"Me gradué como ingeniero industrial en el año 2003, pero solo ejercí mi carrera un año y medio, debido a los escasos ingresos y como ya tenía una familia establecida decidí independizarme para generar mayores ingresos. En aquel período nos hicieron ofertas para trabajar en la minera San Cristóbal, pero con sueldos de entre $us 250 y $us 400, demasiado sacrificio para dejar la familia en esta ciudad para migrar a otra con tan bajos salarios, por eso preferí dedicarme a la importación de maquinaria agrícola y pesada, porque este es un país consumista y no productivo, me adapté al mercado”, relató Frank Roca.
Como este profesional, hay miles que después de formarse en las aulas de una universidad, se dedican a cualquier otra actividad, o simplemente están desempleados. Y es que el país continúa formando profesionales que no necesita, la brecha entre la oferta y la demanda laboral se mantiene, según afirma la última actualización de un estudio del mercado laboral en Bolivia, realizado por Fundación para la Producción (Funda-PRO), el Programa de Financiamiento para la educación (EducaPRO) y el apoyo de FAUTAPO-Educación para el Desarrollo, la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM) y la Universidad Privada Boliviana (UPB).
Este estudio que fue desarrollado en la ciudad de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, arrojó resultados en los que se descubrió que los jóvenes eligen las carreras a nivel licenciatura por cuestiones de estatus social y porque esperan tener mejores salarios y encontrar empleo más rápidamente.
Las universidades y los institutos ofrecen las mismas carreras, y su calidad de enseñanza fue calificada como regular.
Además, se constató a través de encuestas y estadísticas oficiales que cada año aumenta el número de las mujeres y los jóvenes desempleados. Así también, los cambios en la legislación laboral y en el campo educativo están afectando las condiciones del mercado laboral en el país.
Oferta y demanda. Existe, según este estudio, una sobreoferta de profesionales en las áreas administrativas y una mayor demanda de profesionales técnicos en general. La oferta se concentra más en siete profesiones como son: ciencias jurídicas, administración de empresas, medicina, odontología, auditoría, ingeniería de sistemas y arquitectura. No obstante, la demanda de profesiones más requeridas son auditoría, administración de empresas, economía, medicina, ciencias jurídicas e ingeniería industrial y una de la carrera de moda es la ingeniería comercial. En Santa Cruz hay un menor desequilibrio en bioquímica - farmacia y comunicación.
No hay plan de inserción laboral
LA MAYORÍA DE LAS UNIVERSIDADES NO TIENE PROGRAMAS DE APOYO A SUS GRADUADOS PARA AYUDARLOS A QUE SE INSERTEN EN EL MERCADO LABORAL, QUE EXIGE MÁS EXPERIENCIA.
UAGRM aplicará cambios
EL RECTOR, REYMI FERREIRA, DIJO QUE LA UNIVERSIDAD ESTATAL TOMARÁ EN CUENTA ESTE ESTUDIO PARA AMPLIAR Y DIRECCIONAR LA MALLA
CURRICULAR.
PUNTO DE VISTA
Gonzalo Chávez
analista económico
"Bolivia vive de la economía informal "
“Es un problema que viene de hace muchos años. La gente responde a incentivos, porque el mercado laboral de Bolivia no exige muchos ingenieros, son muy pocas las empresas que requieren informáticos, electrónicos, mecánicos, es un grave problema porque es una economía informal que depende del comercio, el sector público, los servicios. Hay un desencuentro entre la demanda y lo que la oferta puede dar. Ese es el problema de un mercado laboral y muy poca gente estudia carreras técnicas".
61 por ciento es el porcentaje de empleados informales que constituyen la fuerza laboral urbana en Bolivia.
"Las universidades, gobiernos municipales, departamentales y nacionales tenemos que diseñar nuestras políticas públicas porque esto está relacionado con la parte humana y productiva".
Óscar Callejas
Vicerrector de la UAGRM
CIFRAS
Hay más mujeres en la universidad, pero tienen menos acceso
datos de estudiantes. En Bolivia hay 59 universidades, entre públicas y privadas.
La Matrícula en ambas ha crecido entre un 5 y 7%, respectivamente.
Existe un millón y medio de personas dentro de los 15 y 24 años, de los que el 30% están estudiando.
De ese total el 48% están mujeres.
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