29 abril 2012

Bolivia tiene el salario más bajo de la región e informales crecen

Bolivia tiene el salario mínimo nacional (SMN) (menos de $us 120) más bajo de los países de la región andina, de acuerdo con una comparación reciente elaborada por la Comunidad Andina de Naciones (CAN), según un informe del Centro de Estudios para el De- sarrollo Laboral y Agrario (Cedla). No obstante, Bolivia resulta ser el más ‘barato’ de Sudamérica, lo que es admitido por el Gobierno y los empresarios. El informe es contundente. “Comparando el año inicial y final de la década pasada (2001-2010), Bolivia presenta un rezago cada vez mayor en el valor del SMN. Mientras en 2001 el SMN de Bolivia estaba por debajo del promedio de la CAN en una relación de 1 frente a 1,7; en 2010 esta relación se alejó hasta representar más del doble, es decir, 1 frente a 2,1, lo que refleja que otros países de la región han alcanzado incrementos más significativos que los dados en el país. En forma general, los argentinos son los que mejor pagan a sus trabajadores ($us 460) y le siguen Chile con $us 372, Paraguay con $us 342, Colombia con $us 284, Ecuador con $us 264, Perú con $us 216 y finalmente se sitúa Bolivia. Al respecto, el Centro Boliviano de Economía (Cebec), de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), explica que esto obedece a que Bolivia, en términos comparativos tomando la misma canasta homogénea de productos, es más barato para vivir, en comparación con todos los países en Sudamérica. El Cebec añade que la discusión acerca del incremento salarial si bien debe tomar en cuenta el costo de vida, no muestra ser el factor decisivo. Aclara que si hay mayor producción, los emprendimientos demandarán más trabajo, con lo que el salario también aumentará. Entonces, para que suban los salarios se debe crecer más. Sobre el particular, el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez; el director de la Carrera de Ciencias Económicas de la Universidad Gabriel René Moreno, Teófilo Caballero; el expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia Waldo López; y el director de Tesoro de la Gobernación de Santa Cruz, Carlos Schlink, advierten de que con los actuales salarios la mayor parte de la población no puede vivir dignamente, no obstante, de que los indicadores reflejan que hay un mejoramiento en el tema de empleo formal en zonas rurales. A modo de ejemplo citan que en estos momentos no se puede cubrir ni siquiera las necesidades de alimentación básica para una familia. Las cifras sobran. Solo un almuerzo está por encima de Bs 12. Si se toman en cuenta la educación, la salud y la vestimenta, no podrían ser cubiertos con el actual salario. ¿Entonces qué ocurre? ¿Cómo hace el grueso de la masa laboral para susbsistir?, consultó EL DEBER a los especialistas, a lo que explican que los trabajadores se esfuerzan y buscan más de un trabajo para poder subsistir o en su caso, tanto el esposo como la esposa e incluso algún hijo, se ven obligados a trabajar. La situación provoca incrementos en el sector informal, principalmente en las ciudades, porque estos trabajos no tributan ni aportan a las recaudaciones tributarias del país. Si bien los indicadores del Instituto Nacional de Estadística (INE) destacan que la tasa de desempleo alcanza solo al 5,5% en el país, los economistas enfatizan que se debe tener en cuenta que más del 70% del empleo es informal, lo que significa que en realidad existe subempleo y empleo mal remunerado, ya que el sector informal tiene remuneraciones de sobrevivencia. Cabe recordar que en 2011 la tasa de desempleo bordeó el 6%. Hace seis años oscilaba entre el 8% y el 9%. Los especialistas sugieren que el Gobierno haga énfasis en controlar la inflación y aumente el crecimiento económico. Para la COB no es novedad el estudio. La dirigencia laboral volvió a cuestionar la política salarial del Gobierno y asegura que persistirán en su lucha para mejorar el salario año tras año. Empero, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia alerta que se avecina un incremento de precios de los productos debido al alza salarial. Sobre el