01 enero 2016

Repercusiones fisiológicas y mentales del trabajo nocturno

El hecho de trabajar en horarios atípicos, es decir, durante los cuales las personas deberían estar durmiendo, se asocia a una mayor probabilidad de padecer desórdenes biológicos, alteraciones, afecciones y conflictos relacionales.
POTENCIALES CONSECUENCIAS PARA EL TRABAJADOR

El ritmo acelerado de producción y consumo en la sociedad incrementan la cantidad de personas que trabajan de noche. Numerosas empresas implementan horarios laborales atípicos, lo que acrecienta el riesgo de que sus trabajadores sufran varias enfermedades.

Sueño

El trabajo nocturno acarrea problemas de sueño, debido a que perturba el ritmo circadiano (reloj biológico que regula las funciones fisiológicas del organismo). Asimismo, obliga al trabajador a dormir de día, pero el sueño diurno es menos reparador que el nocturno, ya que es más corto y alterado por elementos exteriores. Por lo tanto, la persona no recupera lo suficiente y está en constante estado de somnolencia.

Enfermedades cardiovasculares

Los riesgos cardiovasculares son elevados, ya que el trabajo nocturno favorece el desarrollo de ciertos factores nefastos como el estrés, falta de sueño, hipertensión arterial y arritmia cardíaca. Asimismo, muchas personas que trabajan de noche presentan sobrepeso y adoptan malos hábitos (fumar, medicarse, consumir bebidas estimulantes, entre otros) para aguantar sus condiciones laborales.

Fatiga excesiva

La fatiga excesiva es nociva para la salud. Según el Institute for Work and Health (IWH), el trabajo de noche se asocia a un riesgo elevado de padecer lesiones profesionales, debido al cansancio de los trabajadores. El sueño acumulado tiene una repercusión inmediata sobre el nivel de concentración y vigilancia. El IWH estima que los trabajadores nocturnos presentan una probabilidad 7 veces mayor de sufrir accidentes laborales.

Relaciones

En la mayoría de los casos, el trabajo de noche crea conflictos familiares o sociales, aislamiento y depresión, ya que el trabajador no puede pasar suficiente tiempo con su familia y entorno. Esto perturba su bienestar mental, emocional y físico, debido a que las relaciones sociales son fundamentales para las personas.

Transporte

Los trabajadores nocturnos están generalmente forzados a utilizar su vehículo personal, por lo que se incrementan los accidentes de tránsito. Esto es debido a la falta de vigilancia inducida por el cansancio. En cuanto a las personas que recurren a los taxis o transporte público, la probabilidad de sufrir un accidente o asalto es también mayor durante la noche.

Trastornos

gastrointestinales

Los órganos del cuerpo funcionan de forma activa durante el día y su rendimiento es menor en la noche. Es común que las personas que trabajen de noche sufran problemas gastrointestinales, debido a que se alimentan en horarios en los cuales el cuerpo requiere descanso. Además, suelen privilegiar la comida chatarra y consumen bebidas estimulantes para mantenerse despiertas, por lo que pueden tener colesterol alto, reflujo gastroesofágico y úlceras estomacales.

APNEAS DEL SUEÑO

Según la Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés), las personas que trabajan de noche presentan una probabilidad mayor de sufrir apneas del sueño, las cuales consisten en la obstrucción de las vías respiratorias mientras duermen. Este problema de salud es aún más elevado en los trabajadores nocturnos que manejan un vehículo (conductores de taxi, por ejemplo).

PROBLEMAS PSICOLÓGICOS

El trabajo nocturno acarrea problemas psicológicos como irritabilidad, estrés, fatiga crónica, pero también ansiedad y depresión. Para contrarrestar los efectos de estos trastornos psíquicos, algunos trabajadores ingieren antidepresivos o ansiolíticos. Es primordial que acudan a un médico o psiquiatra para recibir un tratamiento adaptado a su condición de vida.

