La situación de las mujeres bolivianas asalariadas ha empeorado en la última década, según un informe del CEDLA. Ellas encarnan el 44 por ciento de la población remunerada del país, de este porcentaje, el 36 por ciento se encuentra afectado por empleos precarios en extremo.
Según datos del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), el 2010 apenas el 10 por ciento de las mujeres gozaba de un trabajo en condiciones adecuadas en comparación al 2001, cuando se alcanzaba al 27 por ciento .
Durante los últimos nueve años, el empleo precario extremo ha crecido afectando al 36 por ciento de las mujeres trabajadoras sobre todo a las del campo doméstico, como a las de los sectores semi empresarial y empresarial. Asimismo, ha aumentado las desigualdades de género en el trabajo.
El Centro de Estudios de Desarrollo Laboral señala que hace dos años, el 2010, las mujeres ganaban el 73 por ciento del salario que recibían los varones, la brecha más notoria a favor de ellos es entre los que ocupan cargos directivos y entre los trabajadores no calificados.
Además, los datos del centro de investigación indican que el mismo 2010, el empleo en el sector empresarial se redujo en el siete por ciento para las mujeres, porque las compañías buscan eludir los costos laborales asociados con los derechos de la maternidad. En suma, cada vez es más difícil que la mujer incursione en este campo donde el 75 por ciento por ciento está cubierto por varones.
Según el estudio del 2010, las mujeres tenían fuerte presencia en aquellos sectores considerados feminizados, como el comercio, educación, servicio doméstico, salud, atención en hoteles y restaurantes, y administración pública.
Un hecho que destaca como positivo el CEDLA es que el aumento del empleo en el sector estatal ha contribuido a que la mujer se incorpore en cargos considerados para la población masculina.
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