El acoso sexual y la "doble presencia", en casa y en el trabajo, determinan las condiciones laborales de las mujeres y generan riesgos específicos del género.
Riesgos. Hay mujeres que trabajan todo el día paradas, por ejemplo, las vendedoras de ropa. ¿Cómo repercute esto en su salud? Estar paradas las 8, 9 o 10 horas de jornada laboral produce un aumento de la presión venosa en los miembros inferiores que puede generar o agravar las várices, que no es ni más ni menos que la dilatación de las venas. Las oficinistas y secretarias tienen fundamentalmente trastornos musculoesqueléticos, porque pueden trabajar en posiciones forzadas y con movimientos repetitivos que se traducen en riesgos ergonómicos. Según la Organización Internacional de Trabajo, el acoso sexual en el trabajo se considera "un atentado a la dignidad de las personas y una forma de discriminación sexual". Se habla mucho del doble trabajo de la mujer: hogar/trabajo que le provoca una serie de conflictos para su desarrollo personal y profesional.
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