Informe: No hay baja en el desempleo, sino desplazamiento de la fuerza laboral hacia la inactividad.
En 2010, la tasa de desempleo en Bolivia alcanzó el 8,8 por ciento (9,9 por ciento entre las mujeres y 7,9 por ciento entre hombres), según la investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
Esta cifra es menor comparada con los dos años anteriores, sin embargo, muestra el informe, “no hubo motivo para el festejo”.
El ministro de Economía, Luis Arce, informó que la tasa de desempleo en el país bajó de siete por ciento a 5,7 por ciento ese año.
La autoridad dijo que esa reducción del desempleo obedeció no sólo a la inversión y a los créditos, sino que fue persistente la lucha que ejecutó el Gobierno contra este problema social.
Empero, el CEDLA asegura que la explicación a este comportamiento no provino de un aumento en la tasa de ocupación, sino más bien del desplazamiento de una fracción de la fuerza laboral hacia la inactividad forzosa o el desempleo oculto.
“Es un factor de desaliento causado por la imposibilidad de encontrar trabajo”. Según la institución, este factor muestra que el desempleo es de carácter estructural y afecta, de forma permanente, a una elevada fracción de la fuerza de trabajo y con mayor intensidad en los jóvenes más escolarizados y en las mujeres de todas las edades.
COMPARACIÓN. Durante la primera década de este siglo, 2001-2010, la escasa dinámica en la demanda de trabajo se expresó en elevadas tasas de desempleo abierto y progresivamente en desempleo oculto o inactividad involuntaria, según el documento.
En las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, el desempleo a comienzos de 2001 llegó al 9,5 por ciento, el nivel más alto conocido hasta entonces, 10,6 por ciento entre las mujeres y 8,3 por ciento entre los hombres. Desde ese año
—con algunas variaciones anuales que superaron esta cifra—, la falta de empleo pasó a ser una de las manifestaciones más visibles del deterioro de la situación laboral en el país y en el detonante para la emigración.
OIT afirma que tasa bajó
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2010, la desocupación urbana cayó en el país del 8,6 por ciento registrado en 2009 al 6,5 por ciento. En 2004, la tasa se situó en 6,2 por ciento, después de haber llegado a un 9,2 en 2003, la cifra más alta de la primera década del siglo XXI. En 2005, el desempleo fue de 8,2%; en 2006, del ocho por ciento; en 2007, del 7,5 y en 2008, del 6,7. La OIT destaca la disminución de la desocupación de las mujeres, que en 2010 llegó a 7,6 por ciento.
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