particular, el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, afirmó que Bolivia es el país que oferta los productos agrícolas más baratos de Sudamérica y que tiende a seguir en esa línea si continúa la ampliación de la frontera agrícola, el impulso a los pequeños productores, los buenos precios internacionales y la inversión privada. Se envió un cuestionario al ministro de Economía, Luis Arce, pero no se obtuvo respuesta. Hay tendencia a nuevos emprendimientos y crece el microcrédito Microempresa. La tendencia hacia el emprendimiento es algo bueno y es la respuesta de la gran mayoría de la población en Bolivia para poder ganarse el pan de cada día. Por esta razón lo dominante es la microempresa. Si en el país aparecieran y se desarrollaran empresas medianas y grandes, paulatinamente disminuiría la microempresa y con ello el autoempleo, porque aumentarían los salarios que se pagarían en la formalidad, recomiendan los expertos. - Unidades. Según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, las microempresas tienen más del 80% del empleo a escala nacional y una presencia similar en el aparato productivo. En el país operan más de un millón de unidades productivas. Estas unidades productivas, en su mayoría, están ubicadas en laderas, en zonas distantes de los centros urbanos. - Microcréditos. Los microcréditos tienen el 30% del total de la cartera de créditos del sistema financiero. La característica del microcrédito es la cantidad limitada o pequeña de préstamo y un porcentaje de interés que, en la actualidad, es la más baja respecto a los otros países. Según la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Microfinanzas (Asofin), desde diciembre de 2008 el número de clientes subió de 1,3 millones a 2,4 millones en febrero de 2012. Mientras que el número de clientes de crédito de estar en 505.000 en 2008 ahora pasó a 639.778. BancoSol, FIE, Los Andes, Prodem, Eco Futuro, Fortaleza, Fassil, Agrocapital y Comunidad atienden al sector. Emprendedores MA. ESTHER GÓNGORA D&S Grabados Nosotros comenzamos de a poco. Mi esposo, Seferino Tomichá, trabaja conmigo. El negocio crece año tras año y ya tenemos maquinaria propia, y hemos contratado cuatro operarios. En realidad toda la familia trabaja en la microempresa. Uno hace el diseño, otro la placa, el grabado, etc. Nuestro capital es de unos 5.000 dólares. JAVIER CANAVIRI Cosméticos Hay que esforzarse para ser microempresario. Muchos tienen miedo, pero mi familia decidió crear esta empresa de productos de limpieza personal y ahí estamos todos empujando el carro. Hemos invertido 3.000 dólares en el negocio de la Villa 1 de Mayo y ojalá podamos crecer para contratar personal en unos meses. JUAN CARLOS GONZÁLEZ Pura Vida Aloe Miel Hace cinco años comenzamos con una sola agencia para vender productos naturales. Ahora tenemos tres sucursales, pues la alta demanda de productos nos obliga a expandirnos. Junto a mi socio, Ignacio Lima Lobo, cada vez hacemos nuevos lanzamientos. Nuestras inversiones ascienden a $us 20.000. JANETH COFFIELD Cadepia crece Hemos crecido fortaleciendo las pymes, lo que ha hecho que algunas puedan ingresar en el ámbito empresarial. La asistencia técnica es necesaria. En 2004 éramos 1.800 afiliados, hoy en día llegamos a 3.000 en el departamento. Tenemos un pequeño fondo rotatorio de 100.000 dólares para dar créditos. La cooperación danesa nos apoya. “Se debe demostrar austeridad” Teófilo Caballero / Economista Hay una precariedad en términos de salario y aparte de eso nosotros observamos que en el mundo informal, donde no hay aportes a las AFP, no hay tributos, ni atención médica; también hay un deterioro salarial, por ejemplo, hay un concepto del Cedla que es el desempleo ilustrado, que es el que azota al segmento poblacional joven calificado y que no puede incorporarse en el aparato formal. Es grave el tema del salario en Bolivia, porque, según la FAO y el Cedla, las personas que tienen salarios bajos destinan el 70% de sus salarios a la compra de alimentos. Desgraciadamente la inflación que ha experimentado el país en los últimos años, casi el 80% del índice inflacionario ha correspondido a los sectores de alimentos y bebidas, lo