20 octubre 2014
Desaprovechar el potencial laboral juvenil le puede sacar canas al país
Bolivia se beneficia hoy con lo que se conoce como bono demográfico, por lo que enfrenta una oportunidad única para un mayor crecimiento de su economía, pero también un problema para la política de jubilación del país en el mediano y largo plazo.
Este bono, fruto de las elevadas tasas de natalidad de décadas pasadas, beneficia a un país cuando su población infantil se ha reducido y el crecimiento del número de personas de la tercera edad aún no se acelera, por lo que la mayor parte de la población está en edad económicamente activa (entre 15 y 59 años) y con capacidad para trabajar, ahorrar e invertir; es decir, aptos para impulsar el crecimiento de la economía de un país.
Esto implica también que en el futuro habrá más personas que después de concluir su vida laboral ingresarán al Sistema de Pensiones, pero menos trabajadores activos que deberán aportar para aquellos que se jubilen.
Datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 dan cuenta de que el 31,43% de la población boliviana tiene entre 0 y 14 años, el 59,85% entre 15 y 59 años y el 8,72% más de 60 años.
“Para que este bono beneficie a la sociedad se requiere de fuertes inversiones en capital humano, en especial en los jóvenes. Fundamentalmente, se necesitan políticas educativas y de empleo adecuadas e integrales para aprovechar los beneficios del bono sobre la cobertura educativa y potenciar sus efectos sobre la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible”, según el estudio de la CEPAL “Juventud y bono demográfico en Iberoamérica”.
Retos. “Sería muy grave que la población ahora infantil no genere los recursos suficientes para sostener a los jubilados del futuro. Eso deterioraría tremendamente la calidad de vida de la población de más edad, pues tendrían que extender su vida laboral de manera dramática para obtener ingresos. Desde ya se anticipa que la población tendrá que estar preparada para una vida laboral más productiva y quizás más larga”, advirtió el representante de la CAF - Banco de Desarrollo de América Latina en Bolivia, Emilio Uquillas.
La Razón envió un cuestionario al Ministerio de Economía para conocer las políticas de aprovechamiento del bono demográfico y sus efectos en el país, pero la institución no respondió hasta el cierre de este material.
“El tema laboral será central en los próximos cinco años. Bolivia está en su bono demográfico y ahora más que nunca tenemos que aprovecharlo. Trabajar para que las nuevas generaciones puedan desarrollar todas sus potencialidades y responder a los esfuerzos que estamos haciendo para hacer frente al cambio de la matriz productiva, a la industrialización y a la tecnologización”, dijo el 2 de octubre la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro.
Datos elaborados por la Agencia Central de Inteligencia muestran que Bolivia es uno de los países más jóvenes de América con una edad promedio de 23,4 años, le siguen Paraguay (26,8), Perú (27), Venezuela (27,3), México (27,3), Brasil (30,7), Argentina (31,2), Chile (33,3), Uruguay (34,3), EEUU (37,6) y Canadá (41,7). En el mundo, las poblaciones más jóvenes están en África, cuyos países tienen una edad promedio menor a los 20 años, mientras que las más viejas están en Europa, con más de 40 años.
“Bolivia atraviesa hoy por una situación inigualable con una economía que se encuentra en muy buen estado, unos ingresos amplios que le permiten realizar inversiones significativas y un bono demográfico que le permitirá mantener ese crecimiento”, dijo el director del Banco Mundial (BM) para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, Alberto Rodríguez.
Sin embargo, subrayó, esta situación, “que dura más o menos 25 años”, debe ser aprovechada con inversiones en calidad de educación y políticas cuyos resultados se verán al menos cinco años después. “El Gobierno está caminando en esa dirección, pero creo que hay que ser más agresivo y audaz, porque el bono se acaba”.
Retos. Según la CEPAL, en Bolivia, la participación relativa de los jóvenes en la población total seguirá aumentando de manera paulatina, hasta alcanzar un máximo de 28% a fines de esta década, cuando se prevé el inicio de un periodo continuo de disminución, para llegar al 22% en 2050.
“Las políticas deberían orientarse a favorecer la educación primaria y secundaria, dado que en el futuro la población infantil actual deberá generar recursos en la seguridad social para sostener a los adultos que ahora trabajan. Para eso es necesario tener una fuerza laboral muy productiva, muy eficiente y eso se logra solamente invirtiendo en salud y en calidad de educación. Ahí está el desafío”, coincidió Uquillas.
Un reporte del BM indica que los jóvenes bolivianos de bajos ingresos tienen por lo general un limitado acceso a trabajos con un salario y seguro dignos, debido a sus bajos niveles de competencia. “Si bien en los últimos años se incrementó el nivel de educación promedio de la fuerza laboral, todavía el 30% de esta población no completa la secundaria. Casi el 50% de los jóvenes empleados de 17 a 24 años no reciben una remuneración por sus labores y cuando la reciben representa un tercio de lo que perciben jóvenes de la misma edad que no son pobres.
Opiniones
Alberto Rodríguez
‘Bolivia tiene que estar lista y tecnificada’
“Va a haber un momento en el que habrá menos trabajadores que entren al mercado laboral del país y más trabajadores que salgan de él y ése es el momento en que Bolivia tiene que estar lista, tecnificada, de- sarrollada y con una matriz de producción ampliada. Ese es el gran desafío boliviano a mediano y largo plazo. Para esto es necesario que el sistema de educación esté atento a las necesidades del mercado”.
Emilio Uquillas
‘Es preciso una fuerza laboral muy productiva’
“Las políticas deberían orientarse a favorecer la educación primaria y secundaria, dado que en el futuro la actual población infantil deberá generar recursos en la seguridad social para sostener a los adultos que hoy trabajan. Para eso es necesario tener una fuerza laboral muy productiva, muy eficiente y eso se logra solamente invirtiendo en educación”.
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