11 diciembre 2011

Amigo secreto , Juegue para conocer mejor a sus colegas

El intercambio de regalos es una de las tradiciones más esperadas de las fiesta de fin de año y una de sus variantes es el juego del amigo secreto que para esta época se realiza en muchas empresas, instituciones y grupos sociales. Esta actividad sencilla y divertida contribuye a integrar a las personas, logra mejorar los ambientes laborales y trae una serie de beneficios que van más allá del periodo festivo. Pero así como puede ser positivo, también puede generar el efecto contrario si es que el juego no se lo realiza tomando algunas previsiones.
Para sacar provecho de este entretenimiento, es bueno tomar encuenta algunos aspectos que le ayudarán a participar de él de una manera adecuada y que le permitirá organizarlo mejor.
Las historias acerca de sus orígenes son muy variadas, pero lo que es evidente es que se ha expandido por todo el mundo.


En algunos países lo llaman el juego del ‘amigo invisible’ y en otros ‘el Santa Claus secreto’ pero en todos participan un determinado número de personas que se hacen regalos entre sí. En un sorteo previo se asigna quién tendrá que entregar a otra el obsequio. Todo se mantiene en secreto hasta que se desvela el misterio el día del intercambio.
El sicólogo organizacional Juan José Jáuregui explica que el juego ha sido bien acogido y se ha popularizado en empresas y oficinas porque contribuye a que la gente se conozca más allá de la función que cumple en el trabajo y de una manera integral. Es decir, en otras facetas que forman parte de su vida cotidiana y fuera del horario laboral. Una persona puede ser muy sería en la oficina, pero muy graciosa entre sus amigos o en su familia.


“Un ámbito organizacional se convierte de alguna manera en una red social. Entonces, es importante tomar en cuenta eso y creo que estos juegos de intercambio de regalos son importantes porque te dan un espacio y tiempo para que pienses en las personas. Desde el momento en que sacas o te dan el nombre de una persona para que le busques un regalo, comienzas a pensar en ella. Averiguas qué le gusta, cómo es, recuerdas la veces en la que han interactuado y empiezas a averiguar con el entorno de él qué tipo de regalo le pudiera gustar. Eso de cierta manera te acerca al otro, porque lo que buscas ahí es cierta cohesion”, opina Jáuregui, que también es director de Gestión Humana de la consultora Human Value.
Pueden dar testimonio de eso María y Rosa, que gracias a una Navidad en la que jugaron amigos secretos se conocieron mejor y ahora son ‘inseparables’. Ambas son secretarias de una pequeña empresa, pero el contacto entre ellas era mínimo en 2007. “Ese año, en el sorteo me tocó Rosa. No sabía qué regalarle, pero averigüé que era muy devota de la Virgen María Auxiliadora. Así que conseguí un póster grande, lo hice enmarcar y se lo regalé”, cuenta María. “La verdad, esperaba que me dieran cualquier cosa, pero me sorprendió con ese detalle”, confiesa Rosa.


Pero no todos los juegos terminan bien. Andrea trabaja en un hospital público y dice que desde hace dos años dejó de participar en los que organizan en su sección porque, mientras ella se esmeraba en dar un buen presente, siempre le daban cosas insignificantes. “No era por el valor del regalo, sino porque te regalaban cualquier cosa. Se notaba que lo habían comprado en el quiosco de la esquina y a último momento”, se queja Andrea.


“Lo importante no es el regalo material, sino en pensar en la otra persona, el tratar de conocerla y de intregrarse un poco más entre todos”, afirma Jáuregui.
Tampoco a todos les gusta participar en este tipo de juegos. “Hay personas con baja sociabilidad y puede que por presión del entorno participen, pero no van a jugar de verdad. Hay que entenderlos también y respetarlos si no quieren ser parte de esa actividad. Así también habrá gente que comprará su regalo para tratar de sentar presencia y destacar entre los demás. La sociabilidad tiene muchísimos matices. Debe entenderse que el juego del amigo secreto es solo un disparador para mejorar la comunicación entre las personas, pero no es la solución”, explica Juan Domingo Fabbri, gerente general de Etika, consultora dedicada al desarrollo organizacional y personal de empresas.


Otro de los riesgos que señalan los sicólogos organizacionales es que el juego se convierta en un concurso de quien hace el mejor regalo o en una competencia de quién es el que pone la cuota más alta. Si para algunas eso resulta una diversión, para otros será un motivo para que se desmotive, afecte su autoestima y genere sentimientos de rechazo hacia los otros.
Para evitar esos, y muchas otras suceptibilidades es que se aconseja establecer algunas normas que permitan hacer el juego más participativo y que desde el jefe hasta el último de los obreros puedan jugar en las mismas condiciones.


Este tipo de prácticas te ayudan a entender al otro como persona, pero también se reflejará en el trabajo. “Si logras comunicarte con tu compañero de oficina, sabrás lo que le gusta o le disgusta, y el trabajo también fluirá de una mejor manera”, sostiene Jáuregui.