ESTIMULANTES

Trabajar de noche favorece el consumo de productos estimulantes (café, alimentos dulces, alcohol o medicinas) para luchar contra la somnolencia y el estrés. Es de suma importancia destacar que son nefastos para el organismo y pueden crear adicción. De esta manera, se debe intentar no consumirlos y adoptar una alimentación equilibrada para limitar los problemas de salud.

CÁNCER

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), los horarios laborales nocturnos aumentan el riesgo de que los trabajadores desarrollen cáncer (particularmente el cáncer de seno y colorrectal), debido a la perturbación del reloj biológico, lo que acarrea una disminución de la producción de melatonina. Esta hormona tiene una acción protectora contra la proliferación de células cancerosas.

EMBARAZO

Las mujeres embarazadas que trabajan de noche tienen una mayor probabilidad de presentar abortos y partos prematuros. Asimismo, los bebés pueden nacer con insuficiencia ponderal. Por eso, es importante tratar de cambiar los horarios laborales durante la gestación para preservar el bienestar del niño y de la madre.

EFECTOS NEGATIVOS DE LA NOCTURNIDAD LABORAL

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Álvaro Castillo Strampfer

Médico – Especialista en Medicina del Trabajo

La vida moderna y sus exigencias demandan un esfuerzo a veces por encima de los límites naturales del ser humano. Las industrias de servicios (gastronomía, salud, entretenimiento, viajes, generación de energía, entre otros) cada vez más complejas, así como el cuidado y vigilancia permanente de costosas inversiones han llevado a la forzosa creación de puestos de trabajo nocturnos, los cuales pueden ocasionar daños en la salud de quienes los ocupan.

Los experimentos con animales muestran que el principal regulador del sueño es el efecto claridad-oscuridad. Éste actúa como un activador de la melatonina (hormona del sueño), la cual dicta el llamado ritmo circadiano (reloj biológico que rige el organismo) de los animales. Este fenómeno fisiológico en los seres humanos es más complejo y se relaciona estrechamente con el entorno social. Las obligaciones, intereses, metas y otros factores pueden también tener un impacto y llevar a una aparente rápida adaptación a los horarios nocturnos.

Evidentemente, uno de los primeros efectos negativos del trabajo nocturno en la salud se manifiesta mediante la disminución de la calidad del sueño, a raíz de la imposibilidad de dormir una cantidad similar de horas durante el día. Se hace prácticamente imposible tratar de compensar las horas de sueño nocturnas perdidas sin aislarse del entorno y la participación normal en la vida social, debido a que el resto de la familia vive y realiza sus actividades en los horarios habituales. Asimismo, los negocios y oficinas solo atienden de día. Otro trastorno frecuente en los trabajadores nocturnos es el digestivo. Los cambios de horario para alimentarse y evacuar causan problemas intestinales, aún más en las personas diabéticas, las cuales necesitan horas fijas para nutrirse adecuadamente y así, evitar caídas del nivel de azúcar en la sangre. Cuando los turnos en horario nocturno son solo temporales, puede alterarse la toma de medicamentos para enfermedades como la hipertensión, gastritis y diabetes, ocasionando desajustes en los pacientes.

Es imprescindible valorar el estado de salud de los trabajadores antes de que inicien un puesto de trabajo nocturno permanente o en turno, ya que algunas personas no pueden aguantar los horarios atípicos y sufren afecciones o complicaciones serias. Asimismo, se recomienda alternar los diferentes horarios con el fin de que los cambios no sean bruscos y poder reducir sus efectos nefastos en la salud. Por ejemplo, es posible dividir el día en tres o más turnos para que el trabajador que finaliza su ciclo en el turno nocturno no deba caer de inmediato en el horario temprano de la mañana, sino en uno de más tarde y algunos días después, pasar recién al turno desde tempranas horas.

Existe el concepto errado de que mientras se es joven, el cuerpo lo resiste todo. Sin embargo, la juventud es la etapa en la que se debe empezar a cuidar la salud para así, evitar enfermedades o complicaciones en la vejez. De hecho, todo lo que se haga (bueno o malo) mientras somos jóvenes tendrá repercusiones en el futuro.

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