La masa de asalariados se ha incrementado en los últimos diez años hasta llegar, en 2009, al 40,1 por ciento de la población ocupada. Mucha más gente vive ahora de vender su fuerza de trabajo, aunque a cambio de un salario con el que cada vez se compran menos bienes de consumo básico, dice un informe del Centro de Estudios de Desarrollo Laboral y Agrario, Cedla.
“Más asalariados, menos salarios” es el título del libro publicado por el Cedla, que plantea la reflexión respecto de la configuración económica de la fuerza de trabajo en el país. Bruno Rojas y Silvia Escóbar de Pabón son los investigadores. Estudiaron con el propósito de responder a la versión de que Bolivia se construye con esfuerzos individuales, emprendedores, microempresarios.
Los asalariados forman una fuerza importante. Rojas explica que “podemos ver que sus salarios nominalmente se incrementan, pero lo que pueden adquirir para cubrir sus necesidades ha ido disminuyendo paulatinamente”.
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