La tasa de desempleo en Bolivia bajó de 7,3%, reportada la pasada gestión, a 5,5% este año, según el Gobierno.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) considera que esa reducción no obedece a la creación de más fuentes de empleo, sino porque a falta de trabajo la gente desempleada deja de buscarlo.
Durante su discurso en el Encuentro Plurinacional, realizado en Cochabamba, el presidente Evo Morales destacó la reducción del desempleo desde un 8,15%, reportado en 2005, a 5,5% en esta gestión.
Empero el Mandatario dijo no estar convencido sobre el porcentaje registrado porque “puede ser empleo temporal, momentáneo o informal”.
La investigadora del CEDLA Silvia Escóbar coincide con el Gobierno en que este año hubo una disminución de la tasa de desempleo, pero difiere en el porcentaje. De acuerdo a esa entidad, el índice de desocupados bajó de 8,8% a 7,9%.
“La tasa del CEDLA se diferencia de la INE porque el CEDLA toma en cuenta como desempleado a quien durante cuatro semanas consecutivas no puede conseguir trabajo; en cambio para el INE basta que la persona se encuentre ocupada una hora para que ya no esté desempleada”, precisó.
El índice de desempleo se redujo, según Escóbar, no porque hubiesen aumentado las fuentes de trabajo, sino porque una parte de la gente que busca empleo se encuentra inactiva y se refugia en su vivienda hasta que aparezca una oportunidad. “Son personas que se desalentaron, se retiran de la búsqueda. Este fenómeno afectaba más a las mujeres en 2010, pero en 2011 afecta más a los varones”, explicó.
De acuerdo con Escóbar, el mercado laboral no ofrece espacios pese a que hay mayor calidad educativa, es decir, incluso con una mejor formación es más difícil encontrar trabajo.
“La demanda de mano de obra pasa por puestos que requieren menor calificación. Los sectores que demandan mano de obra son la construcción y servicios, y para esas áreas se atrae a gente que tiene instrucción educativa máximo hasta secundaria”, dijo.
La menor demanda de mano de obra en el país está vinculada a una menor actividad en la industria manufacturera, pérdida de mercados, mayores importaciones y la competencia desleal de contrabando.
Además como factores estructurales se tiene que el país aún no da un salto tecnológico y tampoco hay desarrollo industrial.
De hecho, la industria participa actualmente con lo mínimo en la generación de fuentes de trabajo, añadió Escóbar.
Las políticas gubernamentales, además, priorizan actividades que no generan empleo, como los hidrocarburos o la minería, que profundizan un modelo primario exportador.
Punto de vista
Armando MÉndez economistaUna tasa de desempleo de 5,5% para Bolivia se la puede considerar óptima e incluso compatible con lo que los economistas llamamos pleno empleo, es decir, hay un desempleo natural.Ese porcentaje para Bolivia es óptimo, pues difícilmente vamos a encontrar en el pasado una tasa de desempleo tan baja.
El problema no está en el desempleo, sino en el empleo de baja calidad y baja productividad. La gente está empleada en el mundo informal en el que tiene una baja productividad, lo que significa que gana poco o que tiene salarios muy bajos.
El desempleo bajó porque estamos atravesando una época muy buena, la economía por sexto año está atravesando un periodo de bonanza, está muy bien, pero el aparato económico no ha cambiado.
Como consecuencia de lo bien que está la economía, se presenta ese bajo nivel de desempleo.
La única forma de que exista empleo de calidad es que haya más empresarios formales, grandes, no pequeños; el empresario grande es el que demanda trabajo, nuevas actividades económicas. Obviamente el reto está en aumentar nuestro crecimiento.
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