Niños y adolescentes trabajadores de Bolivia reclamaron ayer que el nuevo código para proteger a los menores de edad que analiza el Legislativo no limite el trabajo infantil, al alegar que es de esa forma que ellos subsisten y ayudan a sus familias que viven en situación de pobreza.
Reunión. Un grupo de menores de edad trabajadores llegó ayer hasta el Parlamento para reunirse con la presidente de la Cámara de Senadores, la oficialista Gabriela Montaño, y hacerle conocer sus críticas al nuevo "Código Niña, Niño y Adolescente" que fue aprobado recientemente en la Cámara Baja y ahora ingresó al Senado. En concreto, exigieron que se anule un artículo del código que establece como edad mínima para trabajar los 14 años, explicaron a los medios los representantes de este sector. Los jóvenes trabajadores lograron reunirse con Montaño un día después de que la Policía les rociara con gas pimienta para impedir su ingreso a la plaza Murillo de La Paz, donde están los Palacios de Gobierno y Legislativo. La actuación policial desató críticas de organizaciones defensoras de la infancia y la oposición.
Declaraciones. La parlamentaria indicó que con la nueva ley se busca proteger a niños y adolescentes de la explotación laboral y de la trata y tráfico de personas. En un reciente informe, la Defensoría del Pueblo señaló que en Bolivia hay 850.000 niños y adolescentes trabajadores, cifra que representa el 28% de la población de entre cinco y 17 años. De ellos, el 87% se desempeña en oficios considerados peligrosos y un 77% no es remunerado porque desarrolla actividades laborales familiares. El Defensor del pueblo, Rolando Villena, remarcó ayer la necesidad de que los legisladores escuchen las opiniones de los niños y adolescentes trabajadores, para que las futuras normas sean acordes con la realidad boliviana. Villena se reunió con el sector que protesta contra la nueva norma, cuyos dirigentes le comentaron que su rechazo se debe a que no se les consultó para elaborarla.
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