La cultura local emprendedora y las ventajas competitivas del territorio han permitido que se generen las pequeñas y medianas empresas en la región, afirma el economista y docente universitario Luis Pablo Cuba.
“En otras palabras, los factores socioculturales y valores favorables a la incorporación de actitudes innovadoras o emprendedoras han permitido el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas”, puntualiza.
Cuba destaca la relevancia de estos emprendimientos en la generación de fuentes de empleo y su aporte a la economía regional.
P: ¿Cuál es la importancia económica de las pequeñas y medianas empresas en Cochabamba y el país?
R: Muy significativa. Sin embargo, el fomento actual a las micro y pequeñas empresas no es suficiente desde el nivel central del Estado. Se requiere de una política activa y concertada entre los diferentes actores.
En el ámbito territorial, si se analiza a municipios como Sacaba y Tiquipaya, se observa una articulación a mercados dinámicos como los de Cercado-Quillacollo y otros centros urbanos principales del país que les permite formar parte del eje bioceánico, además de que la ubicación estratégica que ambos municipios tienen les ha facilitado dinamizar sus empresas locales.
Ello ha conllevado a considerar la competitividad, sobre todo en su sector industrial (Sacaba) y microindustrial (Tiquipaya). Existe conciencia de innovación tecnológica permanente, pero al mismo tiempo cuentan con vocación ecológica, sobre todo en el sector agrícola. La relación campo-ciudad es muy fuerte en ambos municipios y esto ha facilitado un acceso continuo de los productores rurales a los mercados urbanos.
P: ¿Cuál es el aporte de este sector a la generación de empleos?.
R: Muy importante, cerca del 45 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) de Cochabamba se genera en este sector.
La organización de estas microempresas en pequeños agrupamientos les permite cierta capacidad de sobrevivencia en el mercado y también crear un empleo no remunerado, denominado el de Trabajadores Familiares, que juegan un papel importante en la capacidad productiva de estas unidades económicas.
Para ellos no hay aguinaldos ni doble aguinaldos, y muchas veces esa generación de empleo se da en condiciones de explotación de la fuerza laboral que está inserta tanto en los eslabonamientos productivos con proveedores de insumos y materias primas en general, y también con distribuidores.
Las estadísticas muestran que hay una importante generación de empleo, aunque en condiciones muchas veces precarias dependiendo del tipo de rama de la actividad económica en que se encuentre.
P: ¿Cuánto aportan a la producción?
R: El aporte es muy significativo desde el punto de vista de la presencia de este conjunto de empresas en el territorio. Existe, sin embargo, un desajuste importante entre la decisiva contribución de este colectivo de empresas de pequeño tamaño a la economía nacional, al empleo y el ingreso, de un lado, y su fragilidad de las mismas ante las crecientes exigencias competitivas.
De ahí la importancia decisiva de contar con una política de fomento productivo para asegurar la introducción de innovaciones en los diferentes sistemas productivos locales, lo cual constituye una cuestión crucial para el desarrollo económico y social de cualquier territorio.
P: ¿En qué rubros se especializan o destacan las pequeñas empresas?
R: En muchos rubros dependiendo del perfil productivo en determinados territorios.
Muchas microempresas han estado vinculadas en función a la información de los mercados, por la calidad y la diferenciación del producto y asegurar una atención adecuada a los clientes, entre otras cuestiones básicas.
Por tanto, los rubros en los que se especializan dependen de que los mismos tengan ventajas competitivas con relación a productos que se podrían importar. Los rubros van desde plásticos, cerámicas, cuero, servicios de alimentos, turismos, entre otros.
P: ¿Cuál es su aporte al Producto Interno Bruto Regional?
R: Es muy importante, se dice que alcanza a cerca del 45 por ciento de la economía regional como aporte de los diferentes rubros.
P: La Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia) reconoce que más del 80 por ciento de las pequeñas y medianas empresas son informales. ¿Por qué considera que sucede eso?
R: Es un tema cultural, piensan que pueden ser menos competitivos si formalizan su situación. Por lo tanto, deben existir políticas impositivas y de incentivos apropiadas a este sector que permitan su “legalización”.
Es posible, que con la Ley 393 de servicios financieros, sea más interesante dejar la informalidad para poder acceder a créditos en condiciones más ventajosas.
DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
¿Qué es una microempresa?
Una microempresa es de tamaño pequeño. Su definición varía de acuerdo a cada país, aunque, en general, puede decirse que cuenta con un máximo de diez empleados.
Asimismo, el dueño de la microempresa suele trabajar en la misma con sus familiares.
Cadepia promueve el desarrollo de la región
La Cámara departamental de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva Cochabamba es una institución que impulsa, consolida, defiende y representa los intereses de los artesanos y pequeños empresarios de la región, al mismo tiempo promueve el desarrollo de empresas y empresarios líderes.
Hay condiciones favorables en el medio
Las condiciones generales de estabilidad macroeconómica han sido favorables para introducir las innovaciones productivas y de comercialización apropiadas en el nivel micro de cada sistema local, incorporando la capacidad de gestión empresarial, según el economista Pablo Cuba.
80 por ciento De microempresas son informales
Al menos el 80 por ciento de las micro y pequeñas empresas que funcionan en el medio trabajan en la informalidad, toda vez que desconocen los beneficios de cumplir con todas las normativas, explicó el economista Pablo Cuba.
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