Más de 25.000 trabajadores, productores y artistas que aprendieron una ocupación en la práctica y a lo largo de la vida fueron certificados en el nivel de expertos por el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias (SPCC) desde 2008 a la fecha.
Recientemente se sumaron a esta cantidad 475 productores del Trópico de Cochabamba; 198 de palmito, 196 de banano y 81 de piña. La comercialización de estos productos, además de aportar al desarrollo de su región, contribuye con importantes ingresos al país, gracias a la exportación. En este caso, Bolivia es el segundo país exportador de palmito del mundo.
Marcelino Romero (48 años), de sencillo vestir y productor de piña del municipio de Shinahota, relató que esta fruta tropical rinde bastante bien en el Chapare cochabambino, siempre y cuando se tengan los cuidados necesarios, especialmente en el tema de las plagas, amenazas que dañan la producción, ocasionando pérdidas considerables si avanzan sin control.
“Me siento feliz, nunca pensé en recibir un certificado por lo que hago para vivir, porque nosotros también somos importantes en la región y en un país. Lo que producimos sirve para vender y alimentar a nuestras familias, pero también para alimentar a la gente de las ciudades”, dijo feliz, en el auditorio “Evo Morales Ayma” de Villa Tunari, donde se entregaron los certificados de competencias.
Los estándares
Para emprender este proceso de certificación de conocimientos, saberes y experiencias, el SPCC, dependiente del Viceministerio de Educación Alternativa y Especial del Ministerio de Educación, desde su creación avanzó en la construcción de 119 Estándares Ocupacionales, una especie de documentos guía que se utilizan para la evaluación práctica de cientos de trabajadores y productores que se vuelven expertos por la constante práctica en su área.
En la entrega de certificados en el Trópico de Cochabamba, en la que participó también la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, manifestó su complacencia por el proceso de certificación que es una realidad gracias a la iniciativa del mismo presidente del Estado, Evo Morales Ayma, quien posibilitó la implementación de esta política de Estado.
“Este certificado refleja lo que ustedes realmente son, expertos en el cultivo del banano, de la piña y del palmito, por lo tanto hay que hacer honor a este documento y trabajar mejorando la producción para de esa manera aportar al desarrollo del país”, dijo la autoridad, quien felicitó a los hombres y mujeres que labran la tierra para alimentar a sus familias.
Como los productores del Trópico de Cochabamba, el SPCC certificó a criadores de camélidos en Oruro, restauradores patrimoniales de Potosí, tejedores artesanales de Chuquisaca y productores de miel en Coroico (Yungas de La Paz).
También a gestores comunitarios de proyectos en Santa Cruz, asistentes de oficina en Pando, productores de castaña en Riberalta y, próximamente, lo hará con los productores de uva en Tarija.
En su momento, todos agradecieron la entrega de certificados que los reconoce como expertos en el oficio que eligieron para ejercer toda su vida.
La “reinita” de ASAPI
Este es el caso de la ‘reinita’, Cecilia Lliully Argani (64), de Santa Elena, un pueblo distante a cuatro horas de Coroico (Nor Yungas), quien se dedica a cuidar abejas para producir miel, fluido dulce y viscoso producido por los insectos a partir del néctar de las flores, valorada por sus propiedades antimicrobianas, antisépticas y cicratizantes.
Muy sencilla, vestida con una blusa blanca y una ligera pollera rosada debido al calor que en municipio turístico, la ‘reinita’, llamada así por sus compañeros varones que componen la Asociación de Productores de Miel (ASAPI), cuenta que trabaja con abejas desde sus 15 años, cuando sólo tenía una colmena, y ahora maneja cinco.
“A las abejas hay que mantenerlas limpias, entonces se quedan y no se van a otras colmenas, también hay que cuidarlas de las hormigas, entonces producen miel que se usa como remedio”, dijo sonriendo, complacida de tener en sus manos su certificado, donde dice que ella es Experta Apicultora.
Después de su evaluación, doña Cecilia fue certificada como experta en “instalar el apiario, de acuerdo con las condiciones de la zona, procedimientos técnicos y seguridad; manejar las colonias o colmenares de acuerdo con el calendario apícola regionalizado y criterios técnicos; y cosechar productos de la colmena, aplicando criterios de calidad, salubridad y seguridad”, por lo tanto puede ejercer como “apicultora” en todo el territorio nacional.
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