18 junio 2012

Infancias robadas por trabajo en Marruecos



A los nueve años Jadiya dormía en el suelo de una cocina, se levantaba a las seis de la mañana, trabajaba una media de 12 horas, limpiaba la casa, cuidaba de un bebé, no tenía vacaciones y era maltratada. Ésta es una de las historias que registra el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En Marruecos son miles las niñas que privadas de todos sus derechos trabajan en hogares pudientes como “pequeñas criadas”: 30 mil según el Alto Comisionado del Plan, más del doble según organizaciones internacionales y la misma Unicef. “Tenía nueve años cuando me llevaron a casa de unos desconocidos como empleada. Allí fui explotada y maltratada por toda la familia", cuenta Jadiya, con la mirada endurecida.

Hoy con 24 años de edad y madre soltera (otro de los grandes estigmas de la sociedad marroquí), recuerda con dolor el día en el que fue separada de su familia y, de la mano de un intermediario, desembarcó en su “nuevo hogar”.

Maltratos físicos, abuso sexual, ruptura familiar, privación escolar; el freno en el desarrollo personal de estas niñas conduce a problemas como el vagabundeo, la mendicidad, la prostitución y la maternidad no deseada.

“Las violaciones por varios miembros de la familia son frecuentes y si se quedan embarazadas se les acusa de robo y son despedidas. No pueden volver a sus casas y se van a la calle en busca de otros trabajos”, explica Touria Bouabid, miembro de Amnistía Internacional, quien agrega que un estudio sobre el terreno indica que muchas comienzan a trabajar entre los 5 y 6 años.

Se trata de una cuestión de dominio, comenta Bouabid, ya que la mayoría de las familias que acogen a estas niñas (un 74% de las estudiadas) tienen un nivel económico medio-alto y se pueden permitir tener en sus casas a mujeres adultas. Los sueldos de las “pequeñas esclavas” oscilan entre los 100 y 1.000 dirhams (unos 9 y 90 euros) mensuales, dependiendo de su edad.

“Me dijeron que a mis padres sólo les interesaba el dinero (150 dirhams, unos 14 euros al mes). Detesté a mi familia por lo que me había hecho”, comenta Jadiya que dejó de trabajar como empleada doméstica al quedarse embarazada y luego abandonada por el padre del niño. Las “pequeñas criadas” provienen de familias muy pobres, con un altísimo porcentaje de analfabetismo que muchas veces ignoran lo que les espera a sus hijas, sus derechos y la prohibición del trabajo de menores.

Sin embargo, de los 169 hogares estudiados que emplean a niñas, un 67% conocen las disposiciones legales.

No trabajo infantil

Convenios

Las organizaciones locales que luchan contra este fenómeno acusan al Estado marroquí de no poner en marcha las medidas necesarias para atajar el problema y exigen una ley específica que prohíba y sancione el trabajo de menores de 15 años como empleadas domésticas.

Medio millón de niños trabajadores en Senegal EFE - DAKAR

Casi medio millón de niños trabajan en Senegal y se dedican a labores peligrosas, afirmó la coordinadora nacional de la lucha contra el trabajo infantil, Fatimata Sar.

En un acto celebrado con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Sar explicó que, pese a los esfuerzos que se han llevado a cabo en los últimos años, el trabajo infantil sigue siendo un tema muy preocupante.

El último estudio hecho en Senegal data de 2005 y pone de manifiesto que unos 1,3 millón de menores trabajan, de los cuales 478.000 realizan diariamente labores que ponen en peligro su vida.

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