Son comúnmente calificados de empleados "difíciles". Sus jefes no saben cómo manejarlos y sus compañeros se sienten incómodos ante su presencia.
Sin embargo, son aquellos que -gracias a sus mentes voladoras, sus ideas querompen reglas y su tenacidad- pueden convertir a una compañía en una fuerza innovadora.
Bienvenidos al mundo del llamado "talento disruptivo", un concepto que se está poniendo de moda en el mundo empresarial y del trabajo en todo el mundo.
Richard Branson, uno de los emprendedores más ricos de Reino Unido y dueño de la aerolínea Virgin, tiene claro de qué se trata.
Branson se considera a sí mismo un talento disruptivo y dice que si trabajase como empleado en otra compañía, su jefe tendría que aceptar que él podría no hacer las cosas exactamente como se esperaría que las hiciera.
"De todas maneras tendría que ser amable conmigo, cuidarme, respetarme. Porque, si no, yo podría crear mi propio negocio, y mi compañía quizás termine compitiendo con la suya".
Inconformistas, irreverentes
Branson y otros grandes empresarios internacionales creen que las empresas -sean grandes o pequeñas- deberían contratar a más empleados de mente independiente,inconformistas e irreverentes, por más que sean un dolor de cabeza para los jefes de personal.
Están convencidos de que las nuevas ideas que pueden aportar los talentos disruptivos a los negocios compensan con creces los problemas que pueden surgir de la dificultad de trabajar con ellos.
En el mundo de los negocios hay numerosas palabras y frases de moda, pero hasta ahora no había ninguna que describiera a este tipo particular de empleados.
El concepto de talento disruptivo fue acuñado por la consultora psicológica empresarial OE Cam, con sede en la ciudad británica de Cambridge.
Contribución a los negocios
Martyn Sakol, socio de OE Cam, explica que un individuo con talento disruptivo posee muchos atributos positivos que pueden realizar un gran aporte a los negocios.
"Yo lo definiría como un sujeto que piensa y actúa de forma diferente, es innovador,cuestiona el saber convencional, descubre tendencias, ve oportunidades comerciales y, de un modo tenaz, trata de encontrar caminos para alcanzar el éxito", precisa.
No obstante, afirma que esa persona debe ser manejada por los gerentes de manera enérgica -no autoritaria-, para evitar que las cosas salgan mal.
"El talento disruptivo puede descarrillarse fácilmente. La empresa debe asegurarse de que cuente con el apoyo adecuado tanto en el trabajo individual como en el grupal".
Preparados para discutir
Una de las compañías que ha adoptado con entusiasmo el concepto de talento disruptivo es la firma británica AB Agri (ABA), dedicada a los alimentos para animales.
Su director ejecutivo, David Yiend, cuenta que en el último año han reclutado activamente a este tipo de empleados.
Pero, ¿qué dice ABA en sus anuncios de empleo?
"Nosotros insistimos en que buscamos candidatos que sean provocadores, resueltos e incansables en la búsqueda de un objetivo", explica Yiend.
"Deben estar preparados para discutir y debatir, no simplemente aceptar las normas".
Pero una vez que se contrata a un talento que es consciente de sus capacidades idiosincráticas, ¿cómo se lo integra al resto de la fuerza laboral?
Y más importante aún: ¿cómo se garantiza que los otros empleados no se sientan molestos o amargados por el ingreso de esa gente tan incómoda?
Yiend explica que simplemente se mantiene aparte a los talentos disruptivos.
"Uno no los integra de la manera tradicional", precisa. "Estos individuos se gerencian de una manera diferente, aunque ellos y el resto del personal deben trabajar juntos para alcanzar una meta común".
"Es crucial que todos tengan una visión clara de la compañía. Sólo así el equipo podrá salir adelante".
El riesgo del antagonismo
¿Pero si, por el contrario, las personas con talento disruptivo terminan generando más problemas que beneficios para una compañía?
El psicólogo Stuart Duff, que asesora al mundo de los negocios, cree que este es un riesgo que las empresas deberían tener bien en cuenta.
"El término talento disruptivo es una nueva forma de etiquetar a personas con una forma de ser muy identificable, gente con la que en realidad hemos trabajado durante muchos años para tratar de entender el impacto que tienen en los otros", dice Duff, de la consultora británica Pearn Kandola.
"Nosotros damos asesoramiento en muchos casos relacionados con estos empleados. Son individuos brillantes en un rol particular, muy ingeniosos y creativos, pero que no tienen ninguna posibilidad de encajar en la cultura de negocios más amplia".
"Lo que comúnmente sucede es que otras personas en la organización no pueden lidiar con el antagonismo y la disrupción que provocan esos empleados perturbadores", advierte Duff.
Y muchas empresas no saben cómo lidiar con este conflicto y simplemente terminan no haciéndolo.
Pero eso, muchos individuos que tienden a ser clasificados como talentos disruptivos suelen iniciar sus propios negocios e imponer, como lo hizo Richard Branson, su propia cultura empresarial en su propia compañía.
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