que quiere decir que el índice inflacionario ha carcomido los bajos salarios de los trabajadores. Entonces, no se trata de intransigencia de las organizaciones sindicales que exigen un mayor incremento. El salario de los trabajadores no alcanza para proveerse de los elementos básicos de una canasta. Sin embargo, hay que entender que aumentar salarios tampoco es la forma apropiada de mejorar los ingresos y la calidad de vida de los trabajadores, porque si no se mejora la productividad, a lo mejor el remedio puede ser peor que la enfermedad. En ese sentido, me permito mantener una posición racional en estos momentos porque en Bolivia hay cualquier cantidad de plata. La emisión monetaria, la plata que está circulando, bordea los 28.000 millones de bolivianos y está mal distribuida. Cuando hay mucha plata circulando esto puede generar más inflación. Paralelo a eso, creo que el Gobierno debe ser coherente en su política que lleva adelante, porque no es racional, por ejemplo, que el Gobierno haya establecido una escala salarial para los empleados de la administración central donde el salario mínimo sea de 2.000 bolivianos. Además, cabe hacer notar que no se justifica la política salarial del Gobierno porque hace gastos dispendiosos en cosas que no son primordiales. Pretender construir un palacio de Gobierno con $us 5 millones, construir un coliseo en Orinoca con otros $us 5 millones y si vemos las frecuentes compras que se realizan en las Fuerzas Armadas por más de 100 millones de dólares, entonces se está demostrando que se quiere condenar a los trabajadores. La racionalidad debe venir de ambas partes, pero el más obligado a demostrar austeridad es el Poder Ejecutivo. “Aumento es más de reposición” Waldo López / Economista Los países vecinos van corriendo y Bolivia camina. Ellos tienen más éxito en la reducción de la pobreza, en la redistribución de recursos y bienestar. Nosotros, que tenemos recursos naturales y energéticos que se han ido incrementando de precios, no hemos logrado tasas importantes de crecimiento. En Bolivia, la política salarial actual es más de reposición, no de redistribución en términos de salario real. Indudablemente, no es suficiente el incremento del salario, pero hablar de aumentos altos siempre choca con generar inflación. Y esta espiral de inflación e incremento salarial es algo que debe controlarse. Lo mejor es controlar la inflación en menos del 5% y que el crecimiento económico sea de más del 5%, entonces el parámetro de incremento salarial ya no va a ser la inflación, sino los incrementos del Producto Interno Bruto (PIB). Entonces, si el PIB fuese del 7% y la inflación del 5%, en ese caso habría un incremento real del salario y habría una redistribución del producto. Por otro lado, las economías informales de Bolivia y de Paraguay son las más altas de la región. Este es un tema pendiente de la última década. Bolivia tiene entre el 60 y el 70% de su población económicamente activa en el sector informal y solo un 30 o 40% (los que pagan planillas, inscritos legalmente en las alcaldías, pagan tributos) en el formal. El sector informal crece debido al contrabando. Curiosamente los empleados públicos han tenido mayores incrementos, pero son los más sacrificados y discriminados. Por otro lado, los que tienen sueldos en el sector privado (industrias, empresas) tienen que esperar la reposición anual, lo que también afecta a sus economías. La reposición salarial debería aplicarse desde el segundo mes de cada año. En el campo del salario mínimo evidentemente hay un incremento significativo, pero este es para un segmento reducido de la Población Económica Activa, especialmente para los que comienzan a trabajar y además no tienen una buena formación. En síntesis, los salarios tienen que ver con el nivel de productividad que tienen los países y el nivel general de vida, entonces comparar nominalmente el salario en Bolivia, con una economía de Chile o de Brasil, nos puede llevar a equivocaciones; sin embargo, hay que dejar claro que la economía boliviana está mucho más atrasada en comparación con esas economías.

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