Por su parte, Fabbri dice que actividades de sociabilidad como el juego del amigo secreto son como el aceite que necesitan las máquinas para funcionar. En ese sentido, ayudan a que estas funcionen mejor. Sin embargo, advierte que si se trata de fortalecer los equipos de trabajo, aconseja reuniones trimestrales entre sus miembros para ver cómo está la confianza entre ellos, se hable de la unidad dentro del equipo y de sus necesidades más allá de los resultados laborales .
Pero en esta época del año, la tradición manda jugar amigo secreto y hay que prepararse para hacerlo bien y disfrutarlo.

Guía práctica para jugar

ESTABLECER normas previas
En este juego, que puede terminar en llanto (de dicha o desdicha), lo mejor es establecer condiciones sobre lo que se debe regalar. Se discuten las normas antes y no después del sorteo de los papelitos para que todos lleguen desde el principio a unos acuerdos. Lo importante es que las condiciones se hagan para incluir y no excluir.

A LA HORA DE SACAR EL PAPELITO
En este momento se debe ser muy sutil. Lo ideal es quedarse con la persona que sacaste, pero si definitivamente no se puede tener ningún tipo de acercamiento con esa persona, cámbielo sin que este se dé cuenta y evitando que le lleguen con el comentario.

ACORDAR EL PRECIO PARA LOS REGALOS
El precio principalmente es lo que se debe discutir, ya que unos no quieren terminar siendo… ‘estafados’. Llegar a un acuerdo sobre cuál es el rango es la mejor opción, ya que no todos tienen el mismo salario. Así unos deciden si juegan o si no, o si hay que llegar a otro acuerdo. Es mejor si se juega por secciones, ya que podrían tener el mismo rango salarial y no hay tanto problema al 'imponer un precio'. Claro está que muchas empresas juegan a dar, en vez de algo comercial, una frase especial para el compañero y una comida entre todos (en el que todos pidan lo mismo).

UNA BUENA OPCIÓN ES HACERLO TEMÁTICO
Es mejor tener temáticas, no solo para variar, sino también para no terminar regalando algo descontextualizado con el trabajo (no falta el que llegue con un juguetito sexual, bueno, a menos que esa sea la temática). Si es amigo dulce, pues que sea solo del dulce preferido de quien se saca; o si es sobre tragos, música, libros, implementos de trabajo, etc.

DEFINIR LA FECHA DE ENTREGA
Todos deben anotar muy bien ese día y saber la actividad a realizar. La gracia del encuentro es entregar los regalos ese día, ni antes ni después.

LO QUE NO DEBE REGALAR
Bajo ninguna circunstancia regales cosas demasiado personales, como ropa interior. Algunos consideran también de mal gusto regalar pijamas, cualquier tipo de ropa, perfumes e implementos para el hogar como porcelanas, pero esas no son reglas estrictas y se adaptan de acuerdo con el contexto. Lo importante es averiguar qué le gusta a tu amigo secreto y escoger la que esté dentro del rango de precios. Para no equivocarse en la elección, uno de los recursos es justamente hacer lo posible por decubrir el perfil de la persona que le ha tocado. Alguien podrá darle detalles de sus gustos personales, como sus pasatiempos favoritos, el equipo de fútbol del que es hincha y la música que prefiere escuchar.

EL SUSPENSO Y EL INGENIO JUEGAN TAMBIÉN
Parte del juego es generar emoción a quien sacamos como amigo secreto. Para ello se puede ir dejándole varias veces, antes del gran día, uno que otro detallito con un mensaje. Recuerde, sigue estando en el trabajo, así que procure no dar mensajes que no utilizaría regularmente en la oficina. Y eso sí, no aproveche estas situaciones para coquetearle a nadie.

EMPEÑO Y ENTREGA
Ponga atención a las reglas y sígalas al pie de la letra. Recuerde, esta es una oportunidad para quedar bien o para quedar mal con sus compañeros. Sí, lo importante de este día es compartir, pero si da lo mejor de usted en este espacio, seguramente sus compañeros lo apreciarán y viceversa.

NO PIENSE EN USTED A LA HORA DEL REGALO
Un buen consejo para dar un presente que agrade es evitar comprar un presente pensando en uno mismo y en los gustos personales que uno tiene. No siempre lo que a usted le gusta es lo mejor para la otra persona. Si bien regalos como DVD, CD, libros, bebidas y recuerdos pueden ser utilizados en los ambientes de trabajo, son los más comunes; puede ir más allá y dar un presente original con el precio estipulado.

EL ENEMIGO SECRETO
Si en el sorteo le tocó una persona que está más cerca de ser su ‘enemigo secreto’ que su amigo secreto, no debe ser una oportunidad para comprarle una cosa que no vaya a utilizar. Tampoco aproveche la situación para burlarse de ella o ridiculizarlo delante de los demás. Por ejemplo: regalarle una escoba de bruja o una figura de bruja a su colega. Esas actitudes no solo resultan desagradables para quien lo recibe, sino también para las demás personas que están jugando. Piense que su imagen resultará más dañada si usted realiza este gesto.
Fuentes: (revista Aló mujer/www.dicasprofissionais.com.br)

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