El tiempo que demora una persona desempleada en conseguir una fuente de trabajo en el país se ha incrementado a más de un año, según investigaciones del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
“Esto quiere decir que el 25% de la gente que está desocupada tarda más de un año para encontrar una fuente de trabajo”, detalló el investigador del Cedla, Bruno Rojas, basándose en datos del Censo 2001 de población y vivienda proyectados a 2010.
Según el Censo 2001 existe un margen de 5 a 7% de desempleados que tardan más de un año en conseguir un nuevo empleo.
“Esto quiere decir que las oportunidades de trabajo son cada vez más escasas. No son fuentes que garanticen estabilidad, ingresos que permitan vivir dignamente”, argumentó Rojas.
Dentro de los estudios elaborados, se detectó además, que cerca de un 75% de la gente desocupada en 2010 eran personas que fueron despedidas o renunciaron voluntariamente a una fuente de trabajo. “Eso quiere decir que son personas cesantes. Nos muestra que en el país estamos viviendo un proceso creciente de despidos, de inestabilidad laboral que nos muestra otra arista de lo que significa la inseguridad laboral en el país”.
Esto a pesar del crecimiento económico. La Constitución en su artículo 46 dice: “Toda persona tiene el derecho al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional sin discriminación, y salario justo, equitativo...”.
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