PIB, la pérdida del valor adquisitivo a causa de la cancelación del pago del segundo aguinaldo y el valor de la canasta familiar.
Además, el dirigente expresó sus dudas sobre los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Economía respecto a la inflación de 2016 y por eso, en su criterio, es necesario tomar en cuenta otros factores. "Los datos que nos da el INE y el Ministerio de Economía, lamentablemente, no son confiables y fallan en reflejar la realidad de los mercados, donde la pérdida del valor adquisitivo ronda el 10%”, precisó Tapia.
La semana pasada, el secretario ejecutivo de la COB, Guido Mitma, anunció que se exigirá un incremento salarial de entre 15% y 20% este año.
Por su parte, sectores como el de trabajadores de la salud, fabriles y magisterio urbano indican que al momento se encuentran estudiando los planteamientos de sus bases respecto al aumento porcentual de los salarios, pero adelantaron que debe superar a la inflación registrada en 2016.
Canasta familiar
El investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), Bruno Rojas, opinó que el aumento porcentual en los salarios debería realizarse basado en el cálculo de la canasta familiar y no de la inflación, porque este último parámetro sólo significaría una reposición parcial del valor adquisitivo de la moneda.
"Calcular el incremento en base a la inflación no es correcto porque es un cálculo arbitrario y sólo repone en parte la pérdida de valor y no responde a los verdaderos costos de la canasta familiar”, recalcó.
De acuerdo con el investigador, el 60% de los elementos de la canasta familiar son alimentos, los cuales han mostrado variaciones en sus precios de hasta el 10% en el último año.
Nostas: Un incremento alto sólo favorecerá a la informalidad
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, opinó que un incremento salarial demasiado alto sólo favorecerá a la informalidad, ya que afectaría a la estabilidad laboral de los trabajadores.
Además, dijo que un aumento en los costos laborales podría significar el cierre de empresas.
"Un incremento muy alto y realizado sin el consenso de las partes podría acarrear un aumento en el desempleo y en la informalidad”, advirtió.
Para el presidente de la CEPB, este aspecto debe ser parte de la discusión del incremento salarial, ya que afecta directamente a los trabajadores que podrían perder sus fuentes de trabajo.
"Es innegable que el tema del incremento salarial ha tenido repercusiones negativas para la generación de nuevos empleos en el sector privado”, explicó.
Nostas remarcó la necesidad de incluir a los empresarios privados en las negociaciones del incremento salarial, ya que es un sector que se verá directamente afectado por las decisiones.
"No se puede mantener la discusión de dos partes (Estado y trabajadores), el empresariado tiene derecho a participar de las negociaciones para determinar el incremento de este año, por que estarían ignorando la opinión de un sector que se ve afectado cada año por esto”, aclaró.
El año pasado, la Cámara Nacional de Comercio (CNC) informó, basado en un estudio, que los constantes incrementos salariales afectan al empleo digno y aumenta el mercado informal, que hasta 2016 ocupaba al 75% de la población boliviana.
Los salarios mínimos crecieron en 143% y el salario básico se elevó un 53% en los últimos seis años. Si se le resta la inflación, el aumento neto del poder adquisitivo fue de 29%, fundamentó.
Este hecho ocasionó que las compañías que generan empleos dignos (contratos con seguros sociales, pago de dobles aguinaldos y otros beneficios), cierren, dejen de contratar más personal, reduzcan gastos administrativos o se reestructuren.
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