Trabajadores adelantan que pedirán que el incremento salarial programado para el presente año se efectúe con base en un cálculo de los costos de la canasta familiar y descartan que el aumento se haga sobre la inflación, que en 2015 cerró en 2,95%.
Según el secretario Ejecutivo de la Confederación Nacional de Trabajadores Fabriles de Bolivia, Vitaliano Mamani, la inflación estimada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no corresponde a la realidad y, por lo tanto, no puede ser tomada en cuenta para el cálculo del incremento salarial para 2016.
En su criterio, un ajuste salarial con base en la inflación sólo correspondería a una reposición de la pérdida del valor adquisitivo del salario.
"Las cifras del INE no reflejan la realidad de los mercados, donde los precios suben, mientras el valor adquisitivo de nuestros salarios sigue bajando”, dijo.
Los fabriles proponen la realización de un estudio actualizado de costos de la canasta familiar y que tome en cuenta el valor de los alimentos en las distintas regiones.
El dirigente de los trabajadores en Salud, José Luis Delgado, dijo que su sector esperará el congreso de la COB para definir una posición, pero adelantó que buscarán que el aumento salarial se efectúe sobre varios parámetros.
"Nuestra posición es que se tomen en cuenta tanto el cálculo de la inflación como el costo de la canasta familiar, así como otras particularidades y factores”, explicó Delgado.
El dirigente del magisterio urbano de La Paz, José Luis Álvarez, señaló que su sector considera que los cálculos realizados por el Gobierno en torno a la inflación se encuentran "fuera de la realidad”, están desfasados y responden a intereses ajenos a los de los trabajadores.
Por eso el magisterio solicitará que el ajuste se realice sobre un estudio actualizado de costos.
"Nosotros ratificamos que para la gestión el incremento salarial debe ser de acuerdo con los costos que tienen los productos de la canasta familiar en el mercado”, enfatizó Álvarez.
El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Óscar Tapia, sostuvo que el ente matriz de los trabajadores aún no ha tomado una decisión sobre el incremento salarial y espera recibir las propuestas de los diversos sectores en el XVI Congreso de la organización, que se realizará el 18 de enero en Tupiza.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, afirmó que su sector aún no ha definido una posición sobre el incremento salarial de este año, pero que lo hará en las próximas semanas.
Inflación del 2,95%
En 2015, la inflación acumulada llegó a 2,95%, uno de los porcentajes más bajos desde 2009, cuando se registró un incremento de precios del 0,3%, según el cálculo del INE.
"El Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación registró en diciembre una variación porcentual positiva de 0,17% con respecto al índice del pasado mes (menor a la registrada en 2014, con variación de 0,84%); las variaciones acumulada y a 12 meses llegaron a 2,95%”, reportó.
El 31 de diciembre del año pasado, el presidente Evo Morales anticipó que el aumento salarial previsto para 2016 sería superior a la inflación anual.
El pliego 2015
El año pasado el Gobierno acordó con la Central Obrera Boliviana (COB) un aumento salarial de 8,5% y de 15% al Salario Mínimo Nacional, que se definió en 1.656 bolivianos.
La organización de los trabajadores presentó un pliego en el que demandaba cambios estructurales en la justicia, la reforma a la Ley General del Trabajo, mejoras en el sistema de salud y el debate del incremento salarial en el marco de una política salarial a corto, mediano y largo plazos.
En los últimos años, se ha tomado como parámetro del aumento salarial de cada año la inflación acumulada en una gestión; pero el incremento final suele ser superior.
La inflación de diciembre fue la más baja
El Índice de Precios al Consumidor de diciembre fue la más baja del año pasado, alcanzó tan sólo 0,17%.
De acuerdo con el asesor general de la Gobernación de Santa Cruz, José Luis Parada, la baja inflación de diciembre responde a los bajos precios de los alimentos que ingresaron al país por contrabando y la devaluación de las monedas en Brasil y Argentina.
"Por la devaluación los productos argentinos y brasileros han llegado más baratos y eso ha hecho que se consuman más” precisó.
Según Parada hubo una sobreoferta de productos, que incidió en los precios de los alimentos, ya que además de productos de consumo, también llegaron al país insumos como harina de trigo, arroz y azúcar.
"La harina que se importó hizo que los panificadores puedan mantener e incluso bajar sus precios a pesar de haber terminado la subvención de la harina de EMAPA, lo que provocó que los precios de los alimentos en general bajen de precio”, añadió.
Otros rubros en el que los precios se mantuvieron bajos fueron los electrodomésticos y electrónicos, cuyos precios se beneficiaron de la importación creciente por la devaluación de las monedas en Argentina y Brasil.
Durante diciembre la actividad más inflacionaria fue el transporte terrestre interdepartamental.
De acuerdo con Parada, esto es lógico porque es la temporada en la que se realizan más viajes. Además, por las lluvias los costos de mantenimiento de las carreteras se elevan.
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