04 junio 2012
Perjuicios cuando el trabajo queda lejos
Un trayecto largo hasta su lugar de trabajo, además de ser fastidioso también es dañino para la salud. Según un estudio publicado en American Journal of Preventive Medicine, realizado por la U. de Washington, en St. Louis, el tener que lidiar con esta situación, disminuye la capacidad cardiorrespiratoria, aumenta el peso y crece el riesgo metabólico (glucosa, colesterol, y presión arterial).
Efectos. Christine M. Hoehner, investigadora principal del estudio explicó que los malos índices de salud, pueden deberse a que se trata de personas que queman menos caloría al día, ya que suman una nueva actividad sedentaria a sus vidas: manejar largos trayectos, lo que los hace estar por mucho tiempo sentados. “Una mayor distancia de trayecto puede llevar a una reducción en el gasto energético, en general”, dijo. Por su parte, para la cardióloga Graciela Vaca, este problema está relacionado con el sedentarismo en la vida diaria, que se define como la falta de actividad física menos de 30 minutos y de 3 veces por semana. "Esos 30 minutos pueden además repartirse a lo largo del día, en periodos de actividad física de preferiblemente no menos de 10 minutos, y puede perfectamente ser a partir de actividades cotidianas (caminar a buen ritmo, subir escaleras, trabajar en el jardín o en las tareas de la casa)", explicó.
Fenómeno en la urbe. Por otra parte, el crecimiento acelerado de la urbe está generando dos fenómenos simultáneos, que se ven en diversas partes del mundo. La primera es que se ha relegado a las personas a la periferia, aumentando las distancias que recorren a diario entre su casa y el trabajo. Por otra parte, ha obligado a quienes viven dentro de la ciudad a vivir presa de los embotellamientos que se generan en los horarios pico. Ambos elementos se confabulan para que las personas pasen más tiempo de lo normal arriba de sus autos o en los colectivos públicos.
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