El desempleo en los mercados emergentes ha aumentado considerablemente este año, revirtiendo un declive de seis años, incluso aunque ha continuado disminuyendo en los países desarrollados.
Las cifras sugieren que la desaceleración del crecimiento de los mercados emergentes, impulsada por una caída de los precios de los productos básicos y un retroceso del comercio mundial, está empezando a afectar a los mercados laborales, y amenaza con deprimir aún más el gasto del consumidor.
"La historia de los últimos años ha sido que los mercados emergentes se han estado desacelerando, pero hasta hace poco eso no se reflejaba en un repunte del desempleo en la mayoría de los países", dijo Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Markets.
En los mercados emergentes, el desempleo ha aumentado a 5,7 por ciento, desde un mínimo cíclico del 5,2 por ciento en enero, el mayor incremento desde la crisis financiera mundial, según cifras compiladas por JPMorgan.
El desempleo en Brasil, que sufre por la recesión, ha pasado del 5 al 6,3 por ciento desde el comienzo del año, mientras que en el mismo período, el desempleo en Rusia ha aumentado 70 puntos base, hasta el 5,9 por ciento. Tanto Chile como Corea del Sur han experimentado aumentos de 40 puntos base, hasta el 6,6 y 3,9 por ciento respectivamente.
"El desempleo está aumentando rápidamente", dijo Bruce Kasman, economista jefe de JPMorgan, quien describió la tendencia como "de base amplia".
"Las recesiones en Rusia y Brasil han sido una causa importante de la caída del crecimiento del empleo en los últimos meses. Sin embargo, la desaceleración también incluye a países como Corea, México, Chile y Hungría", añadió.
El análisis excluye a India, que no publica los datos del mercado laboral, y a China, cuyos datos oficiales muchos comentaristas no consideran fiables.
Sin embargo, las cifras dadas a conocer el lunes de la semana pasada por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China muestran la relación entre los puestos de trabajo y los solicitantes de empleo, que aunque sigue siendo alta, está disminuyendo a su ritmo más rápido desde 2008.
Por el contrario, el desempleo continúa disminuyendo en los mercados desarrollados; tanto en Estados Unidos como en la eurozona el desempleo ha caído 40 puntos base, hasta el 5,3 y 11,1 por ciento respectivamente, desde diciembre, y la tasa de Japón ha bajado 20 puntos base hasta el 3,3 por ciento.
Kasman dijo que estaba "sorprendido" de que los mercados laborales de los mercados emergentes hubieran resistido durante tanto tiempo antes de deteriorarse. Sugirió que como los mercados laborales estaban relativamente reducidos en muchos países, los empleadores se habían aferrado a los escasos trabajadores con la esperanza de que la desaceleración económica fuera temporal, pero ahora habían llegado a la conclusión que no lo era.
Por otra parte, cree que una fuerte caída en los mercados emergentes de los márgenes de beneficios empresariales (los cuales, excluyendo a China, han caído de poco menos del 14 por ciento a un poco más del 9 por ciento desde 2011) y de la confianza del consumidor habían obligado a los empleadores a tomar medidas.
Williams argumentó que la crisis de los mercados emergentes había sido hasta entonces estructural, impulsada por una desaceleración del crecimiento de la productividad, lo cual les dificultaba a las compañías reducir su fuerza laboral.
Sin embargo, "hay evidencia de que en los últimos meses la crisis estructural se ha visto agravada por una crisis cíclica, más evidente en Rusia, Brasil e incluso China", lo cual ha causado la pérdida de empleos, dijo.
Kasman teme que el aumento del desempleo sea un "acontecimiento duradero" que refuerce la caída de la demanda interna en los mercados emergentes.
Muchos países emergentes tienen la oportunidad de flexibilizar la política monetaria para combatir el aumento del desempleo. Sin embargo, JPMorgan dijo que era "incierto" cuánto podrían reducir las tasas de interés dada la probabilidad de un ajuste monetario por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos a finales de este año.
Por el contrario, Williams cree que la mayoría de los países, salvo los que tienen grandes déficits por cuenta corriente como Turquía, India, Indonesia y Sudáfrica, podría recortar las tasas, mientras que una política fiscal más laxa sería también una respuesta probable.
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